Perdida en Hogwarts //TERMINADA//

Capitulo 27

No sabía si no quería o si no podía creer lo que acababa de escuchar. Mi cara de sorpresa y de boba salió a la luz. Iba a preguntar si estaba en serio o solo era una broma cuando él volvió a hablar.

Arme, no puedo decir que me gustaras desde el primer momento, solo te puedo decir que cuando te vi en Olivander me pareciste una chica bonita, intenté alagarte diciéndote que no eras una sangre sucia o una mestiza, sin embargo lo que hiciste fue enfrentarte a mi- Sus ojos clavados en mi hacían que cada palabra que escuchaba salir de su boca se inyectaran a fuego en mi corazón- Fuiste y has sido la única que se ha enfrentado a mi por algo así, en realidad has sido la única que se ha enfrentado a mi, todos fingen que yo les caigo bien por miedo, pero tú desde el principio me dejaste las cosas claras y eso me gustó, por eso te dije que te quería como amiga, como una amiga de verdad- Vi como un silencio extraño se apoderó de él mientras tragaba saliva. Yo solo estaba intentando procesar todo lo que acababa de decir, si todo esto era verdad mi plan se iría a la mierda- Pero me he dado cuenta de que te quiero como algo más que una amiga-Esas palabras salieron rápido de sus labios pero yo sentí que todo lo que me rodeaba iba a cámara lenta, que todo se desvanecía, el problema con las casas, el que él fuera un egocéntrico y narcisista, mi verdadero yo que mantenía oculto, todo se desvanecía y que tan solo éramos dos chicos, uno frente a otro confesándose su amor. Vi como el silencio se alargaba más de la cuenta pero yo no sabia aun que decir. Obviamente tenía unas ganas tremendas de decirle que yo sentía lo mismo, que el me encantaba, que lo quería para mi, pero si yo hacía eso todo se volvería más complicado, me sentiría peor de lo que ya había empezado a sentirme.

Yo...Draco, yo...- Parecía que ese chico podía leerme la mente, él sabía que estaba confusa, que quizás sentía lo mismo pero no sabría como decirlo, así que sin que ninguno de los dos lo pensáramos mucho, los pocos centímetros que nos separaban desaparecieron. Sus labios fríos y con sabor a manzana se posaron en los míos. En un principio no tuve reacción, mi cuerpo deseaba su contacto así que no hice ningún amago por apartarme pero tampoco le seguí el beso. Su mano igual de fría pasó por mi cuello y se paró en mi nuca acercándome levemente más a él. El movimiento de sus labios ya húmedos comenzó a ser más rápido, después de todo yo era persona y él me gustaba así que caí, le seguí el beso, puse mis manos en su mandíbula y lo cogí como si fuera lo único que deseaba en este mundo, primer error. Después de unos segundos su mano se fue separando de mi cuello suavemente, imité el gesto y aparté las mias, después de eso nuestros labios se separaron pero no por completo, antes de volver a mirarnos a los ojos, el rubio dejó un leve beso sobre mi labio inferior que me hizo soltar una sonrisilla tonta.