Mia comenzó a reír al momento que el agua fría comenzó a caer sobre su rostro. Toda la arena y suciedad que su cuerpo cargaba comenzaba a caer lentamente, ella juraría que después de aquel baño perdía unas cuantas libras de arena acumulada en toda su ropa.Minutos más tarde ella ya se encontraba bañada y cambiada con ropa que habían comprado en el hotel. Tomo el teléfono de la habitación y marco el numero que siempre estaría marcado en su memoria.
— ¿Hola? Mamá.— pregunto con el dispositivo en su oreja.— ¿Hannah esta por ahí?.
Segundos más tarde el rostro de Mía se dibujó con una gran sonrisa al escuchar la voz de su pequeño ángel, así era como Mía se refería sobra la pequeña.
— ¿Como estás?— Mía comenzó a cepillar su cabello.— Yo estoy bien, te extraño mucho.— confesó.— Pronto estaré en casa contigo, podremos ir a ese lugar del que tanto me has contado.— Mia recordó aquella tienda del centro comercial, habían inaugurado una tienda de Disney, por lo que Hannah había presidio incontables veces el poder visitarla.— Tienes que hacerle caso a tu abuelita, pronto iré por ti, ¿esta bien?.— Mía espero unos segundos para su respuesta.— Te amo.
Mia sonrío al escuchar las mismas palabras por del otro lado de la línea. Colgó en teléfono antes de salir de la habitación y tocar las dos puertas que se encontraban a los dos lados de la suya.
Espero unos segundos en el pasillo antes de que las dos puertas se abrieran.
Los tres comenzaron a caminar por los pasillos del hotel hasta llegar al restaurante del mismo. Tomaron asiento en una de las mesas del buffet.
Walter y Mía se quedaron sentados mientras que Jesse servia comida en su plato alejado de la mesa.
Mia observó como Walter mantenía la mirada fija en el Rv.— Se que está preocupado sobre todo...— Mia hizo círculos con sus palmas frente de Walter.— Pero, si usted ya sabe...— Mía trato de no hacer aquella conversación incómoda o triste.— Yo me encargare de que su familia reciba su dinero.
Water despegó la mirada del la mirada y la observó para después asentir.— ¿ y tú, Mía?. Después de esto, ¿que?.
Mia alzó sus hombros en señal que conocía la respuesta.
— ¿Nada? ¿Y la universidad?— Walter pregunto. Mía simplemente negó con la cabeza.— no, ¿que te impide ir a la universidad?.
— Nada, supongo.— Respondió mientras bebía de su vaso de agua.
— Si, claro que nada. Si fueras a la universidad, ¿que te gustaría estudiar?.
— Química.— Respondió con una pequeña sonrisa imaginando aquella posibilidad. Walter sonrió de igual manera.
— Tienes talento para eso.— Walter halagó.— Un título en química puede abrirte camino en muchos lugares.
— tal vez ahora pueda ser líder de mi propio cartel de drogas.
Los dos comenzaron a reír, pero la risa de Walter fue detenida por su tos.
— Eres muy afortunada, ¿sabes?.
— Eres joven, aseguró que mucha gente te ama. — la expresión de Mía comenzó a hacerse más seria y su sonrisa se desvanecía al momento de que Walter hablaba con palabras huecas que Mía sabía que no eran una realidad. — tienes a un chico que moriria por ti.— los ojos de Walter y Mía fueron hasta Jesse que servía comida con desesperación en su plato.— Y no tuviste que esperar toda tu vid para hacer algo especial.
— No,— Mía lo detuvo.— Mire, no se cual es la impresión que le he dado pero... no soy la misma chica que hace 5 años.— Mía le recordó.— Las cosas han cambiando. Y ahora con todo eso... no somos el tipo de personas que tendrán un final feliz. Tal vez el si.— Jesse miraron a Jesse que discutía con un mesero exigiendo una jarra de jugo de piña.— El es muy bueno pero esto.— Mía miro a sus manos.— Pero nosotros... no lo creo.
— Nunca es tarde para encontrar el camino. La noche es mas oscura justo antes del amanecer.
Mia hizo una mueca antes de asentir.— Tengo miedo
cuando llegue mi momento de obscuridad.Walter la miro con ojos compasivos, aquella sensación le
recordaba cuando observaba a Walter, o cuando observaba la panza de embarazo de Skyler.Jesse llego a la mesa con dos platos repletos de comida. Coloco uno frente a Mia. — Come.— Le ordenó dándole una gran mordida a su bocado del tenedor en sus manos.
Mía asintió antes de comenzar a comer las uvas en sus platos.— ¿De que estaban hablando?— Jesse pregunto.
— El futuro.— Walter le respondió observando a Mía que mantenía la vista en su comida.
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El camino a hasta su casa fue demasiado largo, mucho más largo de lo que Mia recordaba.
— ¿Que harás con todo tu dinero, Mía?— Walter pregunto en el volante del Rv.
— No lo se.— Mia pensó por varios segundos.— comprarle una casa a mi sobrina, pagarle sus tratamientos y una buena universidad.
— ¿y tú?.
— ¿Yo?— Walter asintió esperando su respuesta.
Mia alzo los hombros en señal de ignorancia. Ella no sabía que era lo que haría con todo ese dinero mas aparte de mantener a su sobrina.
Mentiría si dijera que tenía un plan de reserva si aquello llegara a fallar. Ni siquiera sabía si al final de la historia ella tendría un final feliz, o un amanecer como Walter había dicho.
Ella pensaba que se quería en ese lugar obscuro y que el amanecer nunca llegaría.
— Yo compare un auto y lo llenare de chichas en pequeños trajes de baño mientras se bañan en cerveza.— Jesse respondió con orgullo.
Mía sonrío al imaginarse a Jesse siendo feliz cumpliendo ese absurdo sueño.
Nunca fue creyente de la iglesia, pero ella rezaba todas las noches para que aquella ola de obscuridad no llegara a ninguno de los dos, aunque ella siempre tuvo de prioridad a Jesse.
Por más que quisiera hacerse creer que todo estaría bien, aquel sentimiento de miedo nunca dejaba su estomago, y cuando su única compañera era su imaginación, los peores escenarios se pintaban en su mente quitándole el sueño.
— ¿Que tienes en mente, Mía?— Jesse pregunto.
— Nada, pienso en Hannah.
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Sober || Breaking Bad
Fiksi PenggemarCuando una chica decide vender metanfetamina estado un año sobria.