☀Capítulo 45: Por favor no sueltes mi mano☀

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Aun no puedo creer que me encuentre en plena madrugada junto a Jimin en el auto de su padre en dirección a la playa, tampoco puedo creer que yo haya aceptado venir con él y mucho menos que me escape de mi casa sin siquiera avisarle a Yangmi para que le inventara alguna excusa a mi mamá... Aunque ahora que recuerdo, Yangmi se encuentre de luna de miel con Jin, en Italia... ¿El por qué pararon en Italia? Fácil, porque ambos son unos lambucios y querían comer una de las mejores comidas del mundo.

— ¿Jimin, de verdad le pediste permiso a tu papa? — Pregunto nuevamente sintiéndome algo inquieta.

— Hee, ya te dije que sí. Solo relájate. — Contesta en un tono tranquilo, sin apartar su vista de la carretera, tomando mi mano y entrelazándola con la suya, dejándola sobre mi pierna.

— ¿Cómo puedes pedirme eso si nos encontramos de fuga? — Reclamo alterada, sintiendo los nervios de punta — Tú aun no estás del todo bien, además mañana deberíamos ir a la escuela. Ya falta poco para terminar... Y el tema de la universidad es muy... — Me callo al escuchar su risa, giro a mirarlo y veo como me ve con una mirada llena de picardía.

Ver esa mirada causa estragos en mí, pero... ¡Heesook, contrólate! ¡Debemos seguir con el drama! Me cruzo de brazos y pongo una expresión seria, actuando molesta.

— ¿De qué te ríes, estúpido? — Inquiero de forma impetuosa, alzando una ceja.

— De ti, obviamente. — Responde con un semblante tranquilo y en un tono burlón, volviendo su mirada a la carretera.

Gruño enojada e intento soltar su mano, pero el muy idiota solo la sujeta con más fuerza.

— ¿Confías en mí? — Pregunta con cierta diversión.

— Por supuesto, sino nunca hubiera aceptado en venir — Respondo de forma obvia.

— Entonces tranquila. — Habla con serenidad y dulzura.

De repente, Jimin aparca el auto a un lado de la carretera y se inclina hasta tomar con ambas manos mi rostro y besar mi frente, me sorprendo un poco, pero cierro mis ojos y siento como pega su frente con la mía y comienza a frotarlas de forma cariñosa. Quedo como sedada y rio levemente.

— ¿Qué hora es? — Pregunta y empieza a conducir nuevamente. Busco rápidamente en mi bolsillo mi celular y veo la hora.

— Las cuatro de la mañana, casi las cinco — Digo, sin aun despega la mirada de mi teléfono.

— Ya falta poco para que amanezca — Habla con una cálida sonrisa — Hoy podremos ver el amanecer por primera vez juntos — Agrega y sus ojos parecen cristalizarse, mientas una enorme sonrisa invade su rostro.

Mi corazón se acelera al ver su suave expresión y siento como me sonrojo. Llevo una de mis manos a mi rostro, hasta mi mejilla comprobando si estaba caliente, y efectivamente sí que lo estaba.

— Yo también... — Musito luego de unos segundos de forma tímida — ¿A qué playa iremos? — Carraspeo cambiando rápidamente el tema y girando a ver por la ventana.

— A Haeundae Beach, nos quedaremos en casa de un amigo... De seguro ya nos está esperando — Comenta sonriendo ampliamente. 

Asiento sin apartar mi vista de la ventana y veo como empieza a amanecer, mis ojos brillan al ver la escena y como una niña pequeña empiezo a saltar en mi asiento.

— ¡Jimin, miraaa! — Grito con emoción, apuntando el cielo teñido de hermosos colores.

— ¿Es hermoso, no? — Cuestiona girando a verme con fascinación.

Asiento sin parar, subiendo mis piernas al asiento para verlo mejor.

— ¡Sí! — Confirmo con alegría, mirando extasiada el cielo.

💌Cartas para un idiota💌 » PJM ️© «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora