Tras la reciente ruptura, Haden Desmond Huggle y Hanna Crawford experimentan el amargo sabor de la separación.
Hanna es una mujer veinteañera que ha lidiado con insuficiencia cardiaca desde los 15 años; un marcapasos aguarda en su pecho controlando...
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En poco tiempo los medios habían divulgado muy bien la situación de su relación.
Hanna se volvió blanco de todos sus familiares quienes aseguraban que, de no darse prisa en recuperar la cordura, una nueva chica colgaría del brazo de Desmond.
Las revistas invadieron sus redes sociales haciéndole imposible subir fotografías sin recibir comentarios al respecto.
Hacía días que el tema la traía molesta, a ojos de los demás a ella se le había ido de las manos cancelar una relación tan bien convenida como la que mantenía con Haden. Para sus padres no sonaba nada congruente que su hija se encaprichara en el enojo y dejara al pobre Des en las manos de cualquiera que pudiese aprovecharse.
Su padre en particular estaba preocupado de que Verónica aprovechase tan jugosa oportunidad; aunque tenía en buen concepto a Desmond, no estaba para nada seguro de que esperaría por Hanna ¡Él en su buen juicio la habría mandado a volar!
Su hija era de todas las señoritas, quizá la más altanera y orgullosa; una cabeza dura. En cambio, Verónica era el modelo que le habría gustado moldear en su primogénita, una mujer profesional, bella y, sobre todo: cuerda, sabía lo que le convenía.
Lo cierto es que no lo conocían bien ¿Cómo sacarse de la mente a una chica como Hanna? Imposible que se olvidase de ella. No tan fácilmente. No cuando las 24 hora del día la chica recorría su mente y lo obligaba a pensarla. No cuando aún podía oler su perfume en el aire.
Tan fastidiado se ponía recordando los hechos que lo llevaron a tan lamentable situación, que las semanas que dejó pasar entre tanto para que se apaciguaran las cosas le parecieron una eternidad.
Además, las revistas no hacían más llevaderas las cosas
"Hanna Crawford, la mujer que cambió al empresario más cotizado por un chico de ciudad"
La primera plana llegó al escritorio de Haden en manos de su padre por la mañana.
— Ahí está tu chica. ¿Vas a seguir defendiéndola? Haz algo para arreglarlo o lo haré yo.
Los brazos de Drake rodeaban a Hanna por los hombros en una forma muy cariñosa, ambos se encontraban en una sala de cine.
El rostro de Haden se descompuso dejándolo vulnerable ante los ojos de su padre. ¿Lo terminaba por el error que había cometido o para salir con gente de pacotilla?
— ¿Te quedaste sin palabras? ¡Llámale y haz algo Haden! Dijiste que esto no duraría más de una semana, se te está saliendo de las manos. Si en un mes no arreglas esto no me importa si dices quererla, conseguiré a alguien más para remplazarla.
— Todo está bajo control —cansado tomó la revista para después tirarla en el bote de basura.
En eso se había convertido su oficina, una sala de reunión con personas opinando sobre su vida como si tuvieran el derecho o él en persona se los hubiese pedido. Ese hombre frente a él no apoyaba su antiguo noviazgo, sin embargo, ahí estaba pidiéndole que lo arreglase, claramente con el propósito de mantener una relación cordial con el padre de Hanna.
