Esta historia está a la venta en Amazon en todos los países, así que si queréis apoyarme, no esperar a las actualizaciones u obtener los capítulos extras solo disponibles en la versión de pago, podéis comprar este libro en físico o en ebook, que es mucho más barato (menos de 5 dólares) ^^
Siento haber tardado en actualizar, he empezado la uni y resulta que casi todo es presencial y es un lío tremendo uwu
—Bien, el bosque está a menos de cinco kilómetros, los demás llegarán en media hora, nosotros podemos ir más despacio, estamos a más de mitad del camino.
Román escucha al lobo que le habla, asiente y eleva sus brazos desperezándose, como si estuviese cansado, también finge un sonoro bostezo y aprovecha las palabras del licántropo para excusarse y andar un poco más lento.
—Estás cansado ¿No? —pregunta el tipo respondiéndose a sí mismo con una risa burlona. —Menudo golpe debe haber sido para ti venir de una manada de inútiles para acabar aquí trabajando duro.
Román responde con una frase genérica que ni piensa mientras la dice y, colocándose a la espalda de ese tipo, baja silenciosamente a Gabriel de su hombro, llevándolo en brazos. Coloca una mano en su nuca, tirando del nudo de la mordaza, liberándolo. El chico muerde el aire un par de veces, sintiendo la mandíbula entumecida, después forma un ''gracias'' mudo con los labio y señala con los ojos y girando la cabeza a su espalda, donde tiene las manos atadas.
Román desliza la mano que tiene en la nuca del chico por toda su espalda, despacio y silencioso, hasta llegar a la parte baja de esta. Coge de la mano a Gabriel, palpándolo sin mirar, pues sus ojos están fijos en la espalda del lobo que le guía, atento para asegurarse de que no se voltea. Después Román toca la circunferencia de la esposa derecha, la rodea con los dedos y llega a la cadena, delgada y colgante. No necesita la llave que le han dado antes, además, haría un chasquido metálico al usarla, en vez de ello, pinza la cadena con los dedos, como dándole un pellizco a un hilo suelto de la ropa, y apretando un poco, logra aplastar los eslabones y romperlos.
Gabriel tiene las manos libres y están a unos siete kilómetros del local, Román puede recorrerlos en dos minutos, aunque haya tardado muchos más siguiendo a ese lobo a una velocidad moderada.
Ahora solo necesita acabar con él y...
<<O que acaben con él>> Piensa con una sonrisa cuando el chico que tiene en brazos salta de ellos de repente, abalanzándose hacia la espalda del lobo. Gabriel se cuelga de él en un instante, rodeándole la cadera con las piernas y el cuello con un brazo, el derecho, mientras que la mano izquierda toma su propia muñeca y tira para hacer palanca y aplastar el cuello del lobo.
—Hijo de puta, la cacería ha empezado. —le susurra.
El lobo apenas es capaz de reaccionar, no comprende lo que pasa y se voltea hacia Román con los ojos desorbitados y las piernas temblorosas. Román nunca pensó que en treinta segundos Gabriel ya tendría a un mastodonte de casi dos metros con el rostro azul y saliva cayéndole de las comisuras, el chico realmente mente es fuerte.
Pero un lobo es un lobo. El tipo hecha sus manos a la espada y coge a Gabriel por sus hombros, los dedos le tiemblan y está confuso, le cuesta agarrarlo, pero cuando hincha los dedos, no lo suelta hasta que lo arranca de su cuerpo y lo lanza contra el suelo.
Gabriel cae de cabeza y se escucha un crujido. Román se queda congelado, mirando con terror su cuello. Ciertamente curvo, en una mala postura y aguantando el peso de un cuerpo que cae, pero no roto. Respira con más calma al ver que las vértebras están en su sitio, pero ¿Entonces el crujido... No tiene tiempo de pensar, tiene que matar al lobo antes de que sí tenga motivos para preocuparse por la vida de Gabriel.
![](https://img.wattpad.com/cover/196985519-288-k489429.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Inmor(t)al [En Amazon] (Yaoi)
FantasyGabriel tiene un solo objetivo en la vida, matar a Román, el auténtico inmortal y acabar con su raza. Y Román tiene también un único objetivo, suicidarse. Ambas misiones parecen imposibles hasta que empiezan a sospechar que la inmortalidad de Román...