Narra Ian
La vida de Ian y Barley estaba cambiando mucho, debido a los cuidados que necesitaba Fénix, quizás tener a un bebé en el cuarto de un dormitorio de la universidad no era la mejor idea que pudieron tener.
Era evidente que Ian tuvo que lanzar hechizos para que los controladores del piso del dormitorio no pudieran ver ni oír a Fénix llorar, ya que no estaban permitidos los nuños de esa edad en esos dormitorios, bueno los alumnos que tenían hijos no solían quedarse en el campus, aunque Ian ya había propuesto pedirle ayuda a mamá, una idea muy tentadora a no ser que no le habían dicho nada de esa adopción y con Colt al lado seguro que se metían en un problema muy serio así que esa no era opción.
Ambos elfos se turnaban para cuidarlo, la idea original era que Barley estudiara en la mañana y lo cuidara por la tarde y luego Ian lo cuidara por la mañana y estudiara por la tarde, buena idea a no ser por los entrenamientos de Barley que duraban hasta la tarde, claro que Barley no quería dejarlos, aunque sí dijo que si era necesario los dejaría, como Ian sabía que era importante para Barley, el joven puso sobre la mesa la idea de dejar la escuela, de todas formas se irían del país dentro de unos meses y ya pensarían en otra opción cuando llegaran al nuevo hogar, cosa a lo que Barley se negaba, al final decidieron que se llevarían a Fénix a clases.
Primero hicieron la prueba de llevárselo a los salones de clase, claro que lanzaban hechizos para que los profesores y los alumnos no pudieran ver ni escuchar a Fénix, el problema es que como tenían que cambiar de salón cada termino de clases los tenían que retirar los hechizos para volver a lanzarlos en el siguiente salón y para empeorar las cosas, Barley aún no era tan bueno en la magia, si había dominado varios hechizos de diferentes tipos pero no los que los removía, el elfo se dio cuenta cuando escuchó a varios alumnos quejarse que no podían escuchar bien profesor en las clases, que veían doble el pizarrón o que veían pantallas en blanco cuando les mostraban una proyección.
-dejaré el equipo- dijo el elfo cuando hablaron del tema esa misma tarde.
-pero es tu pasión uno de tus sueños-
-duda que en ese país a dónde nos iremos tengan ese deporte y si viviremos haya no valdrá la pena, además no creo que ganemos-
-aunque pierdan la liga, al menos termina la liga del semestre, son solo dos partidos y ya- le insistió Ian.
-¿pero y tú?-pregunto Ian preocupado
-bueno no veo en problema con reprobar este año, cuando nos vayamos me apuntaran en una escuela dónde lo que he estudiado en estos dos años será diferente a lo que he estudiado y lo mismo digo de ti también-
-y quedarte meses sin estudiar, ni hablar-
-puedo tomar los cursos en línea-intentó Ian persuadirle.
La discusión termino en que volverían a intentar lo de llevarse a Fénix a las clases, por supuesto que ni siquiera los alumnos sabían del pequeño al que llevaban al salón de clases, aunque la idea no le agradaba a Ian ya que algún día cometerían un error minúsculo y los descubrirían.
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Pasaron las semanas, la vida continuó, los hermanos no pudieron pensar en el fin de la guerra, aunque cuando Ian volteó a ver a los alumnos por la calles mientras que cargaba a Fénix en su sillita pudo ver como sus compañeros, iban a fiestas, se divertían como si nada hubiera pasado en realidad.
El elfo se preguntó cómo le harían para exiliar a tanta gente en solo dos años, cuando salía a la calle vio a unos chicos hablando con una de sus compañeros la chica estaba muy alterada a punto de las lágrimas y fue cuando el joven paso a su lado cuando la escucho hablar.
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Onward 3 : Los cuatro Castillos
Fiksi PenggemarEl tablero está puesto y las piezas se mueven, cada jugada debe ser bien pensada ya que cada batalla decidirá el futuro de muchos, en una guerra librada por dos bandos que alegan libertad y paz. Un odio basado en el temor de una profecía que marca c...