𝟯𝟱

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— ¿Entonces te castigaron? —hice un puchero y Rubén sonrió, mandándome un beso a través de la pantalla del celular—

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— ¿Entonces te castigaron? —hice un puchero y Rubén sonrió, mandándome un beso a través de la pantalla del celular—. Pensé que le dirías que yo quemé la olla. —esta vez el que hacía un puchero era él y no dudé ningún segundo en sentir ternura.

— No soy capaz de echarte la culpa, bebé.

Rubén dejó de sonreír y en cambio, frunció su ceño.

— No te creyó, ¿Cierto? —reí apenas y negué lentamente. Por más que insistí en que Rubén era el culpable, mamá no me creyó y si lo hizo por un momento, luego dijo que fue mi culpa por tenerlo distraído—. Pues me alegra tanto que no lo haya hecho. Te mereces esa semana sin celular. — Rubén se alejó de la cámara de su celular y la dejó en una posición en la que pudiera verlo sentado.

— Cariño, no seas malo conmigo. Ya tengo suficiente con la limpieza que tengo que hacer durante estos tres días y el celular, para ahora también tener tu desprecio. —traté de sonar algo triste, tal vez de esa forma Rubén me ayudaba con la limpieza de toda la casa y probablemente pudiera ir a su casa para jugar con Auron. Sin embargo, mi novio solo sonrió y me sacó la lengua.

— No va a funcionar, Samu y para tu información, Auron también está castigado y no podrá jugar por un mes entero y tampoco tocar una computadora en la presencia de mis padres.

— ¿Lo descubrieron viendo porno? —si Rubén me decía que era eso, definitivamente me iba a parecer algo ridículo, pues cualquiera tenía derecho a verlo.

—No, en realidad ellos llegaron de su cena de aniversario y se encontraron a Auron y Luzu teniendo... — Rubén se calló de repente y entonces no fue necesario completar la oración.

— ¿Y Luzu? —pregunté más que sorprendido y asustado, pues el chico de hombros anchos tenía buena fama en la casa Doblas y no me sorprendería que ahora no lo quisieran ver.

— Doblas es como otro hijo para mis padres, así que le atribuyeron toda la culpa a Auron... — Rubén se encogió de hombros y entonces reí al imaginarme la situación tan vergonzosa que debió de pasar Auron junto a su novio—, aunque Luzu tiene prohibido el pase a la habitación de Auron por dos meses.

𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄Ñ𝐎 ; Rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora