Capítulo 21

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Pov Dereck

-Razvan...

Solo escuchar ese nombre me hace hervir la sangre, yo me levanto inmediatamente y ella se levanta conmigo por inercia haciendo que la toalla se le suelte quedando desnuda.

Ella me agarra de la camisa y se pega a mí cuerpo asustada, puedo adivinar el terror que siente porque ella me lo transmite a mí.

-¿A dónde vas? -Me pregunta asustada con sus ojos abiertos de par en par.

-A matar a es imbécil, mira nomás cómo estás -Le digo intentando separarme de ella.

-No te vayas por favor -Me dice pegándose más a mí -No me dejes.

-¿Qué te hizo para que estés así? -Le digo tratando de calmar mi ira, debo pensar primero en ella y en mi hijo.

Empiezo a tocar su cuerpo, buscando indicios de que algo no esté bien, pero ella no se queja por dolor o algo parecido.

-No me hizo nada, él está obsesionado conmigo, dijo que te mataría y todo es mi culpa -Dice soltando el llanto nuevamente.

-Cálmate mi ángel, no me pasará nada -Le digo tratando de tranquilizarla, la beso y ella se relaja poco a poco, sube sus manos y las pasa por mis cabellos, acariciando mi rostro en el trayecto, me separo un poco para mirarle a la cara -Dime que pasó, tengo que saberlo.

Acaricio su rostro y sus labios hinchados por el beso, ella cierra los ojos.

Y así lo hace, Kylie me cuenta brevemente lo que pasó, cierro los ojos y se me tensa todo el cuerpo de la rabia que tengo por el atrevimiento que tuvieron los hermanos Stoian al adentrarse en mi territorio, pero lo que más me revienta es la osadía que tuvo Razvan al acercarse a ella.

Abro los ojos y la encuentro mirándome fijamente.

-¿Te beso? ¿Te toco? ¿Te hizo algo? -Pregunto tomando su rostro en mis manos acercándola más a mí, apunto de volverme loco de los celos.

La miro a los ojos y todos sus recuerdos de esa tarde pasan por su mente como una película.

-Lo voy a matar -Gruño al ver en su mente lo cerca que él estuvo de ella y el miedo que eso le produjo.

Me separo de ella y camino a la puerta, ella suelta un grito y corre hasta mi, cerrando la puerta con su cuerpo.

-Kylie, déjame salir -Le digo conteniendo la ira.

-Mírame, Dereck mírame -Ella toca mi rostro con ambas manos y yo la miró -Él no significa nada para mí, No vayas, quédate conmigo.

La tensión no ha abandonado mi cuerpo, Kylie me besa y empieza a desabrocharme los botones de la camisa con manos torpes, yo pongo mis manos sobre las suyas y la miro fijamente a los ojos.

-Por favor, déjame hacerlo, quiero que me hagas sentir tuya una vez más -Me dice en tono suplicante, con su boca rosando la mía.

Yo tomo su boca con pasión, en estos momentos yo también lo necesito; necesito sentir que ella es real, y que es solo mía, suelto sus manos y ella continua con su tarea en los botones, cuando termina pasa la camisa por mis hombros dejándola caer al suelo y yo aprieto su cálido cuerpo al mío, jadeando al sentir sus turgentes pechos pegándose a mí, siento su tímida lengua rozar la mía y sus dedos curiosos recorrer mi pecho hasta llegar a la pretina de mi pantalón y desabrocharlo.

Me lo quito en un rápido movimiento llevándome en el trayecto mi ropa interior.

No sé en qué momento llegamos hasta la cama, lo único que sé es que estoy acostado bocarriba en el centro de esta con Kylie subiéndose encima de mí, me siento en la cama y ella me besa nuevamente, yo la sujetó de la cintura, bajo mi rostro a su cuello y a sus pechos, besando, mordiendo y chupando levemente cada zona.

Ella baja sus caderas hasta que siento mi masculinidad abrirse paso en su intimidad, después de unos momentos las mueve de una manera brutal, haciéndome llegar a lo más profundo de su cavidad vaginal, arrancándonos un gemido de placer a ambos; ante las sensaciones ella arquea su espalda echando su cabeza hacia atrás dándome mejor acceso y gime fuerte ante cada beso.

-Eres mía pequeña -Le digo levantando mis caderas y ella gime -Jamás nadie podrá apartarte de mi lado, prefiero morir antes que eso suceda.

-Shh, no digas eso -Dice a la vez que una lágrima escapa de sus ojos -No podría vivir sin ti.

-Yo tampoco podría vivir sin ti, eres mía, jamás serás de otro -Le digo ayudándola a marcar un ritmo al momento de subir y bajar -No podría vivir sabiéndote ajena.

-Nunca habrá nadie más -Jadea en mi boca a la vez que sube y baja sobre mi miembro y su cuerpo va adquiriendo una leve capa de sudor -Soy tuya, siempre he sido tuya.

-Entonces cásate conmigo -Le digo de repente, está no era la manera en la que tenía planeado pedírselo pero no todas las cosas salen como uno quiere.

Ella se detiene mirándome sorprendida y yo le sonrió.

-Kylie, ya eres mía en el mundo sobrenatural, mi mundo, ahora quiero que lo seas en el mundo de los humanos, tu mundo -Sus ojos se llenan de lágrimas -Qué me dices, ¿Quieres casarte conmigo?.

-Claro que sí -Dice en un susurró y yo la abrazo besando su rostro.

Nos giro en la cama dejándola a ella debajo de mi cuerpo, ella flexiona las piernas dándome un mejor acceso entre ellas, y allí empiezo a mover mis caderas lentamente, quiero saborear y marcar cada rincón de su cuerpo.

-Quiero que cuando despiertes en la mañana, cada movimiento que realices te recuerde que yo, y solamente yo he estado allí, que eres mía, solamente mía...

Desde el lugar en el que estoy; al pie de la cama, puedo observarla detalladamente, está totalmente desnuda con una sábana enredada en sus piernas, su cabello negrísimo está ligeramente despeinado, sus labios están rojos y ligeramente hinchados, dándole un aspecto sexy.

Alrededor de su cuello y pecho se empiezan a notar unas marcas coloradas consecuencia de los besos que le di, ella se ve tan inocente mientras duerme que me parece estar viendo a un ángel.

Uno que te incita a cometer pecado.

Regreso a la cama poco después, recostándome a su lado para abrazarla, la observo detenidamente por unos minutos, le doy un beso y ella se remueve en sueños, acomodándose en mi pecho, yo la atraigo un poco más a mi cuerpo, nos cubro con la colcha y me quedo dormido al instante.

(...)

Despierto, por la cosquillas que siento en mi pecho, abro los ojos solo para encontrármela allí, mirándome de una forma tan inocente con una sonrisa en sus labios.

-Buen día -Dice en un susurro mientras pasa un mechón de su cabello por mi pecho, causándome más cosquillas.

-Buen día -Le respondo con una sonrisa y le doy un beso en los labios -¿Qué tal dormiste?

-Excelente -Dice sonrojada, de pronto ella hace un sonido raro, y sale disparada de la cama, pero al bajarse hace una mueca de dolor, y yo sonrió ganándome una mirada fulminante de su parte -Ahora vengo, no te muevas -Me dice antes de entrar al vestidor caminando de una manera extraña.

yo vuelvo a sonreír por eso.

Cuando regresa lo hace con una caja de regalo no muy grande de color azul con un moño dorado, yo la miro extrañado.

-No puedes leer mi mente -Me advierte y yo solo asiento.

Ella me entrega la caja y se sienta a mi lado haciendo otra mueca al hacerlo.

-No sé a qué se debe esto, no es mi cumpleaños.

-Ábrela, quiero ver tu reacción -Me dice un poco nerviosa.

Cuando levanto la tapa de la caja, me encuentro con unos hermosos zapatitos de bebé color amarillo, levanto mi rostro y la veo tenderme un objeto, lo tomo y veo que es una prueba de embarazo con dos líneas que indica que es positivo.

Yo sonrió, hago las cosas a un lado y me lanzó sobre ella teniendo mucho cuidado de no aplastarla, y le beso todo su rostro.

Ella ríe divertida.

Aunque ya sabía que ella estaba embarazada -logré notarlo hace unos días -no deja de emocionarme saber que ella esta contenta por nuestro bebé.

Bajo mi rostro hasta su vientre y le hablo a mi bebé;

-Hola, soy tu papá, quiero que sepas que te amo mucho y que te espero con ansias -Dejo un beso en su vientre para luego besarla a ella en sus labios.

-No sabes lo feliz que estoy, gracias por esto -Le digo acariciando su vientre -Desde que llegaste a mi vida le diste color, te amo.

La besó intentando de expresarle todo lo que con palabras no.

Me levanto de la cama, busco algo que ponerme en el vestidor y cuando salgo Kylie está sentada en la cama con una toalla envuelta en su cuerpo.

-¿A dónde vas? -Pregunta con curiosidad.

-Iré a decirle a Dylan la gran noticia -Le digo terminando de ponerme una camiseta.

-Te acompañaré -Se pone un albornoz grueso, que le llega debajo de las rodillas.

Camino con ella de la mano y cuando llegamos a la puerta de Dylan, tocó dos veces, al no obtener respuesta vuelvo a tocar pero con más insistencia.

Luego de unos segundos, un muy sonriente Dylan abre la puerta y al verme se me lanza en un abrazo.

-Voy a ser papá -Decimos los dos al tiempo.

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Holaaa Mis Amores

¿Cómo están?

¿Me extrañaron? A que sí.

Aquí estoy dejándoles un nuevo capítulo.

¿Qué les pareció?

Denme su opinión.

Les pido por favor que dejen su voto y su comentario, no es mucho pedir.

Gracias a los que me apoyan incondicionalmente, los adoro.

Besos 🍒

SIEMPRE HAS SIDO MÍA (Saga Gemel@s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora