Capítulo 13

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Acomodé todo en la mesa de centro, creo que para ambos sería más cómodo y relajado.

- Esto se ve bueno cabron.

- Ni se te ocurra, es para Erick - advertí.

- Mierda, esto es raro. Tú cocinando, ordenando y para una sola persona.

- ¿Tú también? Qué solo es un agradecimiento.

- A nosotros nunca nos haces la cena - reclamó Zabdiel.

- Mira, Erick no está pasando un buen momento, coincido con Iván, tiene que distraerse - añadí.

- Mmm, ya.

No le tomé atención a sus gestos intencionados, al parecer todos se había puesto de acuerdo para fastidiarme.

- ¡Qué no! Ten, tus cosas, nos vemos mañana - dije empujándolo.

- ¿Me estás corriendo de mi propio departamento?

- Sí, que te vaya bien.

Cerré la puerta con un pequeño ataque de risa, llevar a Erick a mi casa hubiera sido comprometedor y mi madre no nos hubiera dejado en paz.

Christopher 20:11 pm.
¿Ya vienes?

Erick 20:13 pm.
Creo que llegué, pero
me encontré con Zabdi.

Christopher 20:15 pm.
Sube 😏

Miré a mi alrededor esperando que ningún detalle se me haya escapado, me sentía fuera de mi normalidad.

- Hey, hola - saludó.

- Te ves muy bien.

- Mmm, tú...regular - bromeó.

- Me veo hermoso. Anda, pasa o soy capaz de dejarte afuera.

El aire pareció mezclarse con su perfume, no pude evitar analizar todo lo que mis ojos tenían a su paso.

- Creo que no te tenía tanta fe, está cool - halagó.

- Siéntate, que yo te atienda en tu puta vida se va a repetir.

- Uh, que amable.

Solté un respiro al recordar que sería yo quien debía ordenar, pero estaba feliz de que mi carne y los vegetales hayan tenido éxito.

- Provecho.

- Gracias, provecho también - deseó.

Esperé a que se llevara la comida a la boca, necesitaba tener la seguridad de que era algo de su agrado.

- ¿Y?

- ¿Y qué? - rió.

- ¿Si te gustó?

- Sí, está muy bueno, te felicito.

Llevé la comida a mi boca en lo que mi mirada estaba en el escote de su pecho, su forma de usar las camisas era muy propia a su estilo.

Cenamos a gusto, descubrí a un Erick divertido, de malos chistes pero su actitud lo recompensaba.

- ¿Quieres? Es solo espumante, me gusta - añadí.

- Claro y no te preocupes, yo no hago escándalos en la madrugada - molestó.

- ¡Basta ya! - reí.

- Gracias, estuvo todo realmente bueno.

Me senté a su lado para beber un poco más de aquel delicioso espumante, me sentía muy cómodo.

- Iván me vio salir de tu habitación - conté.

- Lo sé, me lo dijo.

- Es un fastidioso el pendejo ese.

- Dímelo a mi, me molestó todo el día.

- Quiere que sea su primo, dice que me prefiere más que a Joel.

Me miró perdido, su sonrisa era hipnotizante.

- De hecho se quedará con las ganas, porque ninguno de los dos me interesa.

- Qué perro eres - negué.

- ¿Por qué? Estoy en mi derecho, además creo que debo ir a mi ritmo, ustedes están en otra etapa de sus vidas pero como amigos me caen espectacular - agregó.

- Entonces Joel no te gusta.

- No, es muy lindo y tierno pero como te he dicho no estoy en un buen momento emocional.

- ¿Puedes olvidarte de ese hijo de puta de una buena vez?

- ¿Perdón?

- Si viniste a Ecuador al menos cumple tu objetivo, Erick, te engañó y de seguro mientras tú te lamentas por ese idiota él está complacido con quizás quien sabe.

- Vaya, gracias por tanto ánimo.

- Es que nadie te ha dicho las cosas como son. ¿Quieres que te hable bonito sobre lo que te hizo? Puedo hacerlo, pero te estaría mintiendo tal como lo hacen todos.

- Suficiente, ya me quedó claro - rió desanimado.

Lo atraje a mi cuerpo para que al menos sienta mi apoyo, nadie podía dudar en que era un buen chico.

- Disfruta de tu vida, de seguro alguien te va a corresponder - susurré.

- No eres el indicado para aconsejarme.

- ¿Por qué no?

- Porque tú eres como él, vas de persona en persona sin saber si quizás los demás sienten algo más que placer.

Me detuve a pensar, seguramente tenía razón pero yo no podía hacer nada, mis impulsos me controlaban.

Corrí un poco su camisa dejando a mi vista su hombro, disimulé besos que por sus gestos y sus ojos cerrados me daban a entender que disfrutaba.

Adictiva Tentación - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora