El omega raro

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A la mañana siguiente de su extraña tarde de trabajo, se encontraba tomando su mochila y su bicicleta para ir a la universidad.

Al llegar al enorme edificio se topó con sus mejores amigos esperándolo en la entrada.

-¡Yoongi! ¿cómo te fue en el trabajo?

Ese era Hoseok, su amigo de la universidad.
Palmeo ligeramente su espalda para adentrarse todos juntos al enorme edificio.

Hoseok es un beta, probablemente por eso Yoongi se le acercó por primera vez. No tenía un aroma que le empalagara ni le mareara.

-Fue... extraño.

Dijo tras sentarse los 5 en los asientos del aula.

-¿Extraño? ¿Por qué?

Ese era Jin, omega de su destructivo amigo Namjoon.
Un Alfa inteligente, alto y fuerte; es alguien serio y reservado, pero cuidado con mirar a su omega porque parece una persona completamente diferente.

-Es que...

La campana que daba iniciada la clase no le permitió explicar su tormentosa tarde de trabajo.

El profesor entró al salón de clase y Jin tuvo que retirarse, él era el único que no llevaba esa clase con todos los demás.
Lo bueno es que su salón estaba justo enfrente de el de ellos.

-¡Nos cuentas en el almuerzo Yoon!

Gritó desde la puerta justo antes de que el profesor la cerrara en su cara.

Esta clase era agradable para Yoongi, el maestro colocaba música clásica suave mientras explicaba los orígenes del arte moderno.

Era la clase favorita de Yoongi.

Estudiar música era su sueño hecho realidad, y que mejor que estudiarlo en la mejor universidad de Seúl.

A pesar de que el resto de sus amigos no estaban en la misma carrera, todos debían llevar la clase de arte por orden de la escuela.

El arte inspira a los jóvenes

Había dicho el rector de la universidad tras haber decretado esta materia obligatoriamente para todas las carreras.

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El almuerzo había iniciado, tenían aproximadamente 1 hora para comer y relajarse un poco después de las 4 horas de clases que tuvieron en el transcurso de la mañana.

Los 4 chicos vieron a Jin aproximarse con su rostro enojado y rojo hasta el cuello.

-Un estúpido omega con olor a florecitas acaba de manchar mi zapato con su jugo de naranja.

Señalaba su tenis de color blanco con una notable mancha de color anaranjado en la punta de este.

-¿Flores?- preguntó Jungkook levantando la vista de su computadora.

Jungkook era algo así como un BadBoy nerd. Usaba gafas de armazón negro grueso, su cabello siempre estaba peinado de la misma forma todos los días, pero su ropa era otra cosa. Pantalones negros ajustados, camisetas negras con estampados o a cuadros y, para terminar de presumir, tenia unos músculos y muslos envidiables. Dignos de todo un Alfa.

-Si, creo que es nuevo. Nunca lo vi por aquí- habló, señalando al pobre chico que había ensuciado su zapato.
Aquel “nuevo estudiante” seguía en la fila del almuerzo esperando para pagar, lo que parecía ser, un sándwich, yogurt y una botella de agua.

-Míralo, se ve tan perdido. ¡Dejemos que se siente con nosotros! - habló Hoseok sin esperar nuestra respuesta y corriendo a hablar con el chico.

-Oye yoongi, ¿qué era lo que ibas a contarnos esta mañana? - habló Namjoon mientras mordía una manzana.

-Ya vez que estoy trabajando medio tiempo como repartidor de comida rápida.

Los presentes asintieron con sus cabezas.

-Pues ayer fui a una enorme casa no muy lejos de aquí a entregar una hamburguesa. La casa era absurdamente grande y solamente 3 personas viven ahí.

-Son cosas de ricos hyung- habló Jungkook tomando de su café y regresando su vista a la computadora.

-Total, cuando entré una señora omega me recibió muy energética y feliz. Me preguntó si era un Alfa y pues le dije que sí, me daba un poco de miedo.

-Estas alargando mucho todo esto Yoongi, ve al grano- espetó Jin.

-Bien. Ella y su esposo me ofrecieron dinero para ser el Alfa de su hijo.

Jin  prácticamente le escupió todo el sorbo de agua que estaba bebiendo.
Agua que, tristemente, fue a parar a la cara de Yoongi.

-¡No seas sucio Jin!- gritó enojado, pasando con violencia una servilleta por toda su cara.

Jin se disculpó entre risas ahogadas, esperando a que el alfa retomara su plática.

-Me preguntaban constantemente si era un Alfa y los 2 me olfatearon hasta que notaron mi aroma y se emocionaron.

-Que personas tan raras...

-Lo sé, cuando ya estaba por irme la señora me dijo: ¿Quieres ser el Alfa de nuestro hijo? ¡Te pagaremos!

Todo quedó en silencio, un silencio dramático y ensordecedor, lo único que se escuchaba de fondo eran los demás estudiantes en la cafetería. Tras un pequeño momento de silencio Namjoon se quedó pensativo, tronando los dedos cuando una idea apareció en su cabeza, entonces habló; llamando la atención de todos.

-Creo que sé de quién estás hablando. Debe ser el rarito de los Park.

¿Rarito?

- ¿Por qué le dicen así? - preguntó intrigado.

-Es un omega castaño, no ha salido de su casa desde que era niño. Estudia en casa y eso, no tiene amigos y algunos dicen que tiene traumas o ansiedad y por eso no quiere salir de su casa.

-No estés inventando cosas Namjoon, ¿cómo sabes todo eso? - preguntó Jin mirándolo seriamente.

- ¡No lo estoy inventando! Sus padres siempre le están buscando alfas para que no esté solo, a mi vecino le pasó una vez. Incluso vio al chico, pero este le dijo que tomara el dinero y se fuera.

- ¿y cómo es? - preguntó intrigado. Su lobo estaba curioso y la pregunta salió espontáneamente.

- ¿El chico? Pues mi vecino dice que es tierno, nariz pequeña y eso. - dijo encogiéndose de hombros y regresando toda su atención a terminar su almuerzo.

- ¿De que estaban hablando? - preguntó Hoseok, quién justamente estaba acompañado por el omega que olía a flores.

El aroma del omega pareció llamar la atención de Jungkook. Levantó su rostro rápidamente miró directamente los ojos del joven, después vio la mano de Hoseok posada en el hombro del chico, causando que empezara a gruñir territorialmente sin ninguna razón al respecto.

-Eh amigo cálmate, ¿por qué le gruñes? - Namjoon puso una mano en el hombro de Jungkook para tratar de calmarlo.

El alfa pareció reaccionar segundos después, mirando con a Namjoon con ojos asustadizos.

-Raro... ¡Bien! Les presento a Kim Taehyung. ¡Comerá con nosotros!

Dicho eso, hizo a Jin y Jungkook hacer un espacio en medio para que el chico, de nombre Taehyung, pudiera sentarse con todos.

-H-hola. Lamento lo de tu zapato, ¡te comprare unos nuevos! – se disculpó tímidamente, mirando a Jin y empezando a sacar su billetera torpemente, extendiendole una tarjeta negra.

-Ey no hace falt... ¡¿de dónde sacaste esa tarjeta?! Acaso...¿se la robaste a tus padres?

Taehyung miró su tarjeta alarmado, revisándola por si las dudas y, al no encontrar ningún desperfecto, regreso su vista a  a Jin para poder explicarse

-¿E-eh? ¡No!, Es mía, mira- señaló con su dedo la tarjeta- tiene mi nombre y todo.

Efectivamente, la tarjeta negra exclusiva de Tae tenía su nombre debajo de la numeración.

-¡Con esa tarjeta  podrías comprar toda la cafetería niño!- habló Seokjin con dramatismo.

Tae solo se encogió de hombros y empezó a comer su yogurt, yogurt que ni siquiera introdujo a su boca cuando cayó en cuenta donde estaba sentado.
3 alfas, 1 omega y un beta.

Se escondió más en su lugar cuando sintió a Jungkook acercarse y empezar a olfatear su brazo.

-¡Ey Jungkook! Lo estas asustando.

Jungkook reaccionó y se separó rápidamente, con un lindo sonrojo adornando sus mejillas.

-Lo siento. Es que huele rico.

Explicó tímidamente, volviendo su vista a la computadora y con los dedos hormigueándole del nerviosismo.



El Rarito De Los ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora