Capítulo 32: Hoy mueren, hijos de puta

428 47 2
                                    

Mi cuerpo se relaja cuando toca el agua tibia y dejo salir un suspiro, así como las preocupaciones. Decido que dentro de estas cuatro paredes no seré más que una mujer que disfruta de un buen baño. No tengo a miles respirándome en la nuca ni mucho menos tengo a cientos deseando verme colgada como cerdo en carnicería, no aquí.

Dejo caer mi cabeza cerrando los ojos, permitiendo que mis músculos se relajen por completo. La música adorna el momento y no sé cuánto tiempo transcurre. Pero mis ojos se abren cuando escucho voces afuera y soy rápida a la hora de tomar mi toalla y cubrirme, justo cuando la puerta se abre.

—Entonces es cierto.

Los profundo ojos azules de Adriano se fijan en mí como si no creyese que en verdad estoy aquí, se me acerca a paso lento y puedo notar como Flavio está atrás. Le hago una señal para que se vaya y así lo hace. En lo que Adriano se cruza de brazos frente a mí, lo noto respirar hondo y sonrío.

—No creí que atendieras a mi llamado —digo y niega.

—¿Qué quieres, Alessandra?

—Tu ayuda, eso quiero —Su sonrisa no se hace esperar y se apoya en el lavabo.

—¿Ahora? No me digas que Flavio no te dio abasto —responde y ruedo los ojos cuando lo noto escanear mi cuerpo.

—¿Por quien me tomas? Deja de creer que cada hombre que se me acerca quiere sexo.

—¿Qué pasó con el otro chico?

—Se fue —Él se acerca sin dejar de mirarme a los ojos.

—¿Y te dejó? Te metiste en esto por ellos, no me digas que te han abandonado...

—Todo esto por ti.

Relame sus labios y se acerca para después tomarme del rostro, su aliento acaricia mis labios. Apoyo mis manos en su pecho y puedo notar su corazón acelerado.

—¿Para qué me llamaste? —cuestiona y sonrío.

—Quiero que me dejes entrar a la junta.

—¿Solo eso? —dice aferrando sus manos a mi cintura y respiro hondo.

—No.

Mis manos toman su cuello atrayéndolo hasta mí donde lo beso y él no duda en corresponderme, es rápido a la hora de arrebatarme la toalla y jadea cuando me ve desnuda. Relamo mis labios y me deshago de su camisa y pantalón antes de que él comience a estimularse con mi imagen. Me dejo caer en el borde de la tina para poder darle una mejor vista, sus ojos no se apartan de mí y tal cosa causa que mi piel se erice.

Muerdo mi labio y llevo mi mano a mi entrepierna donde ya comienza a notarse la humedad que esparzo antes de introducir mis dedos, un gemido se me escapa y él sonríe. Sus quejidos son tan profundos que me hacen intensificar mis movimientos en busca del orgasmo que se acerca. Él gime y se acerca a mí para tomarme del cabello y besarme mientras mis piernas comienzan a temblar, él muerde mi labio y me obliga a bajar la cabeza para poder ver como su eyaculación cubre mis dedos que salen y entran. Tal imagen me hace correrme gimiendo su nombre contra sus labios.

—No sabes cuánto deseaba esto —susurra dejando besos en mi cuello que me encienden nuevamente.

Él me levanta y me deja sobre el retrete antes de arrodillarse frente a mí, su palma golpea mi entrepierna y maldigo cuando su boca se apodera de esta. Gimo desesperada mientras él chupa y muerde con agilidad. Él me mira a los ojos causándome una sonrisa que se me borra cuando introduce sus dedos que me ponen en apuros.

—¿Me ayudarás, Adriano? —cuestiono entre gemidos y él sonríe sin separarse de mi entrepierna.

Acaricio sus brazos que aprisionan con fuerza mis piernas y muevo mis caderas cuando el orgasmo se acerca, pero él se levanta para tomarme del cabello y besarme. Sus manos masajean mis pechos mientras pone arder mis labios. Gime y percibo como comienza a frotar su miembro contra mí. Jadeo en busca de aire y no lo consigo porque él se adentra en mí con un salvajismo que me hace aferrarme a su torso. Mis uñas se entierran en su espalda mientras no deja de embestirme y gemir en mi oído. Percibo el sudor bajar mientras mi piel permanece erizada. Llevo mis manos a su pecho para poder notar su corazón y sonrío cuando gime mi nombre mientras me mira a los ojos.

SICARIA [Codicia #1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora