— No puedo creer que me hayas hecho faltar a clases solo para tú venir a verlo. — Se queja, Nam.
— Es por tu culpa. — Reclamo con frustración.
— ¿Cómo que mi culpa? — Pregunta exaltado, cruzándose se brazos — Yo nunca te dije que se las entregaras, yo te dije muy claro que lo hicieras para descargar tu odio en ellas — Hace comillas al decir odio — No es mi culpa que tú nunca entiendas y hagas lo que tu cabeza diga — Continua — Yo solo lo decía en broma. Además... ¿Qué tiene que ver a acosarlo con las cartas? — Cuestiona y frunce sus cejas.
Los reclamos de Nam comienzan a llamar la atención, y veo como varias personas nos comienzan a mirar y causan que me sienta nerviosa.
— Shhhh, cállate animal. — Susurro y tapo su boca con mis manos, mientras abro los ojos hasta más no poder — Ponte ya tu tapabocas y gorra — Agrego, haciendo una mueca con mis labios.
— No me voy a disfrazar. — Contesta firme.
Respiro hondo y trato de calmarme para no golpearlo.
— ¡Ash...! Me alteras, no me dejas observarlo — Chillo molesta — Si no lo recuerdas tú me hiciste escribirle la carta, así que ahora te aguantas. — Añado — Y para tu información, no lo estoy acosando, solo estoy viendo lo mal que juega... Como se cae y lo idiota que es al sonreír por encestar... Solo es para burlarme de lo patético que es — Explico de manera obvia.
— No sé quién es más estúpido... Si tú, por no aceptar que ese chico te está volviendo loca o yo, por ser tu cómplice en venir a acosarlo — Habla en un tono cansado y pasa su mano por su cabello.
Iba a reclamarle a Nam, pero el fuerte bullicio de las chicas que se encuentran sentadas mirando a los chicos jugar, me interrumpe. De inmediato siento como mi sangre comienza a hervir al percatarme que la mayoría de las chicas que estaban aquí, solo venían a ver a Jimin. Y eso no era lo peor, lo peor es que todas veían era sus nalgas.
— ¡Está buenísimo...! — Exclamo una de ellas.
— ¡Está es de rechupete...! Me lo quiero comer — Agrego otra en un tono pervertido.
— Chicas... Ver a Jimin, así, con su ropa deportiva ceñida a su cuerpo, por su hermoso sudor, hace que me moje — Continua otra casi babeando.
Al escuchar todo eso, de manera involuntaria mi cuerpo se acerca al tumulto de locas y me coloco frente a ellas, con los brazos cruzados, tratando de matarlas con la mirada. Ellas me miran de la misma forma al taparles su perfecto panorama, pero no pienso apartarme. Una de ellas no tarda en levantarse y me encara... Ambas sabemos que esto se pondrá feo. Ya lista para decir mis mejores malas palabras, siento como alguien se coloca tras de mí y tapa mi boca, con sus manos.
— Por favor discúlpenla, ella hoy no tomo sus pastillas y por eso esta así — Explica en un tono suave y avergonzado. Como siempre, Nam aparece para arruinar mis planes, antes de que hiciera una locura.
Abro mis ojos hasta más no poder al escuchar sus palabras y niego de manera efusiva, pero este ni se inmuta y solo hace una reverencia en forma de disculpas.
— Ya veo... — Responde sin entender nada la chica y me mira de arriba abajo con lastima.
Me enfurezco y muerdo la mano de Nam, pero éste sin soltar mi boca, me arrastra lejos de allí y en un rápido movimiento me carga como si de un saco de papas tratara. Menos mal que mi falda no es tan corta, porque si no, lo mato.
— ¡Oye bruto, bájame! — Exclamó aprovechando, que Nam suelta mi boca, mientras golpeo su espalda con mis puños.
— ¡Oye loca...! ¡No me grites en la oreja! — Reclama molesto, deteniéndose cerca de los bebederos.
Trato de bajarme del hombro de Nam, pero divisó a lo lejos como alguien se acerca con una botella de agua vacía entre sus manos, el cuerpo de ese chico se me hace conocido... ¡Mierda...! Es él y ya nos vio. De manera disimulada me bajo del hombro de mi amigo y enredo mis piernas alrededor de su cintura.
— ¿Qué te pasa? — Pregunta con su ceño fruncido.
— Cállate y disimula... Que nos vio. — Explicó entre dientes.
— ¿Pero qué hago? — Inquirió más nervioso que yo.
— No lo sé, solo abrázame y quédate así hasta que se vaya — Respondo y enredo mis brazos alrededor de su cuello — Date la vuelta... ¡Rápido! — Pido en un ataque de nervios, al ver como el chico estaba cada vez más cerca de nosotros — Pero no lo veas. — Agrego.
— ¿Y cómo sabré que se fue...? ¿Acaso eres burra? — Cuestiona.
— Ash, solo cállate y haz lo que te digo. — Murmuró en su oído y hundo mi rostro en su cuello.
Al decir eso, siento como los brazos de Nam me toman con más seguridad y como coloca su mentón sobre mi hombro. Por otra parte, mi cuerpo parece una gelatina... Y es que tan solo el hecho de imaginar que él descubra que lo estaba espiando me da pánico.
Pasan unos minutos que parecen interminables y escucho los pasos del chico alejarse de donde nos encontramos Nam y yo.
— ¿Ya se fue? — Pregunto en un tono de voz bajo y sin levantar mi rostro.
Este asiente y me suelta poco a poco. Siento de inmediato como mi cuerpo se relaja y por inercia suelto un suspiro.
— Gracias. — Comentó agradecida, con una sonrisa.
...
Luego de terminar de escribir la carta, aprovechó que los pasillos se encuentran solos e introduzco la carta dentro de su casillero.
💌
Hola, idiota.
Quería decirte que juegas mal... Pero como mi sinceridad siempre va por delante te lo diré. Eres un fiasco jugando. Solo correteas por toda la cancha como perro suelto. Además no entiendo porque tanto alboroto por parte de las chicas, si eres patético y aburrido... ¡Ah! Ya recuerdo, es porque se mueren por ver tus nalgas. Que ridículas.
Att: La chica que más te detesta.
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💌Cartas para un idiota💌 » PJM ️© «
FanfictionDebido a ciertas razones de su pasado, Heesook, cree que el amor no existe y que tan solo es para personas idiotas, débiles e dependientes, por lo que ahora sólo se preocupa por sus libros y estudios. Pero todo dará un drástico giro en su vida y en...