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☀Capítulo 24: ¿En tu casa o la mía? ☀

Esto está mal, esto no está bien, Heesook... ¿Qué rayos estás haciendo? Logro alejarme y terminar con el beso, al hacerlo me quedo mirándolo inconscientemente por unos cortos segundos directo a los ojos. Trago grueso al ver cierto brillo particular en su mirada, uno que me aterro y me hizo caer en cuenta de la situación... ¡Mi primer beso ha sido en las escaleras de la escuela y con el idiota! M I E R D A.

— Y... Yo... Yo — Balbuceo, tocando mis labios sin aun creerlo, mirando a la nada.

— Nunca pensé que me besaría con la chica que más me detesta — Murmura con sus ojos entrecerrados, sonriendo con burla.

Le lanzo una dura mirada, antes de salir huyendo de allí sin decir más. Simplemente es como un huracán que llegó haciendo caos a mi vida, debo irme muy lejos de él.

Lo bueno de conocer cada rincón de la escuela es que puedo escabullirme por otro camino, sin tener que pasar por la fiesta y gracias a eso en pocos minutos ya me encontraba en la calle, corriendo bajo una fuerte lluvia. Me detengo en el momento que mi mascara se cae, me inclino para recogerla, pero por el rabillo de mi ojo logro verlo siguiéndome a lo lejos, así que simplemente la dejo allí... Más vale que digan de aquí huyó que aquí murió.

— ¡Espera...! — Lo escucho gritar, tratando de detenerme. Aprovecho la distancia en la que nos encontramos y giro sobre mis talones, tapando con mi mano parte de mi rostro.

— Gracias por el beso, tus labios son muy suaves y... Uff, que rico puerto rico — Digo, sin dejar de ocultar mi rostro y con la otra levanto mi dedo pulgar en forma de aprobación. 

Me doy la vuelta y sigo corriendo, sintiendo como la lluvia se desliza por mi cuerpo y como una increíble adrenalina recorre cada parte de mí. Él trata de seguirme por unos minutos más, pero me pierde de vista y no lo logra. Suspiro aliviada, deteniéndome en un... Un... ¿Túnel? No tengo ni idea en que momento y como había llegado aquí, solo trataba de huir lo más lejos posible y llegue aquí.

Apoyo mis manos sobre mis rodillas para tratar de recuperar la respiración y me incorporo de inmediato al recordar el beso. Lentamente llevo una de mis manos hasta mis labios y los toco con suavidad, siento una extraña sensación en el pecho y como mis mejillas comienzan a arder, no sé si de vergüenza o furia... ¡Ash! Desesperada froto mi frente con frustración.

No puedo aceptar estar sintiendo esto, pero no puedo controlar mi corazón. Estoy encontrando formas de definir el sentimiento por el que estoy pasando y aunque trate, no tengo respuesta a ninguna de ellas, simplemente no quiero sentir esto... Ash.

— No puedo permitirme el amor — Musito con exasperación, tomando algo de aire hasta calmarme un poco.

Estoy encontrando formas de manipular el sentimiento por el que estoy pasando, porque no puedo soportar este dolor en mi pecho. Jamás aprendí a querer lo suficiente y no me lamentaba por eso, hasta que apareciste... Por eso odio la manera en la que me siento, sólo duele y está tomando cada parte de mí.

— ¡Ash! — Chillo con frustración, mientras pateo con desespero piedras que hay en el asfalto. Y, soltando gritos cortos a la nada, sólo para calmar el enojo y la impotencia.

De nuevo vuelven esas molestas preguntas a mi mente... ¿Qué es amor? ¿Cómo se siente el amor? Quiero saber, ¿Cómo es que el amor puede ser dulce? ¿Cómo es el sentirse en las nubes? ¿Cómo es que pensando en él sonríes? ¿Cómo en un mundo hermoso vives?... ¿Llegará el amor a mí algún día? Y no lo sé, pero cuando sonríes, me siento extraña y aunque trato de encontrar una razón para odiarte, no funciona porque eres perfecto y sé que tú lo vales.

Muevo mi cabeza con fuerza tratando de alejar todos esos pensamientos, no funciona, elevo una mano hasta llevarla a mi pecho y tocar mi corazón... Mierda.