Cap 35 ( FINAL)

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Eddie

A partir de ahí, todo cambió.

O más bien volvió a la normalidad de la que nunca debió de salir. Debido a la milagrosa recuperación de Richie, le dieron el alta ese mismo día.

Me dio pena no poder darle las gracias a la enfermera tan simpática que habíamos conocido allí ya que cuando volví al comedor, ya se sabía marchado.

Todos los niños se alegraron mucho de volver a ver a Richie y la mayoría admiraban alegremente el armatoste de escayola que cubría ahora su brazo.

- Ala que chulo ¡yo también quiero uno!

Poco después recogimos nuestras cosas y caminamos a la parada de autobús más cercana para volver al campamento.

De vuelta en la cabaña, ayudé a Richie a caminar hasta nuestro dormitorio donde se tumbó sobre la cama.

Nada más tocar las sabanas éste se durmió, así que yo lo arropé con cuidado de no despertarle y salí de la habitación para dejarle descansar tranquilo. El pobre todavía seguía cansado, cosa que me parecía normal ya que tenía que recuperarse de los golpes.

Richie

A partir de ahí todo cambió.

Las sombras que me habían consumido durante horas, desaparecieron poco a poco y finalmente pude despertar. Volver a ver a Eddie a mi lado era lo único que necesitaba, la medicina que curaba cualquier enfermedad.

Cuando me tumbé en la cama de matrimonio de nuestro dormitorio, pensé en echar una cabezadita rápida para poder ayudar después a Eddie con los chicos, pero cuando volví a abrir los ojos, ya era más de medio día.

Tras estirarme un poco ( como pude porque me seguían doliendo algunas partes del cuerpo) me levanté.
En al ambiente se percibía un delicioso olor a comida, por lo que me dirigí a la cocina donde me encontré con la fuente del olor; una cacerola llena de macarrones a la boloñesa con una pinta estupenda. Deduje que Eddie los había preparado para comer y eso provocó en mí cierta ternura.

En ese mismo momento oí una risa del exterior y salí de la cocina en dirección al porche.

Las risas venía de los chicos, que estaban jugando a balón prisionero con Eddie en el pequeño descampado enfrente de la entrada.

- ¡Vamosss! - animaban algunos a los compañeros que todavía no habían sido eliminados. Sorprendentemente Eddie era uno de los que todavía seguía "vivo".

Me senté en uno de las escalones del porche y observé en silencio la escena. Eddie tenía dibujada en su cara una gran sonrisa; se lo estaba pasando bien, era feliz.
Y eso me hacía sentir tan bien...

Estuve así durante unos minutos hasta que en un momento dado, mi marido giró la cabeza y sus ojos se posaron en mí, causando asombro en su rostro.

Y, a causa de ello, no vio la pelota que iba a gran velocidad directo a él. Ya que no se lo esperaba, perdió el equilibrio y cayó al suelo.

Me acerqué corriendo a socorrerlo.

- ¿Estas bien? - pregunté. Todos los demás chicos que jugaban se acercaron también preocupados.

Sorprendentemente, como respuesta Eddie empezó a reír, y debido a su risa altamente contagiosa ninguno de los allí presentes pudimos evitar hacer como él.

- Jajaja menuda leche me he metido. - dijo y luego fijó de nuevo la mirada en mí- Mirad a quien tenemos aquí, un Bello Durmiente ¿ qué tal te encuentras?

SUMMERCAMP - ReddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora