— Entonces, ¿No piensas enamorarte? — Cuestiona con incredulidad.
— No. — Respondo firme, sin dudar ni un segundo.
— Y si encuentras alguien que te amé tal como eres ¿Qué sentirás? — Pregunta nuevamente.
— Lastima. — Contestó sin apartar mi mirada de la suya.
...
No logro sacar de mi cabeza aquella conversación que tuve con mi hermana hace unos días atrás. No puedo entender cómo en momentos como este, sigo pensando en tonterías como esas.
— Señorita Kan, por favor pase al frente — Habla el profesor con su típico tono indiferente y sin dejar de revisar unos papeles.
Me levanto de mi asiento y le entrego el trabajo, aprovecho que está distraído y le doy una mirada rápida a mis apuntes antes de comenzar con la defensa. De manera involuntaria mi pierna comienza a moverse con rapidez y siento unas fuertes ganas de lamer mis uñas, pero simplemente me limito a hacerlo.
Mierda, sin duda alguna estoy nerviosa.
— Señorita Kan, ¿Piensa quedarse parada allí toda la clase? O ¿Es que no piensa defender? — Comenta, dejando de ver sus papeles, mientras arregla sus lentes sobre el puente de su nariz y me da una mirada severa.
Muerdo mi lengua conteniéndome para no decirle unas cuantas buenas palabras a mi querido profesor, pero es inevitable, no puedo quedarme callada.
— Esperaba que usted me avisara para empezar. Como lo vi que estaba muy ocupado — Respondo con ironía.
— Bueno, ya puede pasar al frente y comenzar — Habla de nuevo con su expresión seria y atorrante.
Guardo mis apuntes en el bolsillo de mi falda y con pasos lentos me dirijo hacia el frente de la clase. Puedo sentir la mirada de todos mis compañeros sobre mí, pero solo una de ellas logra hacer que mi mirada lo busqué entre todos, hasta encontrarlo a él, el cual se encuentra sentado en el primer asiento, mirándome atentamente, sosteniendo su mentón sobre sus manos.
¡Aish...! Su mirada de chico inocente es tan irritante, me saca de quicio. Nunca antes me había sentido nerviosa al defender algún trabajo o al hablar frente a toda la clase, pero ahora siento hasta como me tiemblan las piernas, pero lo peor de todo esto es que me siento así por causa de el dolor de culo con bonita sonrisa... Mierda tengo que tratar de calmarme antes de comenzar a hablar o terminare balbuceando.
— Buenos días, soy Kan Heesook y voy a decirles todo lo que pienso sobre océano mar, libro de Alessandro Baricco... — Hablo en un tono neutro y de manera fluida, pero soy interrumpida por mi amado profesor.
Juro que si me sigue jodiendo al salir le iré a pinchar los neumáticos de su auto.
— Señorita Kan, no recuerdo haberle mandado a leer ese libro, recuerdo con claridad que le mande a leer leyendas del rey Arturo — Comentó flemático.
No podía creer lo que estaba diciendo, de verdad la tiene agarrada conmigo. Sonrió sínica y lo miro desafiante, este viejo cree que me va a joder, pues no, el jodido será él.
— Ohh, estoy muy segura que me dijo que ere océano mar, pero no hay problema también leí ese libro — Respondo jocosa.
— Felicitaciones, entonces háblenos sobre aquella novela — Dice con el mismo tono.
— Me parece una increíble historia medieval y me encanta la forma en que se relata la historia, pero creo que dañaron por completo la historia al incluir el romance en ella, y si, sé muy bien que es una novela, pero si no hubiese sido una novela, quizás pudiera dar una buena opinión sobre el — Doy mi opinión sincera y me encojo de hombros. La verdad no podía decir nada bueno por esa parte de la novela.
— ¿Entonces...? ¿No piensa continuar? — Cuestiona el profesor.
— La verdad no quisiera... — Hago una mueca indecisa, no quería decirlo, pero al ver la expresión del profesor supe que me colocaría una mala nota — Sin duda alguna todo en el es ficción, ya que el amor es solo para distraer a las personas. Es solo una porquería de la sociedad para vender. El amor es como una grave enfermedad, porque no tiene cura, así que por eso la novela es una mierda. — Concluyo.
...
Genial, ahora me encontraba esperando afuera de dirección a que me llamaran para quizás llamar a mi madre y contarle sobre mi preciosa conducta.
¿Qué por qué termine aquí? Pues por ser sincera y decirle al profesor lo que pensaba realmente.
¿Qué qué le dije?...
— Púdrete con tu idea de porquería viejo inútil. Además todos sabemos que usa peluquín. — Espete molesta y sin más salí del salón.
Ay... No me arrepiento de nada de lo que dije. Una inmensa sonrisa se forma en mi rostro al recordar las inmensas carcajadas de todos, sobre todo la del idiota, el cual puedo jurar que me miraba con cierto brillo en sus ojos. Antes no lo había notado, pero hoy descubrí que arruga su nariz y se cierran sus ojos al sonreír.
— ¿Cuándo me llamarán? Perderé la siguiente clase si sigo esperando aquí — Mascullo molesta al ver la hora en mi teléfono.
Como no tengo nada que hacer debería escribirle una carta. Aprovecho, saco mi libreta de mi bolso y un lápiz, para comenzar a escribir.
💌
Hola, idiota.
Quería golpearte con la silla cuando te vi sonreír, pero no lo pude hacer por respeto a la silla.
Att: La chica que más te detesta.
...
Me escabullo de dirección y dejo la carta dentro de su casillero como siempre, al dejarla rápidamente regreso a la oficina de la dirección a esperar que me llamen.
...
Uff... Me salve, el director al parecer estaba de buenas y solo me dijo unas cuantas palabras para que controlara un poco mi actitud, también como soy la mejor de mi aula me lo dejo pasar. Caminaba por los pasillos en dirección a mi clase y veo que en uno de los casilleros hay una nota pegada de color amarillo, de inmediato supe que era él.
💌
Es bueno saber que respetas a la silla más que a mí.
Att: El idiota.
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💌Cartas para un idiota💌 » PJM ️© «
ФанфікиDebido a ciertas razones de su pasado, Heesook, cree que el amor no existe y que tan solo es para personas idiotas, débiles e dependientes, por lo que ahora sólo se preocupa por sus libros y estudios. Pero todo dará un drástico giro en su vida y en...