Preoyección Astral

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Narra Ludo

La vigilancia se había debilitado mucho, vaya bonito momento para eso, no tenía tiempo así que tenía que hacer algo, había un truco pero arriesgado pero el que no arriesga no gana.

Ludo comenzó a recitar un hechizo de proyección astral, era un hechizo prohibido con el que podía dejar su cuerpo durante varios minutos, justo lo que necesitaba solo debía asegurarse de que el nuevo guardia no se diera cuenta, así que bajo la cabeza mientras cerraba el ojo para fingir que estaba profundamente dormido.

Espero un minuto antes de comenzar a susurrar el hechizo varias veces hasta que comenzó a sentir como su cuerpo se volvió más ligero y casi sin proponérselo logró ponerse de pie dejando su cuerpo atrás.

Ludo comenzó a caminar ene se estado en el cuál era mucho más fácil moverse, la desventaja era la visibilidad muy extraña ya que parecía estar moviéndose contra el viento a cada paso que daba, aunque sabía que era una ilusión.

Ludo salió de la carpa y fue hacia la otra que estaba la lado, ahí adentro tenían atado a Alfonso y al otro miembro del equipo.

Salió hacia la otra carpa que estaba enfrente y ahí vio que habían colocado en una mesa sus equipos de combate y sus canalizadores de magia entre ellos su anillo, en ese modo Ludo no podía tocarlo pero al menos ya sabía dónde estaban, pero podía activarlo para lanzar un hechizo que los distrajera a todos.

Ludo volvió a la carpa anterior este se inclinó sobre el otro soldado hasta tocar con su frente la frente del otro soldado, era a púnica forma de que la proyección astral podía comunicarse con otras personas.

Cuando Ludo logró meterse en la mente de ese soldado este entró en la mente de él, parecía como si hubiera entrado en una especie de restaurante bastante lujoso, cosa que no le sorprendería.

Ludo se sentó en una de las mesas dónde se encontraba sentado el soldado.

-¿Cómo?-

-dentro de poco usare un hechizo para hacer un ruido atronador, espero que te despiertes con eso después lanzare un hechizo para que te desates, una vez que lo haga atrae hacia ti mi anillo yo me encuentro en la cabaña de la lado-

Ludo salió de la mente del soldado, ya se le iba a acabar el tiempo, este comenzó a correr de regreso a su cuerpo, una vez cerca del cuerpo se dio la vuelta y se sentó justo arriba del cuerpo y con eso dio por terminado el hechizo.

Ludo volvió a abrir los ojos, nada había cambiado entonces era su oportunidad, el ciclope comenzaba a recitar otro hechizo, en eso se escuchó como desde otra de las carpas comenzó a escucharse un grito parecido a la alarma de un automóvil que sonaba muy fuerte, encomendándose a la suerte el ciclope recito de nuevo el hechizo para que la alarma dejara de sonar, después con otro hechizo activo de nuevo el anillo.

Ese movimiento si fue arriesgado.

-que ruido tan horrible-dijo el soldado que estaba haciendo guardia, mientras que el otro compañero de Ludo despertaba y este volteaba a ver de un lado a otro.

-¡Intruso!- grita alguien

Eso se le hizo raro a Ludo, ya que si esos dos despertaron y escaparon deberían gritar, han escapado, pero gritaron intruso, alguien de los demás escuadrones sería demasiada coincidencia además en caso de que una de las misiones de los campamentos fallara el protocolo decía seguir avanzando, la guerra se ganaría aunque no todos llegaran al final.

Se escuchó como varios disparos golpearon a alguien justo afuera de la carpa, mientras que alguien gritaba que no se escapen, lo cual sonaba con más sentido.

Hubo un destello que Ludo pudo ver a través de la carpa alguien había sido impactado por un relámpago antes de caer al piso, lo que indicó que se reanudaba la batalla.

-Kevin tenemos que salir y ayudar a Brown y a Alfonso- dijo Ludo al soldado atado.

-¡esta entre los árboles!-

-¿Cómo eludieron las alarmas?-

-algo me dice que no son ellos capitán Alfonso hubiera activado todas las alarmas-

En eso Brown el otro soldado entró en la base con los báculos de ellos y el anillo de Ludo, este uso su magia para desatarlos de las sillas, antes de darle a Kevin su báculo y a Ludo su anillo.

-¿Qué sucede?-

-refuerzos capitán -

-¿Quiénes son?-

-soldados de una unidad que nos venía siguiendo creo que son de las islas-

Los tres salieron de la carpa mientras veían como los estelares combatían uno contra uno a los refuerzos, el capitán no se esperó más así que con su anillo apuntó hacia uno de los estelares que le dio la espalda y el dio con un hechizo de fuego golpeándolo, dejándolo fuera de combate.

-¡No se queden viendo hay que acabarlos!- ordenó

-si señor-

Entre los tres comenzaron a disparar contra los soldados estelares que quedaban una vez que acabaron con ellos, los refuerzos ocho o nueve los rodearon a los tres con sus varitas.

-arriba las manos-dijeron varias veces.

Los tres levantaron las manos en alto, mientras que el cíclope comenzaba a identificarse.

-Capitán Ludo Gutiérrez, capitán de la décimo quinta división de infiltración y ataque, veinticinco años de edad-

-identificado, teníamos entendido que eran cuatro-

-el otro está herido todavía inconsciente- respondió Brown

-identifiquense-

-somos el escuadrón número diecisiete de la décima división de inteligencia y ataque, soy el sargento Jackson, el capitán Rugal está dirigiendo las tropas a los demás campamentos-dijo mientras que sacaba su placa del cuello, el capitán agarró la placa y con un sencillo hechizo se dio cuenta de que era real.

-qué extraño no nos informaron de que vendría otro escuadrón- añadió Ludo mientras que se daba la vuelta antes de ir a la carpa en la que se encontraba el resto de su equipo.

-a nosotros tampoco nos informaron-

Eso era muy extraño, bueno no es que no diera gracias por que los refuerzos que llegaron a tiempo, pero por qué no les notificaron que había más en camino, haría sido un error de documentos o definitivamente si querían esa zona.

El capitán entró a la carpa y se puso el resto del uniforme junto con su equipo mientras que Brown y Kevin hacían lo mismo.

-hay que preguntar por los demás en los otros campamentos-

-ya recibí las notificaciones los demás campamentos fueron tomados sus hombres están a salvo- le informo el capitán Rugal

-bien es hora de comunicar a la base esperando instrucciones, la tropa de asalto ahora podrá usar estos campamentos para ir a enfrentar la base del norte, lo que garantiza el control total de la tercera parte de este país, ahí si Kevin reanime al sargento Alfonso pero tenga cuidado no vaya ser que tan pronto despierte le responda con un puñetazo en la entrepierna-

El otro capitán volteó a verlo levantando la ceja en señal de incredulidad.

-así es el descontrolado prácticamente nos hecho la misión a perder, bien voy a comunicarme con el resto de mis soldados y con la base a esperar instrucciones-

Onward 3 : Los cuatro CastillosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora