Capítulo 33: La gran mentira

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El edificio del hotel que utilizan para la dichosa junta, se cierne frente a nosotros y sonrío cuando Flavio toma mi mano. No tengo miedo, pero sin duda la ansiedad va a acabar conmigo. Me suelto de su agarre cuando recuerdo lo que debo hacer y él frunce el ceño.

—¿Qué pasa? —cuestiona mientras yo percibo mi corazón retumbar en mis oídos.

—Tu teléfono —pido y este, aunque le molesta, me lo da y con dedos temblorosos marco el número.

Con cada pitido parece que mi alma abandona mi cuerpo y no es para menos, lo que haré es el todo por el todo, mi vida por la de ellos.

—¿Sí? —Su voz me hace temblar y tengo que respirar profundo para poder responder.

—Sigue el plan —susurro y la línea se queda en silencio mientras yo cierro los ojos con fuerza alejando las lágrimas.

—No —Se limita a responder y su voz temblorosa lo delata, está llorando.

—Solo hazlo.

—No, Ale, ¡no lo haré!

—Si no lo haces; Carlo morirá y yo no me puedo permitir eso —respondo y escucho como algo truena del otro lado de la línea.

—No...

—Solo hazlo, yo me encargaré del resto —ordeno y sin esperar una respuesta, corto la llamada.

No me giro a ver a Flavio, pero siento su mirada sobre mí y no me importa, no me importa que me vea llorar. Solo quiero que todo esto acabe, que esa gente deje de joderme la vida.

—Necesito un favor.

—¿Qué necesitas? —pregunta con suavidad, como si tratara de consolarme.

—Necesito que saques sano y salvo a Carlo —digo y él toma mi barbilla para que lo mire.

—¿El niño?

—Sí, por favor.

—Está bien, pero necesito saber qué harás —dice mirándome a los ojos y niego.

—Solo lo mataré —respondo y me retoco el maquillaje cuando nos detenemos frente al enorme edifico color hueso.

—Vamos —habla Flavio y abren mi puerta.

Tomo la mano del chico de traje y salgo del auto solo para ser observa de pies a cabeza por los que llegan. Flavio me ofrece su brazo y caminamos juntos hasta la entrada donde nos esperan más de tres hombres. Al entrar, nos topamos con un vestíbulo de pisos rojo y techo de espejo, el recibidor se encuentra vacío y justo en el centro se encuentra un gran ramo de rosas con una estructura de oro con las letras ‹‹FB›› sonrío y vamos hasta las escaleras dobles.

Familia Belucci...

Al llegar a la segunda planta, nos encontramos con un gran salón lleno de mujeres con atuendos exclusivos y hombres con puros que valen más que una casa. Mis ojos recorren el lugar y se detienen sobre un hombre robusto con traje negro que tiene a una rubia del brazo ‹‹El ministro y la principessa›› los ojos de mi antigua prisionera caen sobre mí y su ceño se frunce, le dedico una sonrisa y noto como su rostro palidece.

Me ofrecen una copa de vino que no dudo en aceptar, la música en vivo se siente de fondo mientras las voces de los presentes se escuchan sobre ella. Analizo el lugar y noto como hay una puerta doble en el fondo del salón y no alcanzo a dar dos pasos cuando la mano de Flavio rodea mi muñeca, me gira llevándome contra su pecho y deja un beso en la comisura de la boca. Sus labios rozan mi mejilla hasta bajar por mi cuello y llegar a mi clavícula donde deja un beso húmedo. Sus labios presionan la piel de mi cuello y luego siento como muerde el lóbulo de mi oreja.

SICARIA [Codicia #1]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora