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Jesse y Mia se mantuvieron detrás de Walter mientras que el observaba todos los destrozos de la noche anterior dentro del Rv.
— Aclaremos algo. La química es mi dominio. Yo cocino. No quiero saber nada de nuestros clientes. No quiero verlos, no quiero oír de ellos... no quiero interactuar con ellos. Esta operación entre ustedes y yo y yo soy el socio silente. ¿Tienen algún problema con eso?.
— Como tú quieras.— Jesse le respondió.
— ¿Mia?.
— ¿Tenemos algún voto aquí?— Mia pregunto con sarcasmo.
Walter se acercó a ellos y se detuvo cuando estuvo frente a ellos— pase lo que pase... no mas sangre. Nada de violencia.
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Mia limpio el sudor de su frente con su antebrazo mientras que con su otra mano mezclaba diferentes sustancias que Walter le había pedido.
— No hablas mucho sobre usted, ¿verdad?— Mía pregunto.— Digo, nunca lo hizo por que estábamos en clase, pero... aquí es diferente.
Mia espero una respuesta, pero no la obtuvo. Giro la vista hasta Walter que mantenía sus ojos fijos al frente.
— Supongo que no le gusta hablar mucho de su vida personal, lo entiendo.— Mia asintió con la cabeza para ella misma.— Pero pienso qué tal vez...
Su oración fue interrumpida por que Walter se recargo sobre la encimera mientras comenzaba a toser con fuerza. Era una acción habitual de Walter, comenzar a toser de la nada y sin alguna razón aparente.
Mia lo ayudo a que saliera del Rv y quito su máscara al momento que los dos se encontraban fuera. El se cayo al suelo y comenzó a toser con más fuerza.
Jesse que se encontraba leyendo una revista en una silla a unos metros de él Rv se acercó— ¿Te sientes bien?.
— Estoy mareado, estoy mareado— Les informo a Jesse y Mía que trataban de ayudarlo. — Estoy mareado. Necesito aire.
Jesse ayudo a ponerlo de pie. Mientras que Mía tomaba su mano y le ayudaba de apoyo.
— Siento que me quemo. — Explicó mientras colaba su mano en el pecho.
— Siéntate, siéntate— Jesse lo ayudo a que se acercara la silla. Mía tomó la revista para poder aventarle aire fresco. Su vista fue a la portada, una mujer semidesnuda con una ropa interior que muy apenas podía cubrir su parte íntima. Mía rodó los ojos y comenzó a ventilar a Walter.
— ¿Mejor?— Jesse corroboro. Walter desabotonó su overol.
