El Rarito De Los Park

Problemas de Alfa

Estar frente a Namjoon recibiendo consejos era muy vergonzoso, sobre todo porque su cabeza color roja era muy graciosa y no me dejaba tomarmelo enserio, pero sus palabras eran de mucha ayuda.

-¿Eres estúpido o qué?

-¡No digas nada!

-¡¿Cómo se te ocurre ignorar a Jimin toda la puta semana?!

Triste, pero cierto. Después del incidente telefónico y los gémidos detrás de todo eso, mi lobo se sentía cohibido ante la simple mensión de Jimin. Daba vergüenza mirarlo a la cara, por eso llevaba una semana sin llamarle, mandarle mensajes o visitarlo; volví al trabajo y cada que recibiamos algún pedido en casa de los park le pedía a otro repartidor que entregara esa orden.

Ahora tenia al maldito de Namjoon regañandome y recordandome los errores que cometí en mi dia de celo.

-Tienes que ir a verlo, ¿qué tal si vuelve a recaer y tiene un ataque? Se necesitan mutuamente, admitanlo.

-P-pero...

-¿Dime cúal es la razón por la cual lo estas ignorando? Si solo te dio un sueter con su aroma y ya.

Me daba verguenza decirle a Namjoon todo lo que ese sueter hizo por mi, no le di detalles del porque ignoraba a Jimin; solo le dije que estaba teniendo un problema y ya.

Suspiré derrotado, tarde o temprano iba a enterarse de todos modos.

-Y-yo... bueno, no yo. M-mi lobo tomó el control y-y p-pues...

-¡Dilo de una buena vez!

-¡Bien!. ¡LLAMÉ A JIMIN DURANTE MI CELO Y ME MASTURBE CON EL AROMA DE SU SUETER! ¡¿QUEDÓ CLARO?!

Al parecer hablé demasiado fuerte, todas las personas de aquella cafeteria del centro me miraron impresionadas por lo que acababa de decir.

Dejé mi cabeza caer sobre la mesa, rojo de la vergüenza que acabo de pasar.
Sentí el brazo de Namjoon dar palmaditas a mi espalda, tratando de hacerme sentir menos penoso de lo que ya estaba.

-Tranquilo amigo, no es para tanto...

-¡¿Qué no es para tanto?! ¡me escuchó gemir y suplicar su nombre desde el teléfono!

-Mejor vámonos, vámonos antes de que le des a conocer a toda la cafeteria tu vida sexual.

Namjoon se ofreció a pagar nuestras bebidas y aperitivos, yo opté por dejarle una generosa propina al mesero por las molestias de mi sufrimiento.

Caminamos por las bellas calles de seul hasta llegar al parque, el cuál estaba practicamente vacio gracias a las temperaturas de hoy.
Nos sentamos en el amplio campo cubierto de cesped, admirando el cielo despejado y azulado sobre nosotros.

-¿Te sientes mejor ahora?- habló tranquilamente Nam.

-No tanto. Mi lobo tomó el control esa vez y ahora me siento mal...

-Todos cometemos esos errores de vez en cuando. Incluso yo.

-Tu eres señor orden y perfección. ¿Qué errores cometiste?-pregunte burlón, arrepintiendome al instante al ver su rostro bañado en seriedad.

El alfa contrario respiró nostalgico, recordando sus errores pasados. Aquellos que cometió con Jin.

-Va a sonar muy mal, y realmente estuvo muy mal... hace 1 año, en mi epoca de celo, Jin hirió mi orgullo de Alfa frente a todos en mi clase de geometría analítica. Entró gritando y exigiendo respuestas ante una conversación que una omega loca se inventó para separarnos. Yo me molesté mucho porque no confió en mi y pues... tu ya sabes lo que hacen los alfas.