catorce

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Disclaimer: en está parte voy a hablar de sexualidad, pero es un enfoque de vatos de prepa, por favor tómenlo como tal.✨

—¡Eso es!—Jack esbozó una brillante sonrisa apartando sus manos de las de Alex. El energético chico estaba enseñándole algunos acordes a su amigo en su vieja guitarra acústica.

Alex se sonrojó bajando la mirada, y mordiendo su labio inferior sin mucha fuerza, le encantaba recibir elogios de Jack.

—¿Ya encontraste tu guitarra?—le preguntó sentándose a su lado. Había pasado ya una semana desde la ultima vez que Alex había estado en la casa de los Barakat, era viernes y como lo acordaron estaban practicando.

—Sí—contestó—, de hecho mi madre la encontró, pero pude salvarla.

—¡Genial, así podrás practicar en tu casa!

Alex asintió sabiendo que la guitarra de Tom estaba un tanto jodida y probablemente necesitaría arreglarla para poder tocarla, pero no quería entrar en detalles y quitarle el entusiasmo a Jack.

—¿Quieres repasar los acordes una vez más o prefieres cantar?

—Como tú veas—respondió Alex—, ¿qué necesito mejorar?

—Podemos darle una repasada a los acordes—rio—, después cantas la canción mientras yo toco, ¿te parece?—sugirió—. Y supongo que sería todo, hoy quedé de verme con Holly.

Alex gruñó para sí mismo. Durante toda la semana, Jack se la había pasado hablando de aquella fiesta a la que había ido con la rubia, y, a decir verdad, no le molestaba que su amigo tomara un tema y lo exprimiera hablándole de ello hasta que se enfadara, le molestaba que ese tema fuera Holly. Sí, estaba celoso, muy celoso, aunque supiera que él no tenía oportunidad alguna con Jack, odiaba que el chico le dedicara tiempo, tiempo que bien podía pasar con Alex.

Jack se aclaró la garganta y Alex saliendo de su trance lo volteó a ver frunciendo los ojos, como preguntándole qué se le ofrecía.

—Toca.

Alex posó tembloroso sus dedos en los lugares que Jack le había indicado con anterioridad, su cabeza estaba nublada, se sentía incómodo y hasta molesto al pensar en que su amigo lo dejaría para ir con la dichosa Holly. Cambió la posición de sus dedos con torpeza a la vez que seguía rasgando las cuerdas usando la otra mano con ayuda de una plumilla.

—No, no—dijo Jack haciendo que Alex parara—, déjame ayudarte, no estás haciendo suficiente presión.

Jack analizó la posición de Alex por un momento tratando de idear una forma de ayudarle. Estaban sentados al borde de su cama, por lo que era difícil ponerse tras de él para apoyarle con los acordes; sin embargo, decidió hacerlo al ver que no había otra opción, se subió al colchón y se hincó atrás de su amigo. Puso sus manos arriba de las de Alex y se recargó sobre su espalda para guardar el equilibrio. Alex podía sentir la respiración de Jack por el costado izquierdo de su cara, el roce de sus brazos con los propios, su abdomen apoyado sobre él y sus manos dirigiéndo las suyas, era un desastre, su piel se calentó humedeciéndose, su corazón se agitó más de la cuenta y sentía que se estaba ahogando, como si un nudo en su garganta impidiera la entrada de aire por más que inhalara.

—¿Entendiste?—Jack soltó el agarre volviéndose a sentar a su lado.

Alex no había entendido nada, ni siquiera se había percatado de lo que Jack le había mostrado, pero asintió nervioso, tratando de ocultar los obvios indicios de sus sentimientos.

—Bien, Lex, practícalo en tu casa—sonrió suavemente, como si de un niño  se tratase, y tomó la guitarra—. ¿Seguimos?

Jack comenzó a tocar la canción con la que había descubierto el talento oculto de Alex, The Anthem, ágilmente moviendo sus dedos por el mástil de la guitarra dejando en ridículo las pobres habilidades de su amigo. Alex entró justo a tiempo cantando el primer verso de la canción, cerrando los ojos y dejando que la melodía de Jack lo guiara, esforzándose inconscientemente para el agrado de su amigo.

Roses || JalexWhere stories live. Discover now