𝟯𝟵

2.5K 310 172
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Rubén

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Rubén

Samuel tomaba mi mano, mientras mi padre nos miraba, esperando alguna explicación o razón por la que los hayamos reunido en la sala de estar. Mi madre también esperaba una explicación, aunque muy en el fondo ya lo suponía, pues más de una vez me descubrió vomitando. Auron, por su parte, solo se mantenía con los brazos cruzados y con su mirada severa encima de nosotros, ni siquiera podía comparar el enojo de mi hermano con el de mi padre. Sabía que ambos matarían a Samuel y que yo solo terminaría siendo la decepción de todos.

— ¿Rubén, vas a decir algo importante o seguiremos viéndole la horrible cara a tu novio? —entreabrí mis labios al escucharlo, en especial porque papá no le había faltado el respeto a Samuel desde hace mucho y esto solo podía significar que él también estaba sospechándolo.

—Y-yo... —Samuel iba a iniciar, pero Auron se colocó de pie e iba a salir de la sala de estar, sino fuera por la voz de papá.

— ¿A dónde vas, Raúl? —papá no gritó, pero su tono de voz fue tan severo como la mirada que Auron nos dirigió al darle la cara a mi padre.

— No pienso seguir siendo parte de su teatro. —Mi hermano nos miraba con cólera, más a Samuel que a mí y aunque debería sentirme aliviado de que toda su ira vaya a mi novio, no era así, pues él no era el único culpable. Un bebé no lo hace solo una persona, se necesita de dos y si nosotros cometimos el error de adelantar las cosas, pues la culpa era de ambos—. Tengo mejores cosas que hacer que quedarme sentado escuchando sus excusas baratas. —Auron emprendió camino y papá no lo detuvo y mucho menos, le preguntó a dónde iba. Simplemente permitió que saliera de casa.

Me sentí aún más nervioso cuando la mirada de mi padre regresó a nosotros y cuando mamá comenzó a preguntar por el comportamiento de Auron.

— Creo que debemos obligarlo a entrar a la universidad, cada vez se pone más maleducado y rebelde... —mamá continuó hablando sobre el comportamiento de Auron, pero cuando papá nos preguntó nuevamente qué es lo que estaba ocurriendo, no evité soltar algunas lágrimas y aferrarme al brazo de Samuel.

𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄Ñ𝐎 ; Rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora