Capítulo 34

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Narra Erick.

Temía que este encuentro fuese el último, tenía miedo de que cumpla la palabra de que esta sea nuestra despedida.

Mis sentimientos hacia él eran más fuertes de lo que yo esperaba, al dejar España nunca tuve como intención buscar una relación con alguien.

- Um...Chris - susurré.

Sus manos llevaron que mi cuerpo quedará sobre el suyo, no besar sus labios era imposible, eran una adicción constante.

Presioné las sábanas mientras sus embestidas eran rápidas, agradecía que la casa estuviera sola, de otra forma nuestros gritos no hubieran sido posibles.

- Uh, como me gusta eso.

- ¿Si? - pregunté haciendo círculos.

- Ah, si si...mmm.

- Chris.

- Qué.

- Haz todo lo que no hiciste en este tiempo, cógeme duro - solté.

- ...wow, que directo eres, yo pensé que...

- Solo hazlo, lo quiero, lo necesito.

- Bien, párate.

- Obligame.

- Uh. ¿estás seguro?

- Ajam.

- Cómo quieras.

Jaló mis brazos con algo de fuerza, quedé sentado en una altura tentadora.

Quité aquel condón que en realidad estorbaba, hice succiones profundas en esa erección que no estaba dispuesta a bajar fácilmente.

- Mierda, Christopher - hablé con algo de dolor.

Su mano en mi cabello jaló hasta que logró ponerme de pie, apenas cargó mi cuerpo me aferré a él esperando a que hiciera lo suyo.

- Eso, hazlo - pidió.

- ¡A-A-AH!

- Dime qué soy el único, dilo.

- No...¡OH, CHRIS!

- ¡Mi cabello!

- ¿Duele verdad?

- Erick basta, me duele.

- Pídelo.

Sentí mi espalda en la cama mientras el cuerpo de Christopher estaba sobre el mío, nos quedamos en completo silencio apenas escuchamos como un sonido particular se apoderó de la habitación.

- Mierda, mi cama - soltó.

- Solo sonó. ¿Verdad?

- Eso espero.

- Supongo que puedo darme un baño.

- ¿Ahora?

- No, creo que así estamos bien - abracé.

Sonrió provocando que yo también lo haga, juntamos nuestras narices haciendo pequeños movimientos suaves.

- Ven, acomodate.

- Wow, gracias que amable - reí cubriendo mi cuerpo.

- ¿No estarás sudando mucho?

- Acabamos de coger, es normal ¿no?

- Claro, creo que quedé un poco traumatizado desde esa vez que te vi tan mal - contó.

- Eso es porque te preocupo y si te preocupas es porque me quieres.

- No he dicho lo contrario, solo que hay situaciones que te bloquean.

Me abracé a su cuerpo siendo correspondido, dejé pequeños besos en su pecho procurando ser delicado.

- No aceptaré que esto sea una despedida - advertí.

- ¿Y de que sirve? Si de todos modos te irás y te llevarás a mi bebé.

- Osea si era una opción, pero no tengo ni boletos comprados, ni las ganas de irme.

- ¿Me mentiste en la cara?

- No no no, yo si soy capaz de irme, pero con estas cosas uno duda Christopher - reí.

- Eres un hijo de...

- Eh eh eh, cuidado con lo que dices que es tu suegra.

- Yo no tengo suegra, yo estoy soltero.

- Qué cabron eres - negué.

- ¿Qué? ¿Crees que por esto voy a volver contigo?

Lo miré fijamente con el ceño fruncido, quizás estaba acelerando las cosas.

- Qué quieres que haga, dime, lo hago. ¿Quieres que me arrodille?

- Hey hey, no seas imbécil - detuvo.

- Necesito que me perdones, esta maldita culpa me está matando.

- Pero no así, nunca te arrodilles por nadie, ni siquiera por mi.

- ¡Es que quiero que vuelvas conmigo!

- Poco a poco, estoy dispuesto a dejar que me sorprendas.

- ¿Para que me dejes plantado? Vete a la mierda.

- Oye, que boquita la tuya - regañó.

- Chris, me esforcé por esa sorpresa, me dolió que no llegaras.

- ¿Y si la haces de nuevo? Prometo llegar.

- Lo pensaré - dije recargando mi cabeza en su pecho.

Sus caricias eran tan suaves que si probablemente seguía terminaría dormido.

Ese silencio que fue tan relajante terminó apenas la puerta se abrió y se cerró, ahí fue cuando mis mejillas tomaron un calor extremadamente intenso.

- Ya nos vió, no sacas nada con preocuparte - dijo.

- ¿Y lo dices así de relajado? ¡Es tu mamá! Demonios, que vergüenza.

- Relájate, aunque creo que sería bueno levantarnos y bajar.

- ¿Qué? No no no, tú estás loco - negué.

- Confía en mi, mi mamá entenderá.

- Chris no, no quiero.

- ¿Quieres intentarlo y empezar bien?

- Obviamente.

- Gánate a tu futura suegra, a ver si de paso logras ganarme de nuevo.

Adictiva Tentación - ChriserickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora