☀️Capítulo 37: El niño del paraguas ☀️

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Acomodo mi cabeza sobre el pecho de Jimin, tratando de no molestarlo con el peso de esta. Ambos nos encontramos acostados sobre la manta, mirando las innumerables estrellas y pidiéndoles uno que otro deseo a las estrellas fugaces que alcanzamos a ver.

— ¿Quieres más fruta? — Cuestiona levantando un poco su cabeza para mirarme.

— No... — Musito y este asiente.

Es imposible de creer lo cómoda que me siento junto a él. Su simple presencia me hace sentir tan bien, tan tranquila, tan despreocupada, pero a la vez tan feliz. Jimin es ese tipo de personas que parecen irreales, que llegas a pensar que nunca conocerás a otra igual. Un chico sin problemas, con una personalidad brillante, una sonrisa tranquila y despreocupada, con una mirada tímida y encantadora... Es incluso ese ese tipo de personas que te pone a pensar que no mataría ni a una mosca. ¡PARECE UN SER DE LUZ! 

Pero aun con eso que ya conocía de él no podía dejar de pensar en que quería conocerlo más, hacerle miles de preguntas, saber qué le gusta y que no, que le disgusta, si tiene alergias, que lo hace feliz y que lo hace sentir triste, su canción preferida, qué estación del año le gusta más... Conocer todo de él, lo más mínimo, hasta lo que parece insignificante.

— ¿Podemos hacernos preguntas? — Me atrevo a preguntar.

— ¿Preguntas? ¿Para conocernos más? — Cuestiona e imagino que debe estar frunciendo su ceño.

— Sí — Musito, algo apenada... No quiero parecer intensa.

— Mm... Bueno, ¿Quieres que empiece yo? — Pregunta y asiento — No me gusta perder, lo odio. Al hacerlo me vuelvo muy competitivo — Confiesa apenado y rasca su nuca — Hay momentos en los que pierdo los estribos — Continua — No me gusta para nada el mango, lo amargo y que me ignoren. — Agrega, Jimin.

— ¿Enserio? — Me incorporo de golpe y volteo a verlo sin aun creer lo que dijo — ¡Yo amo el mango! — Exclamo, haciendo una expresión dolida.

— Una cosa nueva que ambos aprendimos de los dos hoy — Ríe arrugando su nariz al hacerlo y se sienta al igual que yo — ¿Y tú que odias? — Pregunta ladeando ligeramente su cabeza.

— Odio que no cumplan sus promesas, tampoco me gusta el café y las cosas muy dulces — Confieso, balaceándome un poco al sentir la brisa fría chocar contra mi cara — Odio hacer deporte, al profesor de castellano y las personas que maltratan a los animales — Continúo luego de unos segundos.

— Hay dos cosas que ya sabía de ti — Estalla en risas y sin aun entender me uno a ellas.

— ¿Cuáles? — Cuestiono entre risas.

— ¿Tanto odias al profesor de castellano? — Inquiere sin parar de reír.

Al tan solo pensar en ese viejo mi sonrisa desaparece y me expresión endurece.

— Sí. — Contesto con desagrado.

...

— ¿Deberíamos ir al acuario o a comprar libros? — Pregunta girando a verme, esperando mi respuesta.

— Ash... Ambas están difíciles — Contesto, inflando mis mejillas al no saber que elegir — ¿Qué tal si vamos a ambas? — Sugiero emocionada y me detengo frente a él sin aun dejar de tomar su mano.

— Me parece un plan perfecto — Dice en un tono cariñoso, cerrando sus ojos al sonreír.

Doy un pequeño salto y me coloco de nuevo a su lado, caminando junto a él, mientras balanceamos nuestras manos entrelazadas.

Me detengo por un momento al escuchar que mi teléfono comienza a sonar, pero al hacerlo alguien tropieza conmigo, giro a mirar de quién se trata y sonrió al ver a Taemin.

💌Cartas para un idiota💌 » PJM ️© «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora