Una semana había pasado desde el incidente con Tuco y la pelea que Jesse había Tenido con Walter. Los tres ahora se encontraban un cementerio de Autos.
Walter vestía un sombrero negro y unos lentes obscuros. Jesse lo observó unos segundos.— ¿Que?.— Walter le preguntó. Jesse de quedo callado y copio su acción.
— Ustedes son patéticos.— Mía rodó los ojos mientras se sentaba en un asiento de auto.
— ¿Un cementerio de autos?, déjame adivinar tú escogiste este lugar.— Jesse pregunto. Mía observó a Walter a la espera de una respuesta.
— ¿Que tiene de malo? Es privado.— Alzó los brazos en compañía de su respuesta.
— ¿Ves muchas películas no es así?— Mía hablo con una sonrisa de burla.
— Es el sitio donde los no criminales piensan que se venden droga.— Jesse le explicó.— "Lo vi en una película. Mírame".
— Dime donde haces tus negocios..
— ¿Que te parece Taco cabeza?— Mía ató la agujeta de su zapato mientras que ellos conversaban.— hago muchos negocios en Taco cabeza. Es agradable... abre las 24 horas... y no han matado a nadie en Taco cabeza.
— ¿El centro comercial?— Mía le preguntó a Walter.
— Si— Jesse concordó.— Pudo ser en GAP, " es hora del encuentro". Podría comprar unos pantalones... y unas camisas... y olvidó la parte donde el demente Tuco se roba mis drogas y me deja desangrándome.
Mía se acercó a ellos cuando una camioneta comenzó a acercarse. Jesse sostuvo su cabeza unos segundos mirando al cielo.
— No tienen que estar aquí. En serio... estoy bien.
— no soy ningún cobarde.— Jesse le respondió.— Mia no debería de estar aquí.
— Este negocio mío al igual que ustedes, no me miren a mi.— Mía contraataco a Jesse.
Y aunque los ojos de Jesse estuvieran cubiertos por esas gafas oscuras sabía que el había rodado los ojos.
De la camioneta bajo Tuco junto con otros dos hombres. — Don limpio y su amigo.— Tuco apodo a Walter y Jesse— Y... no tuvimos la oportunidad de conocerlos.— Tuco le extendió la mano. Mía moría de miedo por dentro, pero trato de no demostrarlo respondiendo el saludo. Tuco acercó la mano de Mía a su boca y la beso.
Mía trato de mantenerse y no mostrar el asco que sentía por dentro.
— Discúlpame por maltratarte.— Tuco ahora se refirió a Jesse.— tienes que dar, para recibir. — Tofos se callaron por unos segundos.— ¿por que vinimos para acá?. ¿Es que cerraron el centro comercial?.
Jesse y Mia observaron a Walter. El mantenía la vista enfrente evitándolos a ambos.
— Muy bien, vamos al grano.— Tuco extendió su mano hasta Walter.
De su chaqueta sacó una bolsa con el cristal. No era lo que los dos habían acordado.
— ¿es todo lo que tienes?— Tuco la arrebato de sus manos.
— Tuvimos problemas de producción.— Walter le explicó.
Tuco se la extendió a uno de sus acompañantes, el tenia una pequeña báscula en sus manos. El colocó la bolsa sobre ella y después de un pequeño sonido habló.
— Punto 53.
— Pensé que eras de fiar. Prometiste un kilo y ahora me haces perder el tiempo con esto.— Hablo enojado.
Tuco le hizo una expresión a su otro acompañante. Un hombre robusto, que tenía una bolsa de dinero en sus manos. El saque un fajo de billetes y se lo lanzó a Walter.
— Diecisiete y medio, menos la mitad por hacerme perder el tiempo.
Walter trato de hablar pero Tuco lo hizo callar.
— ¿Vas a discutir?. ¿vas a decir algo?— Tuco les grito. — Hacen negocios como un par de rameras.— Tuco apuntó a Jesse y Walter antes de irse.
— Queremos todo.— Mia hablo haciéndolos detenerse.— Setenta mil.
— ¿Que dijiste?— Tuco se acercó a ella amenazante.
— Te gusta el producto... y quieres más. Consideró una inversión capital.
— Maldita perra— se acercó hasta ella hasta chocar con su pecho.— Cincuenta y dos y medio, 25 puntos.
— ¿Puntos?— Walter preguntó.
Tuco observó a Jesse en espera de una respuesta.— Intereses semanales.
— De acuerdo.— Mía respondió.
— Serían 65 625 dólares con los intereses.— Walter habló.— Por 1,875 libras.
— No, dos libras para el viernes y sin problemas de producción.
—¿Puedes con cuatro libras?— Walter preguntó. Los ojos de Mía se abrieron con asombro. Jesse se quito los lentes teniendo la misma expresión de Mía.
— Escucha viejo, di lo que quieras... pero deberme dinero es malo.
Tuco le extendió el dinero a Mía golpeando su estómago. Ella tomó la bolsa y la mantuvo entre sus manos.
Tuco se alejó de ellos y subió a su camioneta. Los tres hombres se alejaron con rapidez.
— ¿Que fue lo que hiciste?— Jesse pregunto entre dientes.
— ¡Estas loco!— Mía grito cuando el auto se alejó. Mía comenzó a golpearlo con la bolsa de dinero.
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Hola , cuando comencé la historia todo era muy padre por que todas reaccionaban y comentaban. Pero ahora ya ni se si les gusta o nooo, entonces si no me lo hacen saber lo más probable es que deje la historia por falta de motivación 😔😔😔
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Sober || Breaking Bad
FanficCuando una chica decide vender metanfetamina estado un año sobria.