Christian terminó de mirarse al espejo. Era la primera vez que veía a los padres y a las hermanas de Anastasia. Estaba nervioso. Se arregló la corbata y terminó por bajar las escaleras. Y allí la encontró a ella. A ellas, mejor dicho. Pero sus ojos fueron directos a Anastasia. Un ángel. Esta vez iba vestida de lavanda. Y le quedaba como anillo al dedo. Unos tacones negros. Un vestido con escote de barco y con una falda de tubo, que llegaba por medio muslo. Sexy. Su hija, iba monísima, como siempre. Para comérsela. Con su blusita color coral, y unos shorts negros a juego con sus adidas negras. De la mano de su madre.
—Que guapo. —lo piropeó Anastasia.
—Tú más. —dijo Christian inclinando la cabeza. Esta vez habían quedado en un restaurante italiano. Y al ser...los padres de ella, había intentado arreglarse más.
—¿Vamos?
—Sí, vamos. —Christian suspiró. Las siguió hasta la puerta. Apagó las luces y cerro el cerrojo con llave. Se metieron en el coche los tres, Anastasia se encargó de atar a Phoebe en su silla. Ella se distrajo, con la barbie la cual se le había salido la cabeza días antes. Anastasia se sentó al lado de Christian, donde el copiloto, y le dedicó una mirada cómplice acompañada de una limpia sonrisa. Lo besó, tranquilizándole. Christian intentó que los nervios lo dejaran en paz. Pero no fue posible. Nunca había tenido esa sensación, nunca. Definitivamente había cambiado. Y le gustaba. Sonrió y arrancó, adentrándose en la noche de Los Ángeles, el mismo manto adornado de pequeñas estrellas yacía en el firmamento, sosteniendo el cuarto de luna llena. Perdiéndose en la gran ciudad, con aquellas dos mujeres. Con las dos personas más importantes en su jodida vida.
[...]
Raymond vio llegar a su hija, a lo lejos. Aunque yacía como mínimo seis años que no la veía, la sabría distinguir entre la multitud.
—Ahí viene tu hija. —le dijo a Carla. —con un hombre. —suspiró. —con un hombre que me da muy mala espina. —dijo entrecerrando los ojos y analizando a Christian.
—Cariño, recuerda que vinimos para volverla a ver, pero sobre todo —dijo entre dientes. —para la boda.
—¿Ese es el novio de mi hermana? —dijo Sol. —¡está bueno!
—Cállate mocosa. —le pidió Mariana. —no digas eso de el novio de tu hermana.
—Estás celosa porque el novio de Anastasia le da una y mil vueltas a tu esposo. —las dos hermanas empezaron a discutir.
—Ya empezamos. —susurró Anastasia. —hola. —sonrió, tímida. Hacia mucho que nos los veía...
—Hola, mi vida. —Carla se levantó para saludar a su hija. —pero que grande, estás toda hecha una mujer. —la miró, separándose.
—oh, te has adelgazado. —dijo Carla, poniéndose un dedo en los labios. —y...hum...¿te han crecido los pechos?—Mamá... —detrás se escucharon las flojas risas de Christian. —por favor, no tengo doce años...no estoy haciendo el cambio...
—Pero has cambiado igual. —sonrió su madre. Una pequeña familia de pueblo, como siempre habían sido. En la mente de Anastasia algo se preocupaba, repitiéndose la misma frase... "no están a la altura de él." Anastasia rezaba para que no comenzaran como siempre. Como con cada novio que ella había tenido. Porque Christian no era uno de ellos, Christian era especial. Sus hermanas, mayor y menor se dispusieron a abrazarla también. Su padre prosiguió a hacer lo mismo. Un hombre serio y de carácter...fuerte. Casi insoportable.
—¿Esta es mi nieta? —los ojos de Carla se humedecieron. —hola, Phoebe. —sonrió ella. La niña pareció amistarse en seguida con su recién conocida abuela. Sol, la hermana menor, prosiguió a saludar a Christian.
—Hola, cuñado. —dijo coqueta. Ella se estiró. Christian le sacaba una cabeza y media casi.
—Hola. —sonrió Christian y se agachó para darle dos besos.
—Anastasia no se ha comunicado mucho con nosotros los últimos años. —le explicó jugando con una de las ondas de su vestido. —así que no sé nada de ti, nos queda mucho de que hablar.2
—Eso creo. —dijo Christian, frunciendo el ceño.
—¿Como se llevan?
—Bien, supongo. —rió él.
—Y este es...Christian. —sonrió Anastasia distrayéndolo y girándose, presentándoselo a sus padres. Christian le devolvió la sonrisa a Anastasia.
—Hola suegros. —sonrió Christian, haciendo broma. La expresión de Raymond pareció cortante. A Christian lo incomodó.
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Protégeme 3
Fanfic"Protegerlas siempre será mi misión" -Tercera temporada de "protégeme", es necesario haber leído la primera y segunda parte. Historia adaptada al universo de Cincuenta sombras con los personajes de Christian Grey y Anastasia Steele. Todos los crédit...