Unas cuantas cervezas, algo de comedia y cachondeo, palabras de conexión, más conocimiento el uno del otro. Él, que se enamora de esos labios carnosos, esa esplendida sonrisa, ella, que navega en el mar de sus ojos. Christian y Anastasia que se divierten liando a los dos, ella a su mejor amiga, él a su mejor amigo.
—Me temo que Anastasia tiene razón —dijo Kate ya con algo de alcohol subido, las mejillas teñidas de un color rosado que la hacían más hermosa. Rubia de ojos verdes... ¿existe algo más perfecto? pensó Elliot. —Necesitas ayuda con tu hijo.
—¿En serio? —se ofendió Elliot en broma. —Entonces, ¿Por qué no me ayudas tú? —Kate lo miró con los ojos entrecerrados. —Tienes razón. —ambos rieron.
—No, no, enserio.
—¿Qué sabrás tú de ser madre? —dijo Elliot dando otro trago a su cerveza.
—Oye, perdona —Kate se levantó. —Estuve tres años con un hombre divorciado que tenía tres niñas, ¡tres! Una recién nacida, otra de cinco años y otra de quince ¿Sabes lo que es eso? ¡Una tortura! Creo que sabría ayudarte con tu angelito de cuatro años —sonrió. —Se parece muchísimo a ti —se apresuró a corregir. —De cara eh. De carácter no creo que sea tan...
—¿Tan? —dijo Elliot ladeando la cabeza, como símbolo cariñoso. Kate se rindió ante su encanto.
—Tan, tan... —bufo. —Me sacas de quicio, no me mires así.
—¿Cómo? —Anastasia y Christian yacían callados en el otro sofá. Mirando la escena. —¿Cómo, así? —Elliot tiró de su brazo, haciendo que se bajase. Quedaron a centímetros uno del otro. Él se perdió en sus ojos mirando los destellos que tenían aquel verde tan precioso, parecido al cesto del paraíso. —Si tuviéramos un hijo, sería hermoso —Kate estalló en risas. Entre el alcohol y lo que acababa de decir Elliot, le agarró un ataque de risa. —Enserio —dijo Elliot sin aguantarse la risa, él tampoco. El sonido de las carcajadas de Kate era contagioso. —Nena, no rías.
—Es que... —carcajeo. —Dios, eres tonto Elliot. —rió más, más... intentando saciar. —Te quiero. —dijo ahora seria. Volvió a sonreír. Elliot negó con la cabeza. Miró a Anastasia y a Christian que se sonreían. —Mejor me la llevo a casa. El alcohol está haciendo sus efectos en ella.
—A ver qué hacemos... —dijo Anastasia mirándolo mal.
—No te preocupes. Me encanta el sexo con chicas. Más si son como Kate. —dijo mirándola, ahora ella se había sentado en el sofá y volvía a reír. —Pero no abuso de borrachas. Si le tengo que hacer algo, se lo haré pasado mañana, cuando se le haya pasado la tontería y pueda recordar todo lo que le espera... —sonrió pícaramente y agarró a Kate por la cintura.
—¡Suéltame! —rió ella. —Elliot eres hombre muerto. —salieron de la casa Grey, junto con Netan. Como dos enamorados, a pesar de que se acababan de conocer.
—¡ADIÓS AMIGOS! —se escuchó la voz de ambos desde afuera.
[...]
Anastasia entró a escondidas a la habitación. Christian estaba trabajando y Phoebe ya estaba mejor, entonces la había llevando al jardín de niños. ¿Y ella? Ella ya había plegado la clínica. Tenía tensión, tensión sexual. Buscó entre la ropa de Christian y ahí lo encontró. Su estimado chisme rosa, con el que tanto había jugado, sola o con Christian. Se deshizo de la chaqueta y se arremangó la falda. Sí, tensión, mucha tensión. Y como no había nadie... Rió para si misma e hizo deslizar las bragas por las piernas.
—No sabes lo bueno que seria verte masturbar, pero perderás la apuesta, nena... —Anastasia se sobresaltó. Miró a su alrededor.
—¿Christian? —preguntó. ¿Podría ser que la falta de sexo la estuviera volviendo loca? Christian no estaba allí. —¿Christian?
—Arriba, cariño. —Anastasia alzó la vista, mientras dejaba ir el vibrador, haciéndolo votar en la cama. Vio una cámara.
—No me lo creo —Anastasia empezó a reír. —¡No me lo creo!Grey, ¿qué has hecho? —se subió en una silla, para estar a la altura de la cámara.
—Debía vigilarte, ¿no? —él sonrió acomodándose en la silla de su despacho, aunque ella no lo pudiera ver. Su voz sonaba sexy a través del aparato.
—Christian... —sollozó Anastasia, tentándole. Era hora de devolverle la jugada. —Estoy caliente, muy caliente. —susurró.
—Nena... —suspiró él.
—Me da igual la apuesta... —dijo haciendo puchero, como una niña pequeña. —estoy mojada, y no aguanto más... —sintió un bufido de Christian. Ella se mordió el labio. Él no dejaba de observar la pantalla de su ordenador. —Quiero que me...
—Espérame —dijo Christian. —Ahora voy mi amor, ahora voy...
—Por favor... —musitó ella.
—Me pones tan duro...
—Quiero sentir ya esa dureza...
—En cinco minutos, pequeña. —la cámara hizo un parpadeo, conforme se había perdido la conexión. Anastasia se bajó de la silla y sonrió.
—Ay mi vida... —sonrió. —A veces tan inocente.
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Protégeme 3
Fanfiction"Protegerlas siempre será mi misión" -Tercera temporada de "protégeme", es necesario haber leído la primera y segunda parte. Historia adaptada al universo de Cincuenta sombras con los personajes de Christian Grey y Anastasia Steele. Todos los crédit...