-¿Cómo es?-Pregunta la pelirroja después de haber oído toda la historia.-¿Cómo es que?
-Tu chica.
-No es mi chica.
-Pero te gustaría... ¿Cómo es?
-Pues es guapa... rubia, ojos azules...
-Eso me da igual.-Me interrumpe.-¿Cómo es?
-Fría...-Respondo dudosa, no sé si es lo que quiere oír.-...fría al principio, tiene mucho miedo, lo noto... luego ya no lo es, se acerca poco a poco, como un gato cuando va teniendo confianza... pero el miedo no se va nunca. Es muy observadora y calla todo lo que ve, o lo que siente, hasta que explota. Es muy inteligente, pero no se avienta nunca porque su cabeza está todo el rato funcionando.
-En fin... no vale la pena.-Me corta Nicolle.
-Ya te digo.-Asiente de acuerdo Luz. Que ella lo diga de alguna manera hace que me lo crea. Como si su opinión fuese la definitiva.
-¿Oye y si salimos de fiesta?-Propone Sarah después de haber estado callada un buen rato.
-No.-Respondo enseguida.
-Venga si ¿A dónde quieres ir?-La pelirroja de nuevo llevandome la contraria, haciendo como que no existo y haciendome creer que debo seguirla.
-Por aquí hay una disco, no he ido nunca pero dicen que es buena... está en la carretera.
-¿Una buena disco en carretera? ¿Porque no me lo creo?-Se burla Nicolle.
-Yo no quiero ir.-Digo con miedo a ser juzgada.
-Venga, así quizás te gusta una chica de tu edad.-Responde Luz, no sé si lo ha dicho en forma de burla.
Sarah, quien hasta ahora ha sido la que mejor se ha portado conmigo, quien me ha reconfortado por el rechazo de Cecilia, quien me ha abrazado, me toma de la mano y me levanta, para llevarme a mi habitación. Las otras dos nos siguen, antes de llegar le gritan a la pareja que vamos de fiesta por si se quieren unir. Ellos no responden, claro, estarán ocupados.
Veo que mis invitadas inspeccionan mi armario y eligen ropa para mi e incluso para ellas mismas, sin preguntar ni nada asumieron que les presataría. Nunca he tenido un grupo de amigas, y nunca he pasado la vergüenza de tener que conocer a alguien desde cero, mi grupo de amigas siempre fue Carla, y tomando en cuenta de que nacimos practicamante juntas nunca lo pasé mal con ella. Ahora, así, no sé que es normal y que no. Que tan rápido se puede tomar confianza. No sé como comportarme. Al parecer a ellas les da un poco igual porque empiezan a cambiarse delante mío, con mi propia ropa. Ya cambiadas se dan cuenta que no les gusta, que no tengo ropa de fiesta. Y lo mismo pasa cuando ven mi maquillaje.
Deciden entonces ir a casa de Nicolle por algunas cosas. Prefería quedarme aquí, pero no me dejan, y al parecer soy su marioneta porque me llevan a todas partes. Vamos caminando por el pueblo y algunas personas nos ven curiosas. Estamos por llegar a casa de mi amiga, y noto a lo lejos que hay luz en el porche de Cecilia. Su vecina le susurra a las invitadas que ahí se encuentra la famosa mujer que me rechazó. Veo una mueca de pena en cara de la castaña, pero una sonrisilla en cara de la chica rara que conocí hoy. Cecilia está fuera, con un gran abrigo y un vaso de quien sabe que. Luz se acerca más que el resto, viéndola descaradamente. Cecilia la ve un momento, luego me ve a mi, analizando la situación, Luz no dejó de verla un momento, y como si sus ojos le ordenaran ser correspondidos Cecilia volvió la mirada a ella, estuvieron un rato así, hasta que Luz bufó y se dio la vuelta. No entendí nada, creo que nadie entendió nada. Pero daba la impresión de que fuera lo que fuera ella había ganado.
Después de un rato de probar ropa eligieron lo que se pondrían y lo que me pondrían. Cada quien se maquillaba a si misma, pero a mi no me dejaron, dijeron que si lo hacía yo sería muy aburrido, así que entre las tres me maquillaron. Salimos de la casa todas listas. Volteé a ver si Cecilia seguía ahí, quizás con la esperanza de que me estuviera esperando. Pero no. Dudo que quiera siquiera verme. Aunque me hubiese gustado pues gracias a las chicas me siento guapa, pusieron todo de su parte y me hacen lucir como nunca lo había hecho en mi vida, una parte de mi, la más toxica, quería que Cecilia me viera y se arrepintiera de haberme tratado así, de que me viera y le gustase más. Pero veo que no le importo. Y aunque me duela, ese acto, el haberse ido me da la certeza de que debo dejar de pensar en ella.
