Llamé a Ollie quien desde que llegamos se dedicó a dormir, tuvimos suerte de que dejaran que nos quedemos con él.
- Solo tú me entiendes. ¿Sabes que todos me ponen en duda?
Él solo me miraba esperando un descuido mío para morder mi ropa, deposité pequeños besos mientras luchaba por no morir de risa ante sus pequeños mordiscos.
- Hasta que te encuentro. ¿Por qué no volviste? - preguntó.
- Porque no.
- ¿Estás enojado? ¿Qué pasó?
- ¿Y si nos regresamos?
- A ver, qué pasó.
- Iván, lanzó un comentario que me molestó. ¿Puedes creer que insinuó que me puedo meter con ese chico?
- De seguro se guió por lo que dije.
- De saber que esta mierda iba a pasar no vengo.
Se recostó a mi lado ocultando su rostro en mi cuello, Ollie estaba ansioso de quitarlo.
- Creo que es celoso, siempre hace lo mismo - rió.
- Mmm.
- No estés así, está molesto, a veces es idiota tú lo conoces mejor en ese aspecto.
- Pero nunca me había dicho algo así, si no fuera mi amigo le hubiera partido la cara - añadí.
- Bueno, si quieres nos regresamos, yo hablo con mi tío.
- Vamos juntos, así aprovechamos de que Ollie camine un poco.
Buscamos sus cosas que realmente no ocupaban espacio, Erick era muy cuidadoso con nuestro cachorro y eso provocaba que fuera tan consentido.
Era algo tierno que las personas se detuvieran a hacerle cariño, a pesar de ser chiquito llamaba la atención.
- Christopher. ¿Hablamos? - preguntó Iván.
- Este...¿Mi tío en donde está?
- Creo que fue a la playa. ¿Necesitas algo?
- Mmm, nos vamos - dijo inseguro.
Preferí adelantar el paso, aún sentía molestia por las palabras de quien se supone era mi mejor amigo, jamás me había juzgado.
Casi pierdo el equilibrio al sentir un peso en mi cuerpo, claramente no era Erick.
- Perdóname, no quise hacer que te sientas mal.
- Quítate.
- No se vayan, por favor, hago lo que quieras - propuso.
- En ese caso vete a la mierda.
- No te vas a ir, aunque te tenga que amarrar pendejo.
- QUÉ ME SUELTES, NO ESCUCHAS O QUÉ - quité.
Retrocedió unos cuantos pasos entendiendo que mi molestia no era un juego, yo era la persona menos amargada del mundo, pero dolido era muy cerrado.
- ¿No crees que estás exagerando Christopher?
- No, lo que pasa es que piensas lo mismo que él, por eso lo defiendes.
- Cálmate, no estoy diciendo eso.
- Entonces no te metas - pedí.
- Me meto porque eres mi novio, Iván es mi primo y no me gusta que por cosas que ni siquiera son problemas de ustedes se peleen como dos niños.
- Claro.
- Quizás por algo te tomaste el comentario tan a personal - añadió.
- ¿Sabes qué? Piensa lo que quieras, si no confías en mi es tu problema.
- A dónde vas - detuvo.
- Por mis cosas.
Tomé a Ollie sin imaginar que Erick me lo quitaría, evidentemente no había sido una buena idea venir. Afortunadamente no había sacado nada, solo fue cosa de segundos para estar listo, solo debía buscar la forma de volver.
Sentí una extraña sensación al ver como los ojos de Erick estaban conteniendo las lágrimas, pero que yo no llorara no significaba que no estuviera mal.
- Chris, lo siento - habló Iván.
- Solo dile a tu papá que se me presentó un problema, pero que de todas formas le agradezco el detalle.
- Eres un imbécil - soltó mi novio.
- Puede ser, pero confío en ti, a veces ni siquiera sé para que me esfuerzo por esto si de todas formas dudas de mi.
