El nuevo gran maestro

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El maestro Wilton caminaba por uno de los pasillos del castillo cuando este alcanzó a unos guardias estos lo saludaron de forma muy elegante mientras que este seguía avanzando hasta llegar a una enorme puerta dorada con una gran sonrisa dibujada en su rostro y como no tenerla.

Después de la muerte del gran maestro se dictó estado de emergencia, se convocó a los siete maestros y a todos los generales fue una reunión de emergencia, quien diría que un prisionero lograra escapar con los cuatro báculos y lograra matar al gran maestro sin que nadie lo notara, cosa que les preocupó mucho a los maestros ya que esos báculos eran la garantía de la tregua que tenían y en especial por esa profecía a la que tanto temían.

Lo primero que tenían que hacer era elegir a un nuevo gran maestro y alguien que lo remplazara como el gran maestro.

-esto es algo inadmisible- dijo la maestra Anne –un asesinato frente a nuestras narices y no parece que haya sido un accidente, en lo personal yo me atrevería a decir que el asesino tuvo que recibir ayuda del exterior y quien más oportuno que los propios quimeras para lograrlo.

-creo que está exagerando, todos fueron evacuados en tiempo y forma justo para evitar que está guerra que hemos librado se detenga-intervino el maestro Turi sin solicitarla palabra antes de voltear a ver a todos los presentes- debemos tratar esto como un incidente aislado lejos de la jurisdicción de los quimeras y reunir fuerzas para dar con el ladrón antes de que ocurra una catástrofe.

-catástrofe la que ocurrió cuando el gran maestro optó por la tregua- le interrumpió la maestra Anne- lo que debimos hacer desde el inicio fue continuar el ataque a las islas y acabar con eso.

-¿Cuál ataque?-preguntó la maestra Serafina- lo último que recuerdo es que ya habíamos perdido territorios muy amplios y bastante grandes en la guerra de hace seis años ,¿o se refiere a otra guerra de la cual yo no estoy enterada?-

-es cierto estamos discutiendo en lugar de pasar a la acción, si queremos evitar una catástrofe-

-esperen que hay de la elección del gran maestro- intervino la maestra Rosi

-propongo que votemos ahora entonces y así decidamos que hacer de una buena vez- intervino el maestro Wilton.

-bien entonces quienes se postulan para el puesto-

Fue evidente que todos levantaron la mano convirtiendo esa conversación en un gran fraude ya que todos votarían por si mismos quedando en un empate

-saben que yo me retiro del voto- intervino la maestra Rosi

-yo también- intervino la maestra Serafina

-creo que también estoy fuera- intervino la maestra Serafina

-y yo, intervino el maestro Sion dejando solo a la maestra Anne, al maestro Wilton, y al maestro Turi

-bien entonces serán siete votos, nadie podrá abstenerse de votar.

-vayamos al grano intervino la maestra Anne-

-propongo reorganizar el ejército y atacar de nuevo las islas pero esta vez sin avisar a nadie y tomar esas islas por la fuerza-

-yo propongo evitar el conflicto y usar todos nuestros recursos a nuestro favor para encontrar al prisionero y si es posible pedir ayuda

-yo propongo el ataque con armas de destrucción masiva a las islas, firmando primero la declaración, el asunto del fugitivo puede llevarse a cabo con un solo agente, tarea la cual ya tome la iniciativa de realizar, mientras que ustedes solo pierden el tiempo discutiendo.

Fue evidente que el maestro Wilton ganó la votación, claro que algunos se impresionaron con la decisión de que el más nuevo de los maestros ganara pero había otros asuntos más urgentes que se debían atender.

Así que cuando el maestro estuvo listo con las ropas ceremoniales del gran maestro, aunque declino el que no se puso la máscara ya que no la necesitaba.

Cuando este llegó al lugar que le correspondía en la mesa puso orden a la discusión, que los maestros no paraban de tener, bueno quien iba a imaginarse lo que les acaba de ocurrir justo ene se castillo.

-y tal como prometí reiniciaremos la guerra comenzó a hablar casi ignorando al consejo que no paraban de discutir al respecto-

-y como dije tenemos dos problemas ahora, los cuales pueden resolverse al mismo tiempo, solo necesitamos firmar la declaración de nuevo, pero primero

Wilton, ahora el gran amaestro de puso de pie se volteó hacia un lado en un ágil movimiento mientras que levantaba si varita y de ella salieron unas chispas que chocaron contra la pared, o eso creyeron los maestros.

Después de que Wilton bajara la varita de la pared cayo un objeto moderadamente pesado al piso provocando un ruido bastante molesto.

Se trataba de una vasija de piedra que termino destrozada en el piso al momento de caer, pero en su interior había una cámara muy pequeña-

El gran maestro fue a caminar hacia ella y la agarro con ambas manos.

-este asunto es algo interno nuestro no es de la incumbencia de los quimeras- dijo antes de destrozar la cámara con sus dos manos provocando que los dos monitoristas que veían la cámara de los maestros se taparan los oídos por el ruido.

-y ese también- añadió girando rápido hacia otro lado y dispara con su varita alago que los maestros no pudieron distinguir era como un colibrí pequeño de color celeste.

Cuando le hechizo choco contra el colibrí este se convirtió en una nube de humo que tardo segundos en desaparecer

-una proyección animal un hechizo producto de la proyección astral que todos conocemos, este es veinte veces más fácil de detectar, pero si lo están usando quiere decir que la persona que nos está espiando es un amateur o solo un reportero chismoso- dijo Wilton mientras que miraba a los guardias- quien conjuró ese hechizo no debería estar muy lejos así que encuéntrenlo, además sea quien sea nos está subestimando y por mucho-

-si señor-dijeron antes de salir marchando por el pasillo buscando al intruso

-con respecto a los demás- se dio la vuelta a ver a los maestros, antes de dar la orden y de organizar a nuestras tropas es hora de elegir al siguiente maestro de las tierras forestales.

Volvieron a realizar la prueba de los girasoles y está vez fue una elfa oscura la elegida, esta mujer se retiró para que le dieran sus ropajes y tomar asiento en la mesa junto a los demás maestros.

-bien ahora llego el momento de firmar la declaración, pero ahora no tengan piedad, ni con los niños, ni con los elegidos ni con los descendientes que estén del otro bando, esas islas caerán y las reduciremos a cenizas-

Al acabar de decir esa frase hubo aplausos por parte de los generales y comandantes que se encontraban presentes, ya que no todos de los dos bandos había quedado satisfecho con la idea de la tregua, algunos por venganza, otros por deseo de superación, al final todo se reducía en la sed por ver la violencia.

Onward 3 : Los cuatro CastillosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora