Onward 3 : Los cuatro Castillos

La aduana

Las cosas ya estaban lista y empacadas, ambos elfos metieron sus maletas en Ginerva 2, claro estaba que hechizaron las maletas para que agrandaran su tamaño interior y meter todas las cosas, ropa, las computadoras, comida, biberones, libros, los juegos de mesa, la cuna desarmada de Fénix, aunque antes de irse ambos elfos tuvieron que llamar al general, o más a su asistente para decirles que ya se iban.

-si como dije ayer, bueno yo cálculo unas cuatro horas de viaje antes de llegar a la isla, nos vamos en una media hora-le dijo Barley por teléfono.

-hablando de eso acabo de recibir instrucciones, verán las evacuaciones acaban de empezar hace apenas unos días ya sabes el papeleo y eso así que ustedes no llegarán a la islas ustedes deberán reportarse en la aduana-

Eso le sorprendía a Barley, reportarse en la aduana, no esperaba que fueran tan estrictos, bueno quizás era la primer vez que recibirían a decenas de miles de personas de esa forma, claro que la gente iría a las islas para no alejarse demasiado de sus familias.

-¿para que la aduana?-

-simple es para una revisión de rutina, no piense mal del general, él quería que ustedes tres pasaran se forma directa pero bueno no puedo, así que solo revisarán que es lo que trae tranquilos casi toda la población de esas islas son hechiceros y saben que todos los que van a emigra tiene cosas reducidas de tamaño asi que van a revisar todo-

-solo llevamos comida, ropa y chácharas, ¿algo más que deba saber?-

-bueno si ahí les darán sus documentos y eso para que sean ciudadanos, bueno son unas identificaciones provisionales, les explicaran más a fondo-

-¿no habrá problemas con lo del bebé?-preguntó Barley intentando poner énfasis en esa pregunta ya que era la que más le interesaba

-tranquilos ese documento es legal ya hable con las oficinas de la aduana y saben las situación solo deben mostrar las credenciales que les dimos-

-Ah si las credenciales- susurró Barley mientras que agarra la tarjeta que tenía atada al cuello mediante una cinta

-les mandare la ubicación por teléfono además de que verán aviones militares y vehículos voladores de todo tipo con señalamiento no hay pierde-

-muy bien entonces llegaremos haya gracias-

-a ustedes-

Barley colgó su teléfono celular mientras que revisaba el buzón para ver el mensaje con las coordenadas, después de verlo se dio la vuelta y salió del edificio de los dormitorios, ahí se encontraba Ian terminando de acomodar las cosas y cerró las puertas.

-todo listo- le dijo Barley a su querido Ian- pero para serte sincero me gustaría que los chicos del equipo mamá y tus amigos de la escuela estuvieran aquí-

El elfo tuvo un sentimiento de melancolía en verdad, si les habían hecho una entre comillas fiesta de despedida dos días antes, y fueron a ver a su madre el día.

-si quieres podemos posponerlo al año siguiente-le dijo Ian poniendo su mano en su hombro.

Esa propuesta sonaba tentadora pero en lo personal, por una parte si quería volver a jugar para los unicornios y para que Ian se gradúe.

-entre más tiempo pase más difícil será-le dijo.

Barley se acercó a Ian y le dio un beso a Ian en la boca.

Ambos elfos se separaron y se subieron en la camioneta, ya dentro Barley comenzó a conducir, Fénix estaba en su silla de bebé profundamente dormido.

-¿Qué será lo primero que hagamos cuando lleguemos?-pregunto Ian.

-inscribirnos a la escuela, ya lo hable con la asistente e iniciaremos en dos meses, bueno yo iniciare-