Danmachi - El Conejo Que Esta Buscando La Felicidad

Un objeto encontrado y un ser perdido

Era un hermoso dia en una gran pradera de hierba verde, el viento suave de la primavera soplaba tranquilamente dando armonia, pero un niño no podia apreciar esto mientras entrenaba arduamente.

?: Gnnhg!.

El choque de metal resono junto con el grito ahogado del niño que rodaba por el suelo de hierba.

?: oh, creo que me excedi. Lo siento. Creo que ya es suficiente por hoy, Lu.

Dijo un hombre alto de cabello negro acercandose al niño peliblanco quien todavia estaba tirado en el suelo, haciendo su mejor esfuerzo para levantarse usando su Katana como punto de apoyo.

Lucifer: N-no, todavia puedo....

Sus piernas se rindieron justo cuando dejo de usar la espada como baston, pero antes de que su cara se golpeara contra el suelo alguien mas lo tenia agarrado.

?: no te esfuerces tanto Lu, apenas eres un niño recuerdas?.

El peliblanco abrio sus ojos lentamente para encontrarse con un hombre con su mismo color de cabello y ojos tan azules como el mas hermoso de los mares. Su mirada amable envolvia al chico en un manto calido. El niño agarro con fuerza la espada en su mano ya que no estaba acostumbrado a su peso todavia.

Lucifer: esta bien, papa.

Aunque su expresion decia que obedecio de mala gana, pronto empezo a sonreir alegremente cuando el hombre peliblanco lo coloco encima de sus hombros. El adulto de pelo negro que lo habia entrenado los seguia por detras en silencio.

Vergil: jamas me cansare de ver el paisaje.

Comento viendo hacia el horizonte, un hermoso valle estaba a la vista, y gracias a que estaba en lo alto, El niño pudo apreciarlo mejor, observando a los ciervos beber agua del rio cristalino y a las aves cantando mientras zurcaban los cielos.

Lucifer: lo se, es hermoso... enserio, tenemos que irnos entonces?.

Su sonrisa desaparecio al hacer su pregunta. Pero su padre solo respondio.

Vergil: Lu. sabes que yo, tu mama, el tio Albert y los demas tenemos un trabajo importante que hacer, salvar al mundo y todo eso. Y para hacerlo tenemos que viajar constantemente.

Eso solo hizo que el chico inflara sus mejillas en un puchero infantil.

Lucifer: pero por que ustedes? No puede hacerlo alguien mas?.

Una pequeña risa se escapo de los labios del hombre.

Vergil: bueno, nadie es tan fuerte como tu padre y sus amigos. Por eso solo nosotros podemos hacer esto.

El niño estaba a punto de quejarse cuando dos personas se dirigian hacia ellos. Una era una elfa de cabello color jade mientras que la otra una humana y su cabello era rojo como la sangre, ambas venian con una sonrisa en su rostro.

Lucifer: oh, Hola Tia Seldia! Mama!. Ya termine con mi entrenamiento!.

Grito el niño en lo que se bajaba de los hombros de su padre olvidando su conversacion. El comenzo a correr hacia las recien llegadas, saltando a los brazos abiertos de la elfa quien fruncio el ceño al ver su estado.

Seldia: oh dios. Lu mirate, estas todo lleno de moretones y heridas, Albert, no crees que estas siendo muy estricto?.

Pregunto abrazando de forma protectora al chico el cual se avergonzo un poco de tener los pechos de la elfa encima de su cabeza. Mientras tanto, el hombre que fue señalado, Albert. Se encogio ante la reprimenda. El niño intervino sabiendo que el era algo timido.