La criatura más peligrosa

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Narra Ian

Ambos hermanos regresaron por la gruta hasta volver a salir de la cueva directo al rio de agua caliente, lo cual agradecieron debido al fuerte aire frío que soplaba.

-no fue como la otra búsqueda mágica, pero fue genial-opinó Barley una vez que estuvieron afuera.

-¿búsqueda?, considéralo como tus vacaciones- le respondió Ian, mientras que nadaban por el agua hasta la orilla.

Ambos comenzaron a reírse levemente antes de comenzar a subir por las piedras directo a la orilla del rio.

Ian sacó su báculo apuntó a si mismo y dijo.

-Expelliaqua-

El agua salió de su ropa y de su cuerpo antes de salir disparada de regreso al rio, después le apuntó a su hermano con el báculo para quitarle el agua también.

-que te dije-le respondió Barley algo molesto.

-oye tu eres mi protector fuerte, yo soy el hechicero, además no malo-

Se cambiaron de ropa, debido al frío subieron por el precipicio antes de volver a caminar de rio debajo de regreso a la furgoneta.

Después de varios minutos de caminata que transcurrieron de forma muy tranquila. Ian miró el reloj para ver la hora, no había pasado mucho tiempo.

-creo que hasta vamos con tiempo de sobra, podemos llegar a tiempo al entrenamiento-

-al... tu no entrenas, pero si podemos llegar, vaya si sabes que es importante, que haremos después-

-no lo sé, creo que está vez yo conduciré, son varias horas, las una de la tarde-

Caminaron por un rato más hasta que por fin Ian pudo ver a Ginerva 2 justo dónde la dejaron estacionada.

-todo salió bien, claro que ninguna emoción- añadió Barley poniendo cierto tono de decepción- un segundo... no crees que fue demasiado fácil-

En eso Ian sintió como algo se aferró a sus pies, trepo a velocidad por su cuerpo antes de atarlo con fuerza y jalarlo hacia el piso haciéndolo caer boca abajo en el piso.

-¡Ian!-

Barley dio un grito, Ian volteo a un lado para ver como una enredadera también había agarrado a su hermano y había jalado hacia el piso, era un enredadera verde, con furúnculos en lugar de espinas.

-tenías que hablar-replicó Ian.

-la página no decía anda de ninguna trampa o maldición, y si la hubiera habido se hubiera activado en la cueva no aquí-

-tranquilos no es una maldición- dijo alguien más

Ian sintió como las plantas comenzaban a levantarlo hasta ponerlo de pie, pero aún sujeto por ella, también hicieron lo mismo con Barley.

Una vez que estuvieron de pie ambos vieron aparecer de la nada a una criatura que nunca habían visto, parecía un elfo pero su piel no era azul si no color café oscuro, su cabello era negro, sus orejas eran más redondas en la parte de arriba, o más bien curveadas, era difícil describirlo, Ian de verdad se estaba espantando.

-¿Qué cosa eres?-preguntó su hermano

Para Ian parecía algo grosero preguntar algo así aunque sí pudo haberlo hecho, nunca había visto algo así o sería una ilusión.

-justamente es la pregunta que debes hacer, ¿Qué soy yo?-

Aquel ser comenzó a caminar directo hacia los hermanos sosteniendo su báculo, lo levanto y con la punta levantó la barbilla de Ian.

Onward 3 : Los cuatro CastillosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora