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Mamá quedó encantada con Rubén, ella no dejaba de decirle que era un niño muy precioso y que no debería dejarme porque yo era alguien muy lindo, además de mencionar que hacíamos una pareja muy hermosa

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Mamá quedó encantada con Rubén, ella no dejaba de decirle que era un niño muy precioso y que no debería dejarme porque yo era alguien muy lindo, además de mencionar que hacíamos una pareja muy hermosa. Mi hermana dijo cosas parecidas, pero en vez de halagarme, solo le contó que era un chico que tenía su habitación desordenada y que cuando pudiera, me dejara. Mi padre, por lo contrario, solo le sonrió y preguntó por su familia, sus estudios y principalmente por la carrera que pensaba seguir.

Rubén quería ser pediatra, incluso ya tenía planeado algunas universidades a las cuales iría a visitar y pedir información para las inscripciones. Por mi parte, aún me encontraba indeciso en cuanto a ese tema, Irina decía que, si no me decidía para fin de año, posiblemente termine como un operario de limpieza en alguna empresa. Ella siempre era muy chistosa, pero aquello no les causó gracia a mis padres, pues ellos estaban muy preocupados por mi futuro.

—Deberías ayudar a mi hijo a escoger alguna carrera. —y entonces la voz de mi padre me devolvió a la realidad.

Mamá le pidió que cambiáramos de tema, pero él insistió y entonces Rubén hizo una pregunta que en verdad no me lo esperaba.

— ¿No quieres seguir alguna carrera universitaria? —lo miré y entonces no supe qué decir. No es que fuera un idiota total en la escuela, pero realmente ninguna materia, me llamaba la atención... me gusta componer, aunque eso no era una materia. Y el que mi padre insistiera firmemente en que siguiera la carrera de arquitecto no ayudaba en nada

— ¿Qué es lo que te gusta? —agregó.

Todos en la mesa se quedaron callados, incluso mi padre, quien en esta ocasión no quería insistir con su tonta carrera.

— Me gusta componer. —dije de inmediato. Rubén me sonrió y tomó mi mano por encima de la mesa.

— Entonces conviértete en un compositor profesional. Escuché que las empresas de entretenimiento piden muchos compositores para grupos musicales.

Y entonces los palillos de papá hicieron un sonido sordo al caer en la mesa. Vi como él se marchaba de la mesa sin disculparse ni despedirse de Rubén.

𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄Ñ𝐎 ; Rubegetta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora