Capítulo 38

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Narra Christopher.

Sonreí sin abrir los ojos, su tacto era único y placentero.

- Buenos días - susurró.

- ¿Dormiste bien?

- Creo que no desperté en toda la noche - respondió.

- Eso es bueno, ayer estabas muy tenso.

- Pensé que mi tío no dejaría que me quede, admito que me asusté.

- Ya se dará cuenta de su error, no te preocupes.

- Voy a llamar a mi mamá - añadió.

- ¿Para qué?

- No lo sé, quiero ver la posibilidad de que busquemos otra opción, no voy a estar cómodo en la casa de mi tío pero tampoco quiero volver a España.

- Vente a vivir conmigo - propuse.

- ¿Estás loco? Nosotros no estamos listos para vivir juntos.

- ¿Por qué?

- Porque somos inmaduros y estoy seguro que a la primera pelea me vas a correr.

Reí ante aquella absurda respuesta, habían momentos en la que nuestra inmadurez nos ganaba, pero no a niveles tan extremos.

- No quiero que te vayas - confesé.

- Hace unos días si querías.

- Soy un perfecto mentiroso.

- ¿Tú volverías conmigo?

- Am. ¿Esa es una pregunta dudosa o una definitiva?

- Un poco de ambas - dijo desanimado.

Me dí un momento para pensar, si bien en un comienzo lo que pasó me afectó mucho, cada vez iba priorizando el día a día.

- Sí, la verdad sí - respondí.

- ¿De verdad? Osea, tú ya...¿ya no estás molesto?

- Te quiero, cualquiera se equivoca ¿no? Además creo que no soy el indicado para juzgarte, quiero volver contigo.

Sonrió sin darme tiempo de también hacerlo, su poco peso corporal sobre el mío me llevó a abrazarlo de una forma inigualable.

- Yo también te quiero.

- Hagamos las cosas bien, tengamos un lindo noviazgo.

- ¿Tú pidiendo eso? - bromeó.

- ¿Te burlas?

- Es que es muy raro.

- Lo sé y no creas que estoy tan relajado, por dentro estoy nervioso y ni siquiera sé por qué.

- Eso me deja tranquilo, sé que estás siendo sincero, que me quieres de verdad.

Me levanté un poco para alcanzar sus labios, disfrutaba que los besos fueran lentos y suaves, estaba atrapado.

- ¿Hijo? - llamó mi madre.

- Wow, aprendió a tocar - susurré.

- No seas así - rió mi novio.

- Qué pasa mamá.

- Llegó Oscar, viene por Erick.

Noté como su cara se tornó triste, me pesaba que tuviera que pasar por momentos como estos.

- Ya bajamos - respondí.

- Creo que voy a cambiarme.

- Toma algo de mi ropa, escoge lo que quieras.

- No me quiero ir - negó abrazándose a mi.

- Estaré pendiente de ti, te lo prometo.

- ¿Solo de mi?

- Bueno, Ollie va incluído, es mi hijo - reí.

Le di tiempo a que escoja algo, ahora más que nunca sentía esa responsabilidad de cuidar de él.

Bajamos en silencio, supuse que la ausencia de mi padre era debido a su trabajo.

- ¿Estás listo? - preguntó serio.

- Sí.

- ¿Puedo hablar con usted? - consulté calmado.

- Tengo prisa y Erick tiene clases.

- Sé que está molesto, pero usted no es el único. Esa señora...

- Mis problemas los soluciono yo, no hagas que pierda ese cariño que te tengo Christopher - pidió.

- ¿Pero por qué dice eso? Habla como si la culpa fuera nuestra, lo siento, pero si esa señora vuelve a molestar a mi novio aunque sea pasando sobre usted le pondré un alto - advertí.

- Bien, en ese caso no quiero que verte en mi casa.

- ¿Tío, no crees que estás exagerando? - preguntó Erick.

- Es mi última palabra, andando.

Miré a mi madre con gran sorpresa, detuve su caminar para evitar que el problema fuese mayor.

- Vas a decirme ahora mismo que fue lo que pasó realmente Vélez - exigió.

- Solo te diré que necesitaré de tu apoyo, Erick me necesita.

Adictiva Tentación - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora