Cuando llegaron a la cima de la colina, Geralt puso a Jaskier con cuidado en el suelo nuevamente.
— Entonces... Este estallido de macho alfa se debe a ?
— Quiero hablar contigo, explicarte a cerca de Yennefer
— Geralt... Por favor no tienes que explicarme nada, tu y yo ya no somos nada. igual con MI BELLEZA no me fue difícil encontrar a otra pareja...
— ¿Qué? ¿Quien demonio es? - Geralt preguntó consternado, nunca pensó que Jaskier pudiera sustituirle.
— No es de tu incumbencia al igual que no es de mi incumbencia lo que haces con Yennefer.
— Por favor, entre Yennefer y yo no hay nada. Por todas las kikimora que he matado Jaskier, Yennefer simplemente es mi amiga casi hermana y...
— Sí, sí, ya sé todo eso..
— No, no sabes todo Jaskier.
— Hmmm... Geralt yo necesito un novio a tiempo completo ¿sabes?
— Y lo soy, dios, te amo Jaskier con locura y, bueno entiendo que ahora tengas otra pareja pero no lo acepto, no me voy a dar por vencido contigo, no aún. Hay una razón por la cuál defienda siempre a Yennefer, sé que me entenderás, y yo hable con Yennefer para poder hablar contigo.
— Ajam.. - Jaskier le prestó atención. Mentiría si dijera que la curiosidad no le ganó. De hecho exagero un poco, sabía que Geralt era súper celoso y quizás le mintió un poco, él aún no tenía ninguna pareja, solo se hizo amigo de un chico, un chico que oídio viajar con él para aprender música a su lado. - Te escucho.
Geralt vio a Jaskier sentarse en una roca y él busco otra para sentarse frente a él.
— Yennefer y yo nos conocimos hace mucho tiempo y bueno, en ese entonces ella no era como la vez ahora. Ella y yo...
— ¿Tuvieron algo? - Jaskier preguntó, realmente era lo que quería saber, le carcomía su ser saber la verdad.
— No, nunca. - le respondió, mientras tomaba la mano a Jaskier. - Yennefer, ella, de mas chica tenía ciertas deformidades en su cuerpo y rostro, fue humillada durante tanto tiempo, ella odia esa parte de su vida, de hecho tiene prohibido hablar de eso y...
— Yo.. No lo sabía Geralt, yo
— Esta bien Jaskier. Cuando te conocí, ella me hizo prometer jamás hablar de su pasado, se sentía un poco intimidado por tu belleza natural. Ella tuvo que hacer un trato Jask, uno para ser tan bella como es y es la razón de que no pueda tener hijos. Ella es mi hermana ahora Jask y me duele su sufrimiento, odio que sea humillada por otros y me da miedo que haga una locura, ya ella intento suicidarse varías veces y... Bueno, solo quería que entendieras y supieras todo. No más secretos.
— Wow, yo... Nunca pensé que ella estuviese librando una batalla así, ahora siento que me he comportado como un niño berrinchudo y..
— No, reaccionaste como alguien lo haría al no saber la verdad. Fue mi culpa.
— No Geralt...
— Solo quiero que sepas que siento mucho no haber sido sincero contigo, de haber sembrado dudas en ti y de haber dicho que nunca entenderías nada por ser bello, aunque no me retracto tanto de lo último porque realmente eres bellísimo, tanto interior como exterior y aunque ahora estés con otra persona quiero que sepas que te amo, que mis sentimientos por ti son reales y...
— Mentí, no estoy con nadie Geralt, jamás podría estar con otra persona cuando tu eres mi corazón. Y aunque le molesto como dijiste que yo solo era bello, debo admitir que también me emociono que TÚ pienses que soy hermoso, digo tu también lo eres.
— Bueno a mi me ayudo toda la mutación, quizás sin ella no fuese así tan fornido y...
— Uff un pequeño Geralt..
— ¿Entonces tu y yo?- La pregunta quedo en el aire pero Jaskier sabía que significaba.
— Sí, tu y yo seguimos juntos.
— Prometo mantener un poco de distancia con Yennefer si eso te hace sentir mejor...
— No, ni de coña, la próxima vez que alguien intente meterse con Yenn y vayas a atacar, debes llevarme... Si ella es casi tu hermana, mi deber es velar por mi casi cuñada.
Geralt no pudo evitar sonreír al escuchar a Jask hablar así, definitivamente había ganado la lotería al encontrar a alguien tan perfecto como lo era su bardo.
— Trato.... - le dijo en forma de promesa, antes de besar a Jask.
De ahora en adelante su relación sería transparente, no más secretos, ni siquiera le ocultaría cuando se comía el postre del bardo. Era una promesa.