Ultimos días en el barco

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Narra Ian

-bien ahora Fénix escribe y repite conmigo- le decía Ian mientras que el niño comenzaba a escribir con su lápiz en una hoja de su cuaderno mientras decía

-dos por cero cero, lo escribió con su lápiz, dos por una dos, dos por dos cuatro, dos por tres seis dos por cuatro ocho...

Los dos se encontraban en la habitación del barco, claro que no era del departamento mucho menos el hotel del lujo, así que la habitación que les toco era muy pequeña apenas tenía tres metros de ancho y de largo, del lado izquierdo estaban dos cama sostenidas de la pared, mediante magia, dónde dormían los tres, Laurel no pudo estar con ellos ya que le cambiaron el dormitorio solo a ella, a Ian no le quedó claro si era por ser una mujer con dos hombres y un niño, o si era porque ella no tenía magia.

Ambos Fénix e Ian estaban sentados en la cama recargados en una tabla la cual Ian estaba haciendo levitar en el aire para que Fénix pudiera escribir en ella, no podían salir mucho ya que entraban y salían aviones del hangar a casi todo el tiempo.

-dos por diez veinte- dijeron ambos antes de que el niño bien feliz volteara a ver a su papá Ian.-ya terminé-

-si pero tienes que aprendértela, no es tan complicado, solo tienes que ir sumando de dos en dos, crees que puedes hacerlo sin verlo-

El niño miro hacia un lado pensando antes de voltear a su papá sin mucho convencimiento y decirle que si, Ian sabía que no era algo tan fácil, pero ya habían escrito la tabla del dos al menos unas diez veces mientras que la leían, además de que se aprendió la tabla del cero y de uno de forma muy fácil así que había una posibilidad de que lo hiciera un aniño que dentro de poco entraría a la primaria si es que volvían o si salían de ahí

-a ver dime- le pidió Ian cerrando el cuaderno para que Fénix no pudiera leerlo-a ver dime-

El niño comenzó a decir primero la tabla del cero y del uno antes de pasar a la tabla del dos, cuando llego al dos por siete fue cuando se le complico al decir dieciséis, pero al final pude decirla.

-lo hiciste bien-

En eso se abrió la puerta y Barley entró en la habitación, Ian vio su cara que tenía parecía muy preocupado por algo y era algo que le urgía mucho hablar.

Fénix se levantó de la cama y corrió hacia su otro papá, Barley fingiendo felicidad ya que Fénix no se merecía preocuparse por la situación actual se agacho para estirar los brazos y levantarlo de un abrazo.

-hola-

Ian no pudo sonreír a veces le gustaría que Fenix corriera de la misma forma hacia el cuándo llegara, aunque lo comprendía Fénix pasaba más tiempo con el que con Barley quizás por eso Fénix se alegraba de verlo.

Eso era debido al trabajo de Barley, el siguió estudiando historia en la nueva universidad, mientras que ian tomaba clases por internet, cuando Barley terminó tres años después y presento la Tesis, antes de pasar a jugar un equipo profesional mientras que Ian cuidaba a Fénix y estudiaba su carrera de teoría de la magia, antes de trabajar en una editorial de libros de magia, muchas veces Ian llevaba a Fénix a la oficina poco antes de que Fénix iniciara la escuela.

Claro que la

Barley caminó cargando a Fénix hacia la cama antes de sentarse, Ian se acercó a Barley para besarlo en sus labios.

-mira ya me aprendí la tabla del dos-

-oh felicidades Fénix, me la dices-

-si-

Fénix comenzó a decir la tabal del dos mientras que Ian veía la cara de preocupación de Barley, que ya no pudo ocultar mientras que Fénix hablaba, Ian ya quería hablar con él, dos días en ese lugar y tanto silencio con respecto a la guerra causaba una gran sensación de intranquilidad.

-muy bien mi campeón, eres el mejor, ahora que tal si te pones a leer tus libros de cuentos tengo que hablar con tu papá Ian.

El niño afirmo con la cabeza antes de que Barley lo bajara y el niño fue hacia su mochila para comenzar a leer su libro que sacó de su mochila.

Ian sin dejar de ver a Barley se quedó esperando a que Fénix se distrajera, a Ian le hubiera gustado lanzar un hechizo para que Fénix no los pudiera escuchar, pero ese hechizo era de un nivel restringido mientras que estuvieran en el barco.

-¿Qué sucedió?-

-malas noticias, hubo bombardeos en algunas de las islas, algunos barcos y bases fueron destruidos, se han montado campamentos y bases ya dentro del continente, se va a reanudar la guerra y se pone peo, otros reinos van a ayudar en la luchar-

Eso sí que sonaba muy malo, pero no explicaba por qué no los dejaban ir ellos eran civiles no soldados, así que que podría ser peor.

-van a reclutar civiles, será de dos formas voluntariado o a la fuerza y están dando... no sé qué palabra utilizar, pero creo que sería preferencia a los hechiceros de tal nivel-

Lo que faltaba y justo lo que Ian temía, reclutamiento de civiles y justo ahora cuando tenían un niño pequeño a su cuidado y sin un lugar a dónde ir, si había dinero, tenían trabajo aunque no muchos amigos.

En eso Barley sacó del bolsillo de su chaqueta unos sobres sellados, Ian ya se imaginaba lo que eran, pero no quería adelantarse a lo que Barley iba a decirle.

-por la cantidad de ayuda que las islas están recibiendo del otro continente no creen que vayan a necesitar muchos civiles, de hecho solo necesitan a un hombre por familia, de hecho ya tiene un registro de a quien necesitan y a quien no, por desgracia debido a todos los favores que hicimos bueno... no solicitaron a ambos-

-espera, no podemos no somos guerreros y además- volteó a ver a Fénix- lo tenemos a el, si nos vamos el se queda solo-

-si ese es el caso, otra mala noticia es que el gobierno puede tomar posesión sobre el- intervino Barley

-Bueno técnicamente podemos poner a mamá como tutora legal digo ella puede cuidarlo-

-si vamos a hacer eso tendríamos que concluir el proceso a más tardar hoy, ya que nos requieren en dos días, lo bueno es que me contactó el general Leodas, me dice que no puede hacer nada, pero por lo de la noticia, pues en agradecimiento solo requerirán a uno de los dos-

Ian se quedó mirando el sobre y comprendía el por que la cara de Barley, y por alguna razón comprendió lo que él estaba pensando, se iba a ofrecer el y aunque un estaba en forma Barley no era el gran combatiente en magia.

-olvídalo, definitivamente no lo harás- intervino Ian intentando conservar la calma.

-Ian tenemos que hacerlo les debemos mucho por todo lo que hicieron por nosotros y por Fénix-

-entonces iré yo,

-olvídalo-

-soy mejor en la magia, también estoy en forma y siempre nos has cuidado a mí y a Fénix debo ser yo, me toca a mí.

Barley parecía querer comenzar a gritar pero no quería hacerlo frente a Fénix, Ian sabía que tenía razón tenía que hacerlo.

-sabes que no podemos huir de esto además eres la mejor opción para cuidar a Fénix- continuó hablando Ian-sé que a ti todavía te llaman las aventuras de los juegos que tantos nos gustaban pero una guerra en un videojuego, en las películas, en los libros, no tiene nada que ver con las guerras actuales, pero esto no será una aventura será algo horrible y además quiero que pases tiempo con Fénix.

Hubo un silencio muy largo Barley solo levantó la mirada hacia arriba para ver a Ian y se quedó en silencio.

-más te vale si regresar-

Onward 3 : Los cuatro CastillosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora