Mi corazón estaba a mil por hora, apenas recibí su mensaje no dudé en llamarlo, por un momento no le tomé tanta importancia, Iván suele ser exagerado en algunas instancias, pero lo escuché tan agitado que caí en conciencia de que algo estaba pasando.
- IVÁN - grité desde afuera.
Toqué la puerta en varias ocasiones, apenas abrió no dude en subir a la habitación de mi ex novio.
- Llamé a la ambulancia pero no me contestaron, no sé que hacer, está sudando mucho.
- Demasiado, dame una toalla - pedí.
- Ten. ¿Qué hacemos?
- Toma, abre el auto - dije facilitando las llaves.
- ¿Lo llevaremos al hospital?
- ¿Quieres dejarlo aquí?
- N-No...ya voy.
Tomé unos zapatos cómodos, encontrar sus documentos no fue complicado, tenía conocimiento de los lugares en donde dejaba casa cosa. Lo tomé en brazos intentando ser lo más cuidadoso posible, se veía realmente mal.
- ¡Date prisa!
- ¡Estoy nervioso, no quiero chocar! - exclamó al volante.
- ¿Erick? Hey, mírame - susurré.
Intentaba abrir sus ojos pero estaba muy confuso, el sudor estaba siendo excesivo y eso se notaba a simple vista. Secaba su sudor en reiteradas ocasiones, un nudo en mi garganta estaba a punto de explotar, no me gustaba verlo así.
Bajamos lo más rápido posible, tomaron esto como una urgencia por lo que eso nos llevó a un alivio inmediato.
- Mi papá viene en camino - avisó.
- ¿Lo viste?
- Ya, tranquilo que lo están atendiendo - abrazó.
- Estaba muy mal, no puedo estarlo.
- Chris estás temblando, tienes que calmarte, estará bien.
- ¿Y si no? - pregunté sin contener el llanto.
- Bro - abrazó.
Estaba consumido por las emociones y el miedo, calmar el temblor de mi cuerpo no fue sencillo, de hecho tomó bastante tiempo.
Afortunadamente el padre de Iván llegó a tiempo, su abrazo confortante fue una gran muestra de apoyo, si bien ya no estaba con Erick era imposible no preocuparme de él.
- ¿Familiares de Erick Colón?
- Soy su tío. ¿Está bien?
- Sí, ya lo estamos estabilizando, ahora está en la sala de urgencias pero lo vamos a trasladar a una habitación en lo que se recupera un poco - comentó la doctora.
- ¿Pero qué tenía? - consulté.
- Una deshidratación, afortunadamente no es grave pero considerando su edad y su estado físico si le afectó bastante, en palabras simples estaba eliminando más líquido de lo que debía absorver.
- Hoy lo noté un poco mal, de hecho ayer ya no estaba bien, ha tenido unos días complicados.
- ¿Ha estado comiendo bien o tomando líquidos?
- La verdad muy poco - contestó.
Me alejé un poco al escuchar aquello, eran detalles que no sabía que estaban sucediendo y que me hacían sentir mal.
- No es tu culpa - añadió Iván.
- Por qué mierda no me dijiste que ni siquiera estaba comiendo bien. ¿Eh?
- No pensé que eso lo iba a llevar a esto.
- ¡Cómo de que no!
- Cálmate que me alteras y no es el momento Christopher - pidió.
- Por favor, no seas duro con él, cuídalo.
- Claro que lo haré, de hecho no debí dejar de hacerlo, soy un idiota.
- Chris - llamó el padre de Iván.
- ¿Si?
- ¿Quieres verlo tú primero?
- Sí quiere. Chris, le hará bien verte - intentó convencer.
Tenía una lucha interna intentando decifrar que era bueno. Acepté con un poco de temor, no quería que las cosas se volvieran una confusión.
Caminé hasta donde me indicaron, miré por el espacio que dejaba la puerta viendo como su rostro aún se notaba cansado y como por vía intravenosa le suministraban lo que posiblemente le estaba dando su estabilidad.
Retrocedí siendo incapaz de pasar a la habitación, al menos estaba en conocimiento de que se estaba recuperando.
- ¿Chris? - mencionó Iván.
- No puedo, lo siento.
- P-Pero...
- Nos vemos en la universidad.