08

3.8K 419 15
                                    

Cuando Percy despertó, observó a un ser simplemente magnífico que estaba a lado de donde fuera que se encontraba recostado. Parecía un ángel con su hermosos ojos verdes y cabello negro revuelto.

-Babeas cuando duermes -le dijo, tomando una toallita húmeda y limpiando su mejilla.

Percy se cubrió la cara con manos temblorosas y trató de levantarse, pero el pequeño desconocido se lo impidió, recostándolo otra vez.

-No deberías levantarte aún, has dormido por dos días, estás débil...

En ese momento llegó Grover, llevaba en sus manos un vaso de lo que parecía ser jugo de manzana con una pajilla verde y una pequeña sombrilla clavada en una cereza y se veía excepcionalmente culpable.

-Oh, Harry -saludó, algo incómodo -. Gracias por cuidar de él, esperaba que despertara después.

-Oh, no hay problema, Grovs.

Percy trató de sentarse de nuevo, pero sus brazos no soportaron su peso y cayó en la cama, esta vez sin necesidad de que el pelinegro ocupara su fuerza para impedírselo.

-Te dije que estabas débil, chico tonto.

-Lo siento -dijo Grover-. Soy un fracaso- soy -sorbió por su nariz- el peor sátiro del mundo.

-No es tu culpa -le dijo.

-Lo es, debía protegerte a toda costa.

Percy observó de reojo como Harry fruncía el ceño, supuso que era incómodo para él presenciar la conversación.

-¿Te pidió mamá que me protegieras?

-No, ese es mi trabajo. Soy un guardián... O al menos... lo fui.

-¿Pero por qué...? -de repente Percy se sintió mareado, su vista nadó, desenfocándose.

-No me gustaría meterme en esto -murmuró Harry-. Pero es mejor que te recuestes otra vez, te dije que no te levantaras.

-No te presiones, ten -Grover le extendió el vaso de... ¿jugo? Y Percy trató de sostenerlo.

Palabra clave, trató.

Harry actuó rápido mirando con reproche a Grover.

-Acabo de decirle que está débil, no pudo ni levantarse sin marearse y le confías un vaso de néctar a manos temblorosas. ¿Alguien alguna vez me toma en serio?

El niño le colocó la pajilla en la boca y con sus ojos entrecerrados dijo:-bebe.

Percy hizo caso y se impresionó por el sabor, él realmente esperaba que fuera jugo de manzana. No fue eso en lo absoluto. Eran galletas de chispas de chocolate. Galletas líquidas. Y no cualquier simple galleta; eran las galletas de chispas de chocolate azules caseras de su madre, con mantequilla y calientes, con las chispas todavía derritiéndose. Bebiendo eso se sintió cálido. Aunque la pena seguía ahí, sintió como si su madre acabara de pasar su mano por su mejilla, dándole la galleta como cuando era pequeño, diciéndole que todo iba a estar bien.

Sin darse cuenta, lo terminó. Él estaba seguro de que había tomado una bebida caliente, sin embargo, había cubitos de hielo en el vaso.

-¿Bueno? -dijo Harry, con un dulce tono de burla.

-Bastante.

-¿A qué sabía? -preguntó Grover, curioso.

-Lo siento -se disculpó-. Debí de dejarles algo.

Campeón [finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora