— Nunca habíamos comprado de estos— Hablo con emoción Hannah mientras sacaba las bolsas de galletas azucaradas con relleno de crema.— Mi abuelita siempre compra cosas aburridas.
Mia sonrío mientras seguía desempacando las bolsas de súper. Su casa nunca se había visto más llena y si refrigerador desbordaba de todas las frutas y comida que Mía al fin había podido comprar.
— ¡Mira toda esta comida!— La pequeña niña tomó todos los empaques posibles de comida congelada, bolsas y empaques de postres.— Es como el paraíso. Amo tu nuevo trabajo.
Mia trago saco mientras disimulaba una sonrisa.— Si, yo también.
Observó como Hannah tomaba el nuevo juguete que ella había comprado. Comenzó a jugar con el carro de carreras sobre la mesa central de su sala.
— ¿Tia?— Mia escucho la dulce voz de Hannah detrás de ella.
— ¿si?— respondió mientras comenzaba a preparar la cena. Nuggets de pollo congelados con papás en forma de caritas felices fueron ingresados al honro antes de que ella comenzara a cortar un poco de fruta.
— ¿Cuando viviré contigo?.
Mia observó a la pequeña que jugaba con su juguete. La pregunta había salido tan natural de sus labios como si la pequeña niña no esperara alguna respuesta alguna.
Suponía que era el hecho de que Hannah hacia la misma pregunta a su abuela la mayoría de los días, recibiendo un simple; "¿por que no dejas de molestarme?" o "¿por que querrías vivir con la miserable de tu tía?".
Sin duda su madre no era su mejor fan, pero ella trataba de hacerse cargo de las tres. La mayoría de las veces era un éxito, ella siempre podía decirle que no a unas cuantas cosas.
— Tal vez en unos meses.— Mía le respondió acercándose a ella. Los ojos de Hannah comenzaron a brillar con alegría al escuchar las palabras.— Es un proceso difícil y este lugar no es apto para cuidar a una niña.
Hannah asintió con la cabeza mientras sonreía. Mía acaricio su cabello mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios.
"Tenía un buen trabajo antes de que mi jefe me acusara de robar... mejor llama a Saúl".
Mia tomo el control y apago el televisor rápidamente.
— ¿por qué haces eso?— Hannah se quejo mientras dejaba caer sus brazos a los costados.— me gusta ese comercial.
El teléfono en su bolso comenzó a soñar llamando la atención de ambas chicas.— Sigue jugando, regresare en un segundo.
Mia se levantó del suelo y camino hasta su bolso. Tomó los dos teléfonos en sus manos y soltó un largo suspiro al ver que era Walter la llamaba.
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Sober || Breaking Bad
FanfictionCuando una chica decide vender metanfetamina estado un año sobria.