Raquel's POV:
La pregunta de Estocolmo me había pillado por sorpresa, aquella noche todas habíamos bebido demasiado, no esperaba que se acordaran.
Yo- Sí, era ella.
E- nunca nos contaste el porqué de ese apodo.
A- Larga historia... -dijo tratando de desviar el tema.
D- Tenemos todo el tiempo del mundo. -dijo Dénver muy interesado.
Yo- Bueno...Flashback:
A- ¡Raquel! ¡Abre que voy a llegar tarde!
Yo- Que no puedo coño ¡está atascada!
A- Fue tu culpa que entráramos aquí. Si no me hubieras seguido...
Yo- Te jodes, si no me hubieras mentido no te hubiera seguido. -decía eso mientras tratábamos de abrir la ventana del despacho de dirección de la academia.Alicia había está actuando muy extraña esos días, esa noche la vi levantarse de la cama en mitad de la noche y salir a hurtadillas, le pregunté donde iba y me dijo que a por agua, pero no la creía, y tuve que seguirla para ver qué tramaba. Vi como salía del edificio y entraba por una ventana que daba a los jardines.
Entré tras ella y sin querer dejé cerrar la ventana. Ella se asustó ante el ruido que hizo esta y se enfadó por haberla seguido.A- Lo que yo haga o deje de hacer no te incumbe.
Yo- Sí que me incumbe, compartimos cuarto. Si te metes en un lío nos metes a todas. -Ella se acercó peligrosamente a mí y tomó mi barbilla.
A- ¿Es eso? ¿O que estabas preocupada por mí? -dijo para provocarme.
Yo- ¿yo preocupada por ti? Ya te gustaría guapa. -dije safándome de su agarre y volviendo a intentar abrir la ventana.- ¿por qué entraste aquí?
A- Eso no es de tu importancia.
Yo- pero quiero saberlo.
A- Pues te jodes.
Yo- No seas imbecil Alicia.
A- Te lo voy a contar, como acto de caridad para que te entretengas mientras abres la puta ventana antes de que te de una hostia por dejarnos encerrada.
Yo- Ana, continúa...
A- He escuchado que Guzmán se estaba tirando a la directora.
Yo- ¡¿a la madre de Carlos?!
A- Baja la voz. Sí, sí encontraba alguna prueba podría dejar a su estupido hijo sin ningún tipo de consecuencia.
Yo- Si le quieres dejar, déjalo y ya está.
A- ¿Y que la tía esa me odie? ¿Eres tonta? Su hijo está loco por mí, si lo dejo su madre me echaría.
Yo- No puede echarte.
A- Como tú bien sabes, Raquel, aquí se pasan la moralidad por el forro de las bragas.
Yo- ¿y has conseguido algo?
A- Sí. Al parecer les gustaba grabarse mientras tenían sexo en el despacho.
Yo- No me jodas tía... -dije asqueada por ver que estábamos en ese mismo despacho.
A- he pasado todo a una memoria USB.
Yo- ¿y piensas chantajear a la directora?
A- Lo que pienso, es que si ella intenta echarme va a caer conmigo.
Yo- ¿y no sería mejor hablar como adultas?
A- Suficiente he hecho con contártelo, no te metas.
Yo- Ya está. -dije abriendo la ventana por fin.- Ya te puedes ir ladrona. -dije para molestarla.
A- Ladrona de besos. -dijo uniendo rápidamente nuestros labios para después saltar e irse corriendo. Salí del despacho y comencé a correr tras ella.Conseguí pillarla y caímos las dos en el césped, quedando manchadas y mojadas por los aspersores, aunque podría asegurar que en ese momento nos daba igual.
Yo- ¿con que ladrona de besos? -dije poniéndome sobre ella y mirándola mientras le hacía cosquillas.
A- ¡ah! ¡Para para! -dijo riendo a carcajadas. Era una de las primeras veces que veía reír a Alicia, y más de esa forma tan sincera.- ¡Ra... Raquel! ¡Para! -decía sin contener la risa.
En un momento que me reía de ella me empujó logrando ponerse sobre mí.
A- ¡Ahora veras! -intentó hacerme cosquillas pero no lo logró.
Yo- Soy inmune a las cosquillas. -le dije arqueando una ceja.
A- ¿a sí? Pues vamos a ver si eres inmune a todo. -sin decir más y antes de que me diera cuenta, nuestros labios estaban unidos. Metió su mano por debajo de mi camiseta y apretó uno de mis pecho haciendo que gimiera en su boca. Tras unos segundos se separó lentamente con suma sonrisa pícara.- Pues no, no eres inmune a eso. -se levantó y comenzó a caminar. Rápidamente me levanté y la cogí del brazo, haciendo que se girara y volviendo a besarla.
La pegué más a mí agarrándola de la cintura y ella colocó una de sus manos detrás de mi cabeza.
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CATARSIS
RomanceMe hace sentir huracanes en el estómago. Catarsis, simbiosis, orgasmos... Es mi veneno, pero mi único antídoto. Sus ojos son el delirio en el qué pasaría el resto de mis días, como si de ese modo, la realidad fuera a doler menos. Esta historia trat...