Me tomó por sorpresa que mi tío haya tomado esa actitud, para ser sincero me dolió, no podía ocultarlo.
- No te preocupes, ya se dará cuenta de que cometió un error.
- ¿Viste como ni siquiera se dió el tiempo de preguntar que había pasado?
- Erick, no te voy a dejar solo.
Detuve nuestro caminar para envolverlo en un abrazo, era bonito sentirse apoyado.
- Creo que no tenemos suerte con las citas - bromeé.
- Al parecer no.
- Christopher, no quiero molestar...
- No lo harás, en mi casa siempre serás bien recibido y no te dejaré volver a la casa de Oscar - advirtió.
Abrió la puerta dejando ver a sus padres muy cómodamente, por un momento deseé que en un futuro pudiese estar así en compañía de él.
- ¿Ya regresaron? ¿Tan temprano? - preguntó su madre.
- Tuvimos un pequeño problema. ¿Les molestaría que Erick se quede aquí?
- Claro que no, pero qué pasó.
Ambos nos miramos sabiendo si era bueno contar aquello, pero si estaba aquí era lo mínimo que podía hacer.
- Tuve un problema con la novia de mi tío - enseñé mi mejilla.
- ¿Ya te limpiaste eso?
- Algo.
- Dios, eso se te puede infectar...siéntate, mira nada más - observó.
Logré mirar a Christopher de reojo, le di una pequeña sonrisa que fue respondida con un beso al aire, a estas alturas quizás no debería sentirme avergonzado, pero lo hacía.
La madre de Christopher me hizo unas cuantas preguntas, se me hizo difícil ocultar aquel error que cometí, pero fue un acuerdo entre ambos que el asunto no afectara en nuestro presente.
- ¿Quieres que hagamos algo? - preguntó.
- No lo sé, estoy muy tenso aún. ¿Qué pasa si llama a la policia?
- ¿Por qué los llamaría? No te traje obligado.
- Pero aún tengo diecisiete y prácticamente estoy a su cargo.
- A veces me olvido de ese detalle, eres un bebé - molestó.
- ¡No nos trajimos a Ollie!
- Maldición, le enviaré un mensaje a Iván, de algo que sirva el pendejo ese.
- ¿Lo podrá traer?
- Dudo que tu tío quiera, esperemos hasta mañana. ¿Subimos?
- Ni siquiera traje ropa.
- ¿Y para que quieres ropa? Sin ella te ves pero...¡uf!
- Creo que prefiero sacar algo de tu closet - reí.
Lo seguí en lo que intentaba hablar con mi primo, entre tanta tensión olvidamos completamente nuestra responsabilidad con Ollie.
- Procura cerrar la puerta - aconsejó su madre.
- Procura no andar de chismosa.
- Niño grosero.
- ¡Mamá! - exclamó ante su nalgada.
- Duerme bien cariño, mañana será otro día - dijo para mi con un beso.
- Gracias, que descanse.
Debo admitir que estar en casa de Christopher me hacía sentir cómodo, era como si todos aquí solo se enfocaran en vivir el día a día.
- No te preocupes, recompensaremos esta noche de algún modo.
- No pensé que me defenderías así, gracias por cierto - añadí.
- Lo haría las veces que sea, te ves cansado.
- Estas cosas me agotan, si llama a mi madre estoy muerto.
- ¿Y si hablo con ella? Quizás...
- Ay no es cierto - negué.
Nos acercamos un poco a la ventana confirmando lo que habíamos escuchado, apenas vi a mi tío bajar de esa patrulla me sentí muy decepcionado.
- Quédate aquí.
- Christopher no te metas en problemas, prefiero irme.
- Bajaré con mis padres, no te preocupes.
- Pero...
- Bonito, confía en mi - pidió.