Perdida en Hogwarts //TERMINADA//

Capitulo 26

Seguimos hablando de varios temas y cuando miré el reloj faltaban diez minutos para que fueran las 5.

¡Hermione!- Grité algo asustada y con una sonrisa cuando miré el reloj- Me tengo que ir- Las dos reímos de nuevo y me dirigí a la puerta para encontrarme con Draco en la biblioteca. Tarde unos minutos en llegar, fui lo más rápido que pude pero en cuanto pasé por la puerta de esta, el rubio ya estaba sentado en unas de las mesas del fondo. Más calmada me dirigí hacia allí- Hola.

Hola tardona- Dijo en voz baja y en un tono de burla.

Ni si quiera son las 5 y ya estoy aquí, ¿como te atreves a llamarme así?- Respondí en el mismo tono mientras me sentaba a su lado, apenas unos centímetros nos separaban. En la mesa ya había varios libros de pociones, por lo que supuse que el los habría cogido.

Yo llevo ya media hora aquí, y he apuntado la mitad de la preparación de la poción- Lo miré molesta ya que era un trabajo para dos pero él había empezado solo.

¿Por que has hecho eso?- Mi tono de voz se elevó un poco pero lo pude controlar.

Porque cuanto menos trabajo tengamos, más tiempo tenemos para hablar de otras cosas- su cara se giró levemente hacia mi y me dedicó una sonrisa de medio lado.

¿Sabes que no tienes que buscarte excusas para verme o hablar conmigo, no?- Alcé una ceja y le devolví una sonrisa idéntica a la suya. Con este chico intentar controlarme no valía para nada, así que decidí ser yo completamente.

Mmm, no me esperaba esta Arme, aunque ya ha habido varías veces que me has dicho cosas así, diferentes- Dijo volviendo a mirar hacia adelante mientras escribía algo en el papel.

¿Y te gusta?- Como ya os he dicho decidí ser un poco yo, y cualquier cosa que se me pasara por la cabeza lo soltaría. Si yo le iba a gustar, quería que fuera por mi, no por el que intento de controlarme por el miedo al que vayan a decir.

No, no me gusta- Aunque el quizás no lo noto, el silencio que siguió a esas palabra se me hizo horriblemente incomodo. Pensé que ahí se acabaría todo, que la había cagado y bien, pero él volvió a hablar- Me encanta- De nuevo todo mi sistema nervioso se calmó, y pude respirar con tranquilidad, aunque algo de calor subió a mis mejillas. No sabía que decir así que solo me quedé mirándole como una idiota con una estúpida sonrisa de embobada- Querías saber porque tú, ¿no?- Al ver que mis labios no se movían el volvió a hablar. Lo que dijo me impactó, pensé que esa pregunta nunca la llego a escuchar o que quizás no le prestó la suficiente atención, pero si, si lo hizo.

Emmm, yo, bueno no se, yo- Ni si quiera recordaba mi nombre en ese momento, no sabía si estaba nerviosa, emocionada, asustada o impaciente por que la respondiera- Bueno yo he visto que no me tratas como a los demás, yo simplemente quería saber porque yo.

¿No te has dado cuenta verdad?- Un silencio angustiante nos rodeo a ambos, le miré extrañada- Arme, me gustas.