Es hasta ese momento que me doy cuenta de la suerte que tengo. Estoy entre tres chicas, preciosas, divertidas y que están haciendo todo para sacarme de mi pena, aunque yo no lo quiera. Ya en el auto me pongo de tarea observarlas, creo que no lo había hecho realmente. Con la poca luz es un trabajo difícil pero no me importa, prefiero eso a meterme en su conversación que no entiendo. Noto que Sarah acaricia el rostro de Luz como un acto reflejo. Me pregunto si están juntas, aunque no lo pensé en ningún momento de la noche... y si no lo son me estremezco ante la idea de tener una amistad así, que pueda ser fácilmente confundida con una relación amororsa.
Llegamos al lugar. Lo veo desde la ventana, no quiero bajarme. Siento mis tripas retorcerse. Fue mala idea haberles hecho caso. Sarah me toma de la mano y me sonríe amistosamente. Me da fuerza y nos bajaos juntas. Tomadas de la mano. Esta chica es un amor de persona. Noto que con sus dedos acaricia los míos, aún con nuestras manos entrelazadas. Como con un cariño total.
Entramos. Es la primera vez que estoy en una discoteca. Es exacto como lo había visto en televisión. Gente parada en la barra gritando al pedir su bebida pues sino es imposible oirles. Gente bailando en la pista, gente besándose, una cola inmensa para el baño de chicas, una cola muy pequeña para el de chicos. Gente cantando, gente riendo. Ropas pegadas o muy cortas pues aquí dentro hace calor, un calor que desentona totalmente con la época del año, pero que justamente por eso, arropa.
Un chico blanco, blanquisimo, se acerca a nosotras, me asusta pues es como si sangre no corriese por sus venas. Nos sonríe. Quiero que se aleje.
-¿Os invito a algo chicas?-Pregunta galán.
-Si.-Responde rápido Sarah muy coqueta. Sin soltar mi mano. No lo entiendo. ¿Porque querría que ese tipo nos invite a algo?¿Acaso le gusta?¿A Sarah le gustan los chicos o las chicas? ¿Y si sí le gusta porque no suelta mi mano para ligar mejor? Puede darle la impresión equivocada. Nos acercamos a la barra con el vampiro ese y el pide algo. No oigo que es, tampoco me importa, no pienso tomar nada que provenga de él.
Le acaricia la espalda a mi amiga. Y ella se deja. Me doy cuenta entonces que si le gusta y que no pinto nada aquí. Intento alejarme, soltarme de su agarre pero no me deja ¿A qué juega? Toma del vaso que su nuevo pretendiente le compró, yo rechazo el que era para mi. Me insisten, que no sea amargada me dicen. Me da igual, aún así lo rechazo.
Las luces cambian de color, según la música. Veo a nuestro grupo un poco más alejado, bailando. Nicolle y Luz juntas, y los novios por su lado. Llevo a Sarah a donde están ellos. Y veo que el otro nos sigue. Al fin soltamos nuestras manos para bailar. Él baila con nosotras. Quiero que se vaya. Intenta besar a Sarah. Ella se aleja, y antes de que a él le de tiempo a decir cualquier cosa ella me besa. Un beso extraño, tampoco soy una experta pues solo puedo compararlo a los de Cecilia. Pero es un beso superficial, como si se sintiera obligada a hacerlo, y yo, como momia la sigo sin poder reaccionar porque no entiendo nada. Al separarnos el chico ya no está. Me parece que fue largo el beso.
Mis nuevas amigas empiezan a pedir copas, a poner copas en mi mano. Una tras otra. Tantas que todo empieza a tornarse incomprensible para mi. Veo todo como pequeños momentos, los que logro notar o entender, y el resto es como si pasara y como si yo estuviese ahí pero sin yo saberlo. Veo al novio de Diana gritar, también veo que su mano está debajo de la falda de su novia. Veo a Luz con el DJ. Siento caricias de Sarah. Estando fuera, ellos fumando y yo observando y poniendo todo de mi parte para entender, está Nicolle dando lecciones de vida, a nosotros y a todos los desconocidos que se acercan a nuestro grupo interesados por lo que la chica gritona tiene que decir. Sarah baila de una manera extraña, una chica se le acerca. Bailan juntas. Todos quieren estar con ella. De repente, lloro. Y eso es todo lo que pude entender de la noche.
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azul infinito
Teen FictionPuerto Villalba. Un pueblo escondido al lado del mar, aparentemente perfecto. Para Jimena una adolescente que ha vivido ahí toda su vida, su infierno personal. No es hasta que llega Cecilia, la nueva doctora, una mujer tan hermosa como misteriosa, q...