𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖁𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖈𝖚𝖆𝖙𝖗𝖔

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Scott manejaba a toda prisa hacia el Norte del estado, yo apreciaba el paisaje por la ventana y el ambiente era diferente. Aunque suene ridículo; todo se torno un tanto a escalas grises. El hombre a mi lado me saco de mi transe cuando por fin aviso que habíamos llegado.

—Quédate en el auto, preguntaré si nos dejan pasar.—me advirtió cuando ya estaba fuera del coche.

—De acuerdo.—resople insegura.

Había tocado una especie de timbre y comenzó a hablar.—¡Hola, ¿hay alguien ahí? ¿me escuchan? Soy Scott Lang, no sé si me recuerdan, fui a pelear con ustedes en Alemania; yo era el que se hizo... bueno no es el caso, ¿me podrían dejar entrar?

 bueno no es el caso, ¿me podrían dejar entrar?

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—¿Alguna señal?—saque mi cabeza por la ventana.

—Aún no. Pero no perdamos la esperanza, se qué hay alguien ahí dentro.—se giró de nuevo a las cámaras.—¿Hola?

Abrí la puerta del auto, saliendo. Me puse a su lado.—Creo que no hay nadie.—en cuanto lo dije, las grandes puertas se abrieron, ambos nos miramos.

—Aquí vamos.—y volvimos a subir. Adentrándonos a la zona.

—¿Entrarás conmigo?—pregunta.

—No lo sé.

—Vamos, necesito que tú también se los expliques.

Accedí y entramos a las instalaciones, y subimos hasta los últimos pisos, dentro de uno de las muchas habitaciones, se encontraban dos personas que venían hacia nosotros.

—Oigan, gracias por dejarnos entrar.—a pesar de estar muy tranquilo conmigo en nuestro viaje hacia aquí, al ver a esas personas, se comenzó a alterar.—Pequeña, me esperas aquí.

—Si, estaré aquí sentada.

Al principio no lo noté, hasta que los vi enfrente de mi, eran el Capitán America y la mismísima Black Widow. Los tres entraron a un pequeño cuarto, que no estaba cerrado, lo cubrían paredes de cristal. La mujer de nombre Natasha me quedo viendo unos instantes antes de partir.

—¡Scott! ¿Estás bien?—preguntó el hombre al ver al mencionado caminar de un lugar a otro con desesperación.

—¡Ehh! Sí,—llevo sus manos a su nariz.—¿alguna vez han estudiado física cuántica...? Estuve en un lugar, junto a esa chica,—me señaló.—llamado "El Reino Cuántico", es un mundo microscópico y para entrar debes ser increíblemente pequeño... Y Hope, ella es mí, bueno era...—comenzó a balbucear.—Bueno ella debía sacarnos de ahí, entonces Thanos apareció y nos dejó atrapados ahí.

—Qué pena, debieron ser cinco años largos.—lamentó la mujer muy apenada.

—Si pero esa es la cosa, no lo fueron. Para mí fueron cinco horas, las reglas del reino cuántico son diferentes a las de éste universo.

—Wow.—susurre.

—¿Oigan de alguien es ese sándwich?—se acercó a la mesa,—me muero de hambre.—lo partió a la mitad.—Gwen, atrápalo.

🕷 | DREAM GIRL | Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora