Universidad

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Esa mañana del primer dia de clases después de vacaciones Yoongi tenía pesades en todo su cuerpo.
Recalquemos, le gusta la escuela y su carrera, pero siente que no fueron suficientes días para dormir.
Ahora esta a las 6:20 de la mañana bañandose con agua tibia, restregandose de jabón por el cuerpo y shampoo en el cabello.
Lavandose los dientes minutos después y buscando su camisa a rayas verdes, pensando en convinarla con la chaqueta negra de cuero que su madre le obsequió en navidad.

Sus pantalones ya estan sobre su cama, al igual que sus zapatos en la entrada de la casa.
El aroma a comida casera inunda el ambiente, deduciendo que su madre de a levantado temprano  para prepararle el desayuno.
Su olfato se a agudizado estos dias, esto gracias al haber pasado mucho rato jugeteando como lobo en el patio de su casa.
Había olfateado tantas cosas con su naricita canina que simplemente su olfato había mejorado.

Con su ropa lista, junto a su mochila repleta de cuadernos y partituras, baja hasta el pequeño comedor, topandose con la sorpresa de su abuela sobre el banquillo del piano.
Esta ambientando el lugar con una melodia suave y alegre, mejorandole la mañana.
Su madre acaba de servirle huevos revueltos y tostadas con tocino y miel en un plato, además de darle una taza vacia para que  se sirva café.
Pasa primero con su abuela, dejandole un besito sobre la cabeza y canturreando un buenos dias para saludar.
Una vez en la mesa, mientras que él mismo sirve el desayuno para su abuela, escucha los pasos apresurados de su padre en las escaleras, quién se ajusta la corbata negra y de pasa las manos por el cabello.

-¿Preparaste el desayuno?.-pregunta su padre a su madre, algo confundido pues a esas horas su esposa siempre está llendose al trabajo por su apretado horario.

-Así es, y tampoco iré a trabajar si te lo preguntas.- responde decidida, acercando otra taza mientras se quita el delantal y se lava las manos para unirse a la mesa.

Yoongi mira a su madre, notando ese brillo peculiar en sus ojos y la sonrisita pícara mientras bebe de su café.

-¿Mamá?.- pregunta Yoongi igual de confundido que su padre, dandose una mirada confidente mientras posan sus ojos en el rostro de la bonita mujer.

-¿Qué esta pasando?.- pregunta el alfa mayor, señalando  con diversión a su esposa con su tenedor. Raro, pues no recordabs tener otros cubiertos aparte de los palillos metalicos.

-Renuncié a mi puesto de secretaria.- responde con simplesa, alzando los hombros con gracia mientras muerde su tostada.

Yoongi casi escupe un pulmón cuando escuchó eso.

-¿Renunciaste?

-Si, tengo otros asuntos que atender.

-O-oye mamá... esto esta siendo una mañana extraña, ¿hay algo que quieras decirnos?.

Su madre se a puesto de pié, caminando exactamente escaleras arriba ignorando las preguntas de su familia.
Yoongi y su padre se miran, buscando respuestas que parecen no tener, pues niguno entiende la bizarra situación.
La mujer vuelve a bajar, con un portafolio negro en sus manos y papeles en una carpeta color hueso.
Resbala sutilmente el folder sobre la mesa, regresando a su silla y mirando con una sonrisita burlesca el rostro confundido de su esposo.
El señor Min abre la carpeta, escupiendo su café cuando ve las sifras en negro sobre el papel.

-Cariño...¿qué es esto?

-¿Eres contador y no lo sabes? Es mi estado de cuenta.

Yoongi mira de reojo los papeles, ahogandose otra vez con su café cuando entiende de lo que su madre está hablando.

-¿De dónde sacaste tanto dinero?.- pregunta el señor Min confundido, incapaz de contar la cantidad de números que reflejan esos papeles.

La señora Min se ríe, dando otro sorbo sarcástico a su taza de café mientras acerca otro pastelillo horneado a su suegra que parece también estarse riendo con la situación.

El Rarito De Los ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora