—Alexander—pronunció con una sonrisa al mismo tiempo en que tomaba asiento frente al castaño, recargando sus brazos sobre el pupitre del otro—. Dramático y presuntuoso.
Alex se heló, era muy extraño para él oír su nombre provenir de la boca del chico libanés.
—Lo sé, qué inesperado de mi parte —rió irónicamente—. Conseguí tu nombre.
Alex protestó poniendo un libro de manera que tapara el rostro de Jack. En su mente sólo se hallaban especulaciones, ¿le habría dicho la enfermera, algún maestro? Odiaba admitirlo, pero la curiosidad lo carcomía y, sí, se encontraba algo molesto.
—Se te cayó esto—guiñó alzando su cara y dándole el papel rosado que contenía los datos para la cita con el consejero. Estaba a punto de hacer un comentario cuando recordó lo que había pasado el viernes, la sensación de su tórax expandiéndose con rapidez sobre sus brazos, aquellos ojos café que parecían no tener expresión impregnados en miedo, y, contradiciendo su naturaleza, se calló y giró su cuerpo dirigiendo su mirada al profesor que lo observaba con desprecio.
La campana timbró dando paso a la clase siguiente y así, liberando a los alumnos. Alex alistó sus cosas sin mucha prisa, no entendía ese afán por amontonarse en la puerta y pelear por quien salía primero, muy inútil y poco práctico.
—Entonces, Lex—sonrió Jack parado y recargado en la pared esperando al castaño—, dime ¿qué clase tienes?
Alex volteó a ver a su compañero irritado, esperando qué tal gesto le hiciese entender que no estaba interesado en hablar con él.
—¿No te gustó el apodo?—frunció su boca—, estuve pensando en él toda la clase.
Alex tomó su mochila y salió del aula dejando a Jack hablando solo; no obstante no impidió que este lo siguiera, al menos hasta que tuvieron que entrar a salones diferentes.
Las siguientes horas, a la par que dibujaba sobre su cuaderno, ignorando la lección, no podía sacar de sus pensamientos a el extraño chico sonriente de cabello negro. Sí, vaya que era enfadoso, un perfecto contraste con él mismo, mientras Alex era no pronunciaba palabra alguna, Jack parecía no poder parar de hablar, cuando Alex prefería estar solo, Jack se empeñaba más en tenerlo junto a él. Era como un niño de poco menos de dos metros; sin embargo, esas diferencias, pese a negarlo, a Alex le gustaban, su carácter alegre que combinada con su excéntrica aunque descuidada forma de vestir, tal vez la manera en la que rogaba tanto por su atención, suena egocéntrico pero así era, aún siendo lo único que le quedaba a su madre, ella lo dejaba en segundo plano, era por lo menos considerado que un extraño lo llevara a recibir atención médica, cuando su madre desconocía que sufría de tales ataques.
A algunos metros de distancia, en el laboratorio de física, la mente de Jack giraba en torno a Alex, rumiando sus pensamientos tratando de encontrarle sentido a ese chico que no importaba el día siempre llevaba una sudadera negra que, junto con un par de jeans del mismo color, lo cubría prácticamente todo, ¿llevaría algo debajo de esa vieja y obscura prenda? ¿se vestiría así incluso los fines de semana? O esa expresión que siempre llevaba como clavada, sus pupilas sueltas que cada cuánto giraban dentro de sus ojos, su boca cosida que únicamente liberaba quejidos y gruñidos, su piel palidísima que bien pudo haberle robado a un cadáver, o sus cejas que hacían batalla a las suyas. No entendía cómo alguien podría ser tan amargado, hasta que recordó los sucesos pasados, la imagen del chico tan roto y vulnerable, de vez en cuando aparecía como flashes en su mente, era algo que prefería no recordar, pero no podía parar, era casi automático. No estaba amargado, estaba ¿triste? Se veía bastante menos gris al salir del consultorio, ¡Hasta le había hablado! Sí, su voz era suave, la voz de un narrador o un cantante...
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Roses || Jalex
FanfictionTom se fue, llevándose con él la sonrisa de Alex. 12•11•18 #1 en All Time Low y Jalex Barakarth el 23•10•20 #1 en Jack Barakat el 08•11•20