Para el jueves 14 de Febrero hay un festival en mi escuela por San Valentín. Hace exactamente dos semanas que Kiara empezó a juntarse con Roger y conmigo y ha sido absolutamente increíble. Compactamos realmente bien.
Le hemos tomado una confianza grandísima en tan poco tiempo. Ella es tímida pero de carácter fuerte de vez en cuando. Eso me agrada. Tiene una personalidad única y es realmente risueña.
Hoy mamá me llevará a la escuela por la noche ya que habrá un baile y no pretendo arruinar mi vestido en la motocicleta de Roger. A pesar de que todo el mundo tiene pareja, Roger, Kiara y yo hemos decidido pasarla bien entre los tres y no tener citas. Dos chicos me invitaron, pero los rechacé. Queremos estar juntos y divertirnos, solamente eso.
Cuando el reloj marca las ocho en punto estoy lista. Mamá se ha lucido comprándome un vestido plateado de lentejuelas, está por encima de la rodilla y no tiene tirantes. Es verdaderamente precioso.
Lo acompañé con un par de tacones plateados, aretes del mismo color y una bolsa de mano. El maquillaje combina perfectamente con el atuendo y alacié mi cabello dejándolo caer sobre mis hombros. Antes de salir tomo mi cámara fotográfica y decido que hoy tomaré muchas fotos junto a Kiara y Roger. Mi madre al verme alucina, me abraza y sonríe emocionada.
— ¡Estás preciosa! —celebra—. Seguro que conquistas a todos los chicos de la escuela así.
—Gracias a ti por el vestido mamá. —agradezco feliz—. Hora de irnos.
Tras varios minutos de camino mamá me deja frente a la escuela y al bajarme me arrepiento al instante de no haber traído un suéter.
Soporto el frío hasta llegar a la puerta de entrada mientras siento algunas miradas sobre mí. Cuando entro el pasillo está prácticamente vacío a excepción de dos chicas que caminan unos metros frente a mí. Ir caminando sola no me apetece mucho que digamos. Sigo hasta que las veo entrar a ellas al gimnasio. Espero un momento, suspiro y abro la puerta.
Woooooow. Todo está transformado. Hay mesas en todos los rincones y en el centro del gimnasio han creado una pista de baile.
Un DJ toca hasta arriba de las gradas la canción de Face, de The Zombie Kids. En el techo cuelga una esfera giratoria que desprende muchos colores y hace que parezca una discoteca real debido a la escases de luz. Hay cientos de adornos por todas partes, en su mayoría corazones, flores, globos rojos y blancos debido al día del amor y la amistad. Sonrío al ver lo bello que todo está y empiezo a buscar a mis amigos con la mirada.
Después de barrer con mis ojos todo el lugar visualizo a Kiara sentada en una mesa con algunos de nuestros compañeros de clase. La saludo con la mano y voy hacia allá. Al llegar a ella noto que va perfectamente arreglada con un vestido verde, no tan corto pero con un escote magnífico en la espalda, perfectamente maquillada y con un peinado de chongo con copete digno de una reina.
— ¡Que sexyyyyyyyy! —chiflo cuando ella se levanta y nos abrazamos.
—Habla por ti, ¡Qué vestidazo, pareces modelo! —dice riendo y ofreciéndome un lugar a su lado. Nos sentamos—. Feliz San Valentín.
—Igualmente. —sonrío y saludo con la mano a los demás en la mesa—. ¿Dónde está Gallagher?
—No sé, creo que… —se calla. Su mirada se posa detrás de mí y después sonríe—. Allí.
Me giro en mi asiento y volteo para atrás. Me sorprendo al ver a mi mejor amigo usando un esmoquin gris. Casi me ahogo con mi saliva puesto que luce guapísimo, bueno, en realidad siempre luce así, pero ahora se ha pasado.
Nos sonríe en cuanto nos encuentra con su potente mirada gris que ahora resalta más por su traje y se apresura hacia nosotras. En la mano lleva dos rosas rojas y cuando llega, exclama:
— ¡Diosssss, qué chicas tan hermosas!
¿Cómo se llaman, señoritas?
A ambas nos da un beso y abrazo y reímos al unísono. — ¡Pero mírate! Luces decente por primera vez en tu vida. —me burlo.
—Ajá, graciosita. —dice sentándose en medio de las dos—. Esta es para ti, y esta para ti.
Nos entrega una rosa a cada una y al instante la huelo. Exquisito. Sonreímos y noto que él no deja de evaluarla con la mirada.
—Gracias Roger. —agradece Kiara algo intimidada por sus ojos posados solamente en ella.
—Feliz día de la amistad. —nos dice con alegría, mirándome finalmente. Esta vez los tres sonreímos y yo prosigo a alcanzar una copa de vino que hay frente a mí.
—Hago un brindis por nosotros. —levanto mi copa en el aire y ellos fruncen el ceño, pero al instante me copian tomando sus copas también—. Por que esta amistad dure muchísimos años, que no haya secretos ni incomodidades, sólo confianza, diversión, apoyo y unión.
Ellos se miran mutuamente y luego me miran a mí. Finalmente sonríen y asienten. — ¡Por los mejores amigos! —celebra Roger.
— ¡Por los mejores amigos! —repetimos Kiara y yo felices. Los tres chocamos nuestras copas y le damos un trago profundo a nuestro vino, sellando así nuestra promesa de amistad.
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•No me maten por asesinar a Justin
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