La habitación estaba invada en tinieblas, sería imposible ver algo de no ser por la luz amarilla proveniente de un farol en la acera afuera de la casa de los Gaskarth que se reflejaba en los bordes de los muebles. Alex estaba acostado sobre su cama, casi obligado a mantenerse quieto, pues hasta el menor movimiento de sus músculos le infligía un terrible dolor, y el mero roce de la tela que confeccionaba las prendas que vestía, hacía arder sus cortadas frescas complementando el trabajo. Sus ojos estaban cerrados, pero aún así las lágrimas encontraron una forma para filtrarse por debajo de sus párpados, mojando sus largas y lacias pestañas y cayendo por sus mejillas hasta llegar a las sábanas que cubrían su gastado colchón.
Dormir ya no parecía un escape, pues sus pesadillas lo acechaban cada noche, haciendo de su vida un infierno. Cada minuto, cada segundo que pasaba era un total tormento para el chico, su cuerpo estaba destruido y su mente nunca descansaba, llevándolo a lugares horribles, recordándole lo insufrible que era su mera existencia y lo mejor que los demás estarían sin él. Hace algunos años, después de lo ocurrido con su hermano, Alex se había convencido de que su presencia en el mundo no tenía importancia alguna, de desaparecer sus padres no se hubiesen dado cuenta; sin embargo, ya a este punto, estaba seguro de que todo mejoraría si él muriera, Jack estaba en problemas por su culpa, él era la carga más grande con la que lidiaba su madre. Deseaba poder tener el valor de su hermano para acabarse tal como él lo había hecho. Ahora las elecciones de Tom no se veían tan drásticas.
De la nada, un estruendoso ruido hizo que su piel se erizara, disolviendo los pensamientos que había estado construyendo toda la noche. Se levantó de inmediato, sin importarle el dolor que eso le traería, y una franja de luz que se hacía cada vez más grande se proyectó sobre su rostro. Era la puerta de la habitación que se iba abriendo, alumbrando parcialmente la alcoba y develando una silueta, perteneciente sin duda a la persona que había aventado el objeto de vidrio que se quebró junto a uno de los postes de la cama de Alex, Isobel.
Instintivamente, Alex se puso de pie, corriendo hacia la pared más lejana de la entrada del cuarto, tratando de cubrir y proteger su cuerpo con sus delgados brazos estirados frente a él.
-¡¿Eres marica, Alexander?!-exclamó su madre con un tono de voz que no recordaba haber oído, estaba iracunda y, por lo visto, algo ebria.
El corazón del chico fue de cero a cien en un segundo, Alex podía jurar que moriría de un ataque cardiaco en cualquier momento.
-¡Ya me hartó esa estupidez de hacerte el mudo!-volvió a gritar Isobel adentrándose más en la habitación. Su caminar era amenazador, como si estuviera dispuesta a pelear, y lo haría-. ¡Dime de una puta vez!
Alex intentó contestar, pero el sonido no abandonaba su garganta por más que lo intentara, su respiración agitada tampoco ayudaba; por lo que decidió negar frenéticamente con la cabeza a modo de respuesta.
-¡¿Entonces, qué era esa mierda que encontré en el historial de la computadora?!
Sus palabras golpearon en la cabeza al chico, quien se maldijo en su mente un par de cientos de veces por no haberse desecho de las evidencias de la exploración sexual que había estado teniendo. Ya no había ningún lugar donde podría estar en paz, su propia casa había dejado de ser una especie de cementerio de recuerdos para convertirse en otro campo de batalla.
-Aparte de inútil, marica, lo que me faltaba-ladró Isobel golpeando su frente con su mano derecha-. ¡¿Qué hice para merecer esto?!
Alex trató de que los comentarios de su madre se resbalaran. La mujer ya no era merecedora de ningún tipo de afecto por parte de su hijo, y Alex vivía convencido de que no sentía nada por Isobel, la relación que llevaban era más parecida a ser compañeros de piso que a la de una madre con su hijo; no obstante, sus comentarios se clavaban cual navajas, dolía mucho más que aquella mirada despectiva que Jack le había dedicado al enterarse que Alex gustaba de él.
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Roses || Jalex
FanfictionTom se fue, llevándose con él la sonrisa de Alex. 12•11•18 #1 en All Time Low y Jalex Barakarth el 23•10•20 #1 en Jack Barakat el 08•11•20