Capítulo 5

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Anastasia terminó de aplicarse el maquillaje. Había escogido ese vestido azul turquesa arrapado a su curvilíneo y dispuesto cuerpo, solo para la ocasión de la cena con la familia de Christian. Ahora la raya del ojo, negra, como las sandalias de tacón. Y luego el pintalabios, de un rosa pálido. Y...Christian la rodeó por atrás. Besó su cuello, haciendo a un lado el collar de plata que favorecía en la figura femenina. Y se impregno de su dulce olor a  manzana mezclado con canela y vainilla. Christian se deleitó.

—Dios...estás hermosa, muy hermosa...—sonrió, viendo sus propios reflejos en el espejo. —no quiero imaginar como estarás cuando te vistas de blanco para mí, para siempre.—Anastasia se emocionó. Se giró, evito besarlo...si no, se le correría el pintalabios y tendría que retocarlo como por enésima vez.

—Tú también vas muy guapo.—sonrió Anastasia, terminando de atarle la corbata.

—¿Has visto a Phoebe?—sonrió Christian. —Dios, fue tan complicado meterla en ese jodido vestido que compraste.

—Pero es monísimo.—se quejó Anastasia.

—Pero tiene tres años.—replicó Christian. —y que más dará...

—No, que más dará no, ¿tú crees que tu hija no es coqueta?—dijo Anastasia alzando una ceja.

—Oh, claro. Salió más bien a su madre.—sonrió. —Phoe, cariño, muéstrale lo guapa que vas a tu madre.—la llamó Christian. Phoebe apareció corriendo, entrando a la habitación de sus padres.

—Mira mamá, papá me ayudó a ponerme el vestido.—dio una mini vuelta, haciendo volar la faldita de volantes de color pastel. Anastasia la miró, comiéndose a su hija con los ojos.

—Pero qué cosa...—dijo Anastasia. —mírate, si papá te ha hecho colitas y todo. —sonrió.

—¿Tú crees que Christian sólo sirve para...?—él estuvo apunto de decir una bestialidad.- Para matar.- Se rió amargadamente, mientras intentaba rectificarse a él mismo. —también sabe peinar eh. Además Phoebe me enseñó como lo haces tú, aprendo rápido.

—Sí, lo sé. —Anastasia sonrió y se le quedó mirando.

—No sabes lo ansioso que estoy porque llegue el quince de mayo...—suspiró Christian. —te amo tantísimo mi vida, tanto...— Anastasia bajó a Phoebe de nuevo al suelo.

—A la mierda el pintalabios.—sonrió y rodeó con sus brazos el cuello de Christian, besándolo, con furor, con ganas, como...como cualquier beso de película.

[...]


—Buenas noches.—saludó Carrick, abriendo la puerta y dejando pasar a Christian con Phoebe en brazos, junto a Anastasia.

—Buenas noches.—dijo ella algo más tímida.

—¡Abuelito!—Phoebe se abalanzó encima de Carrick.

—¡Mi niña!—se rió él, como siempre haciendo bromas, balanceándola.

—¿Donde está Mia?—musitó Phoebe.

—En el comedor, con tu abuela.—Carrick dejó a Phoebe en el suelo de nuevo. —ve a saludar a la Abue Grace, corre.—Phoebe se fue corriendo hacia el comedor. —¿Todo bien?—dijo Carrick mirando a Anastasia.

—Sí, sí.—ella besó su mejilla. —¿y a ti? ¿cómo te va?

—Pues nada. Fantástico, ya me ves.—dijo señalándose. Provocando las risas de todos.

Carrick cerró la puerta y los tres pasaron al comedor. Phoebe estaba sentada en las piernas de su abuela.

—¿Que grande está ya, no?—dijo ella mirando a su  pequeña nieta. —¿hace cuánto que no te veía, pequeña?—se rió.

—No tanto, madre.—dijo Mia cruzándose de piernas. —pero crecen con rapidez. —suspiro mirando a Christian.

—Sí, la verdad. —admitió Anastasia. Dirigió una leve mirada a sus futuros suegros, quienes se la devolvieron con una complicidad que la hizo sentir prácticamente como en casa.

Protégeme 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora