𝟭𝟲

3.5K 456 237
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Entonces

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Entonces... ¿No tendrás que cursar nuevamente el último año? —miré mal a Frank y por un momento deseé que se le cayera ese pote de helado que tenía en mano, y que su madre lo obligara a limpiar toda la casa.

— Eso no pasó. —dije de inmediato— incluso creo que perdió ante mi discurso de amor. —sonreí con orgullo y mi amigo siguió comiendo. Por un momento creí que no me había escuchado, pero al preguntar por cómo me estaba yendo con los amigos, confirmé que no lo había hecho y que lo mejor para él era cambiar de tema— Todo bien, Auron es un buen amigo, me está ayudando con algunas materias, aunque muchas veces lo único que hace es hablar con su novio por teléfono. —Frank asentía con la cabeza, más su mirada estaba dentro del pote—¡Dios santo! ¿Si quiera me estás prestando atención? —él alejo su mirada del postre y asintió sin descaro alguno— Contigo no hay solución, ni siquiera sé por qué somos amigos.

— Porque fui el único que quería compartir su asiento con una jirafa en primaria. —comenzó a reír y también lo hice, pero no por el chiste.

— Pues yo que recuerdo, jamás te pedí ser mi amigo, al contrario, recuerdo que lloraste cuando un chico te dijo que tenías dientes de conejo. —él frunció su entrecejo, pues con sus dientes nadie se metía, a excepción de Alex, quién podía agarrarlo de las mejillas, hablar abiertamente de sus grandes dientes y no recibir un golpe por parte de Frank.

—Amigo, ¿Desde cuándo no te haces una buena paja? —preguntó de la nada y es por ese tipo de comentarios es que Frank y yo siempre terminábamos con la puerta cerrada de su habitación y viendo porno en cada pijamada que hacíamos con el fin de jugar videojuegos, pero que en realidad terminaba por aquellos rumbos sexuales.

Rodé los ojos y pretendía acabar con la videollamada, pero su grito me lo impidió.

— ¿Qué sucede?

— Aprovecha que tienes al chico bajito y...

— ¿Es enserio, Frank? Por eso Alex terminó contigo hace un año atrás.

— Pero regresó por más. —sonrió y entonces sí terminé con la videollamada.

Frank podía ser mi mejor amigo, casi un hermano, pero muchas veces era el pervertido más grande que había conocido y no importaba si yo también lo era en algunas ocasiones, él era mucho peor.

𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄Ñ𝐎 ; Rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora