El Rarito De Los Park

Te amo hijo

-¡Mamá! ¿adivina que pasó hoy?

A Yoongi le gustaba contarle todo a su madre, sin importar que ya fuera un adulto "responsable". Su madre siempre va a ser su mejor amiga.

Entró a la sala de su casa, notando que esta, al igual que la cocina, se encontraba vacia.
Subió al segundo piso, buscando en la habitación de sus padres la presencia de su madre omega.
Sin embargo, esta tampoco se encontraba ahí; derrotado y decidido a dormir un rato fue a su habitación.

Una vez frente a la puerta, se detuvo al escuchar ruidos desde el interior. Posó so oreja en la puerta, agudizando su oído y tratando de distinguir de que se trataba.

-¿Do, Si, Fa, Mi? Ahg... me duele la cabeza- esa era, sin lugar a dudas, la voz de su padre pero... ¿qué estaba haciendo?

-¿Papá?- tocó la puerta jugetonamemte, sobresaltando al alfa mayor y haciendo que una de sus hojas cayera al piso.

Sin decir nada, caminó hasta su cama y se sentó a la orilla de esta. Observaba tranquilamente como su padre agachaba la cabeza y recogia las hojas del piso.

-¿Puedo saber que estas haciendo?- preguntó en voz baja, sonriendo timidamente y tomando una hoja del suelo en su mano.

El alfa continuó en silencio, evitando la mirada de su hijo.

Le apenaba confesar que no entendía nada en absoluto. No entendía como funcionaban esas hojas con lineas y puntos, no entendía los programas de sonido, las grabaciones, no sabia ni tocar un instrumento.

-¿Padre?

-¡Ahg me rindo! No puedo componer, no tengo ese talento. ¿De dónde salió tu pasión por la musica? No lo entiendo.

¿De dónde?
Supongo que era hora de contarle la verdad.

-De ti- respondió simple, encendiendo su computadora y arrastrando otra de las sillas de su habitación.

Rebuscó entre su repisa uno de sus cuadernos y tomó un lápiz del escritorio, listo para escribir y componer algo nuevo.

-¿De mi? Pero si yo no se nad-

-No es porque sepas o no algo sobre música. Cuando era niño tu me compartiste todos tus gustos musicales, me llenaste de discos y casets de tus viejas canciones; me enseñaste no solo a escuchar música. Me enseñaste a apreciarla y disfrutarla. Supongo que de ahí salió lo demás.

Su padre sonrió por primera vez desde su llegada, asintiendo penosamente por haber olvidado esos momentos padre e hijo.

Ahora recuerda todo con facilidad, las veces en que él, su esposa y su pequeño iban a la casa de la abuela en Daegu y se sentaban sobre el cesped del patio trasero con el tocadiscos enfrente. Bandas extranjeras y coreanas llenaban de alegria el pequeño y colorido patio, recuerda cargar a su pequeño entre sus brazos y bailar al ritmo de una canción aleatoria.

Fueron buenos momentos.

-¿Deberia volver a alzarte en mis brazos y bailar al ritmo de The beatles?- preguntó nostalgico.

-Tal vez... aunque soy mas pesado ahora.

Ambos alfas rieron felizmente, recordando todos los bellos momentos que vivieron en la infancia de Yoongi.

-Nunca debí enojarme contigo por... ya sabes.

-Tranquilo, no estoy enojado. Aunque si estoy algo triste, te perdiste muchas de mis maravillosas presentaciones.- dijo con la vista aún fija en el monitor de la computadora.  La mamá de Jimin le habia regalado una suscripción de un programa de composición y se moría por probarlo.